Todos nos mostrábamos escépticos ante la llegada de una tablet más barata, hasta que Apple presentó el iPad mini y nos dio buenos motivos para creer en él. Personalmente el dispositivo me conquistó en persona, salvo por un detalle: la resolución de su pantalla. Era el aspecto menos sobresaliente, y por ello todos esperamos la pantalla Retina en el iPad mini de próxima generación.
La mayoría de rumores apuntan en esta dirección, sin embargo, la pantalla Retina en el iPad mini implica una sobrecarga para el resto de componentes del hardware con la que Apple debe saber lidiar para no mermar el resultado final.
Apartado técnico: autonomía, portabilidad y potencia
Pantalla Retina, pero no a toda costa
El mejor espejo en el que mirar los requerimientos que supone la pantalla Retina en el iPad mini es su propio hermano mayor. Con la llegada de esta tecnología al iPad de tercera generación vimos como aumentaba de grosor y peso ligeramente, se calentaba en exceso (aunque a niveles similares a la competencia), necesitaba una batería considerablemente mayor (70% de capacidad extra), y más potencia.
El iPad mini tiene un aspecto fundamental que conservar: su movilidad. Por ello es más importante si cabe mantener el grosor y peso actual, que es un 23% y un 53% respectivamente menor que el iPad de diez pulgadas. El problema en este sentido es que la pantalla Retina en el iPad mini tendrá más requerimientos energéticos. Es decir, que la capacidad, y por tanto el tamaño de la batería, tendrán que ser superiores.
Apple introdujo una batería de doble celda en el iPad de tercera generación, permitiendo ese 70% de aumento en la capacidad y manteniendo casi el mismo grosor, por lo que esta tecnología podría ayudar a traer la pantalla Retina en el iPad mini y conservar su buena autonomía. Aumentar el voltaje también proporcionaría más capacidad, y Apple ya recurrió a esto en el iPhone 5.
Por otro lado, la tecnología IZGO permitiría disminuir el grosor de la pantalla y reducir el impacto energético. Aunque los rumores apuntan a que estos componentes no llegarían hasta 2014, Apple es especialista en adelantarse a la competencia.
Otro aspecto a tener en cuenta es su procesador, que ahora tendría que mover aproximadamente 264 p/p para alcanzar la denominación Retina en un iPad. Actualmente posee el chip A5 (igual que el iPad 2), pero ahora tendría que aumentar exponencialmente su potencia, sobretodo el apartado gráfico. Adoptando el chip A5X ó A6X ganaría la potencia suficiente, y su construcción de 32nm contribuiría también a reducir su consumo energético.
iOS 7 y el ecosistema Apple
Una vez que pruebas una pantalla Retina no puedes volver atrás
Cuando Apple presentó iOS 7 en la WWDC 2013, todos nos percatamos de que la nueva tipografía, transparencias y diseño lucían estupendamente en una pantalla Retina, pero se resentirían en los dispositivos con menor resolución. Es uno de los motivos por los que Apple debería introducir una pantalla Retina en el iPad mini.
Además, todos los iPhone actualmente en venta tienen pantalla Retina, y en la próxima renovación de iPad previsiblemente se dejará de vender el iPad 2, por lo que todos los productos iOS de Apple alcanzarían esta denominación, y el nuevo modelo del iPad mini no podría quedarse colgado.
Por último hay un aspecto más importante de lo que parece a simple vista, y es que introducir una nueva resolución provocaría que los desarrolladores tuvieran que adaptar sus aplicaciones a ella. No es un problema mayor si los desarrolladores tienen tiempo de hacerlo, pero teniendo en cuenta que el año pasado ya tuvieron que adaptar las aplicaciones a las dimensiones del iPhone 5, aprovecharon la misma resolución del iPad 2 para ahorrarles este paso.
La competencia y su precio
Al margen de los retos técnicos no podemos dejar de lado que Apple debe seguir siendo competitiva frente al resto de tablets del mercado. Probablemente su mayor competencia ahora mismo sea el Nexus 7, más aun con la renovación de hace unas semanas. La nueva Nexus 7 tiene 323 p/p, que dejan muy lejos los 162 p/p de la tablet de Apple, un argumento a favor de la llegada de la pantalla Retina en el iPad mini.
También hemos de tener en cuenta que el principal reclamo de la Nexus 7 es su precio, y el iPad mini es la versión de entrada más barata de los modelos de tablet de Apple. La pantalla Retina supone un aumento en el precio de fabricación, y por tanto una reducción de los márgenes de beneficio, que Apple debe saber compensar para no aumentar el precio final.