Motorola RAZR i

Teniendo en cuenta los precedentes, sería lógico pensar que el iPhone 5S tendrá un nuevo procesador, y que este será el procesador A7. La evolución natural generación tras generación desde el A4 ha sido aumentar la potencia, sobretodo el apartado gráfico, reducir su tamaño y reducir su consumo energético. El chip A6 que monta el iPhone 5 fue un gran avance en estos aspectos, sin sorprender con datos sobre el papel, consiguió una gran potencia mejorando a la par la autonomía.

Sin embargo, Apple ya nos tiene preparadas suculentas novedades para la próxima generación. Según Clayton Morris, de Fox, el procesador A7 sería un 31% más rápido. Un aumento considerable, más si cabe si tenemos en cuenta que el iPhone 5 ya tiene potencia más que de sobra para las tareas que realiza.

Mis fuentes me dicen que el procesador A7 del nuevo iPhone está funcionando un 31% más rápido que el A6. Estoy escuchando que es muy rápido.

Además, Morris también comenta que el nuevo procesador A7 tendría un núcleo dedicado al seguimiento del movimiento, algo que tiene sentido para varios aspectos del iPhone 5S, empezando por una mejora en la estabilización de la cámara, una ayuda para el acelerómetro y el giroscopio en los juegos y también en el efecto Parallax de iOS 7.

También he oído que hay un procesador separado dedicado al seguimiento de movimiento. Debería ser una interesante actualización de la cámara.

Por último, Mark Gurman también afirma que Apple estaría probando la arquitectura de 64-bit para el procesador A7, aunque no está claro si finalmente montaría esta arquitectura. Esto que se traduciría en una mejora significativa de la fluidez en las animaciones, efectos y transparencias de iOS 7.

No está claro si los 64-bit llegarán, pero han estado en pruebas. Nos dicen que el procesamiento en 64-bit hará que las animaciones, transparencias y otros efectos gráficos de iOS 7 parezcan mucho más suaves que en los dispositivos iOS existentes.

Se cumplan o no estas predicciones el 10 de septiembre, la tendencia de Apple no es poner unos datos monstruosos sobre el papel, si no aumentar la potencia de forma significativa respecto a la generación anterior, sobretodo el apartado gráfico para los videojuegos, y priorizar una mejora de la autonomía del iPhone reduciendo el consumo del procesador.

El tercer aspecto importante es la cámara, que se beneficiaría de una mayor velocidad de disparo, mejor procesamiento de la imagen y si finalmente trae un procesador dedicado al seguimiento de movimiento veremos la ansiada estabilización de la imagen.

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