Uno de los aspectos que más me sorprendió de la presentación del iPhone 5 fue su cámara. Sin ser un smartphone totalmente centrado en la fotografía, y con un grosor de tan solo 7,6 mm, los resultados aun doce meses después son excepcionales. Sin embargo, la cámara del iPhone 5S seguro que nos traerá suculentas novedades, en mi opinión centradas en dos ejes: su rendimiento en condiciones de poca luz y un nuevo procesador que añadirá más potencia.
El gran reto: superar las condiciones de baja luz
Con buenas condiciones de iluminación, la cámara del iPhone 5 tiene pocas pegas, pero cuando esta luminosidad comienza a escasear le pasa factura a su pequeño sensor. Es el gran problema de todos los smartphone, y por tanto el gran reto. Para resolver esto, HTC ha recurrido a una tecnología denominada UltraPíxel, que le permite a su sensor captar más luz por cada píxel; por otro lado Nokia ha optado por añadir sensores con una mayor apertura focal, permitiendo una mayor entrada de luz.
En mi opinión, Apple optará por esta segunda opción para aumentar la luz que el sensor de la cámara del iPhone 5S es capaz de captar, y por tanto mejorar su rendimiento en estas situaciones, como ya ocurriera con el iPhone 4S. Actualmente, el iPhone 5 tiene una apertura focal de 2.4, mientras que Nokia llega a los 2.0. Es difícil acertar con una cifra concreta, pero la marca establecida por los finlandeses puede ser una buena aproximación.
La segunda mejora de la cámara del iPhone 5S en este sentido sería la incorporación de un dual-flash LED. Las filtraciones de partes de la nueva generación ya han mostrado este dual-flash LED, que de confirmarse mejoraría uno de los puntos flacos del iPhone 5, la poca potencia del flash.
Por supuesto, es lógico esperar que el nuevo sensor de la cámara del iPhone 5S se haya mejorado en este aspecto. Tampoco podemos dejar de lado un detalle, y es que el iPhone 5 en condiciones de baja luminosidad dispone de un modo de alta sensibilidad ISO. El ruido sigue estando muy presente, pero desde luego mejora la captación de la luz, y también puede ser un frente por el que conducir las mejoras, quizás con una configuración mejorada para estas situaciones.
Su gran aliado: el procesador A7
El gran aliado de la cámara es su procesador. Si tenemos en cuenta los rumores, el procesador A7 sería un 31% más rápido. Se confirme o no este porcentaje, la potencia extra ayudaría a que la cámara del iPhone 5S fuera capaz de disparar aun más rápido, y eso que actualmente ya es sorprendente.
Otra de las claves del iPhone 5 es su gran procesamiento de la imagen, consiguiendo mejorar el resultado final de la imagen a expensas del sensor y la óptica de la cámara. El procesamiento del iPhone 5 es capaz de conseguir mejores resultados que otros smartphones con el mismo sensor, y el nuevo procesador A7 contribuiría a seguir mejorando este aspecto en la cámara del iPhone 5S.
Por otro lado, aunque la carrera por conseguir el mayor número de megapíxeles posibles no sea el objetivo principal, esta mayor potencia también abre la posibilidad de que el sensor maneje una mayor cantidad de píxeles. Es difícil concretar una cifra, algunos rumores la sitúan en 12Mpx, pero lo que sí es cierto es que aumentar los megapíxeles totales es una apuesta muy factible.
Por último, los rumores apuntan a que junto al procesador A7 vendría un procesador dedicado en exclusiva al seguimiento del movimiento, lo cual permitiría la estabilización óptica de la imagen. Nokia ya ha sido capaz de incorporar esta función en sus Lumia, por lo que no suena descabellado pensar que podría llegar en la cámara del iPhone 5S.