Una de las tareas que todo usuario debemos realizar al adquirir un nuevo ordenador es calibrar correctamente nuestra pantalla. Los valores obtenidos en la calibración variarán dependiendo del tipo de pantalla así como de las condiciones lumínicas de la habitación. Es por esto que una calibración puede ser correcta para nuestra pantalla y no serlo para otra.

Aunque en un ámbito profesional es mucho más recomendable utilizar sistemas especialmente diseñados para obtener los mejores resultados, para el usuario medio en general es mejor utilizar el sistema de calibración original de Mac OS X, que es sencillo y efectivo, permitiéndonos ajustar (aunque no de forma profesional) el rendimiento de nuestras pantallas.

Para calibrar correctamente la pantalla de nuestro Mac, utilizaremos la aplicación ColorSync. Es importante que antes de comenzar con el proceso de calibración tengamos las condiciones lumínicas habituales de la habitación, así como la pantalla encendida desde una hora antes, como mínimo.

Calibrando la pantalla

Para empezar nos dirigiremos a Preferencias del Sistema > Pantalla > Color y pulsamos Calibrar. Inmediatamente se abrirá el asistente que nos guiará en la calibración. Seleccionamos el modo experto y pulsamos Continuar.

El ajuste de la curva de respuesta nativa consta de cinco pasos que corresponden a los ajustes de luces, medios tonos y sombras en diferentes grados. Apple nos ofrece a través del asistente una explicación sencilla de cómo realizar el ajuste moviendo los deslizadores, aunque hay un par de detalles a tener en cuenta. Cuando el asistente nos solicita que tratemos de hacer coincidir la figura central con el fondo, no debemos mirar de forma directa a la figura, si no realizar el ajuste mirando de reojo. Aunque no es fácil y a priori no parece una opción acertada, es la forma correcta de realizar el ajuste. También se puede, aunque es menos preciso, entrecerrar los ojos o alejarnos un poco de la pantalla.

El segundo aspecto que debemos cuidar es el control del deslizador. Si no utilizamos un ratón, el ajuste preciso es complicado. Para realizar el ajuste de forma mucho más precisa debemos utilizar las flechas de dirección del teclado, seleccionando previamente cada uno de los cuadros.

Tras realizar los ajustes de curva de respuesta nativa, el asistente solicitará ajustar la gamma. Desde Snow Leopard, la gamma viene ajustada por defecto a 2.2, lo que debería de disminuir la diferencia de apariencia entre imágenes sin gestión de color de Mac OS X, Windows y Linux.

El siguiente paso consiste en ajustar el punto blanco. En la actualidad, la elección de ajuste de punto blanco del monitor es casi una formalidad, pero si no tienes claro que ajuste elegir, marca la casilla de "punto blanco nativo".

Últimos pasos

calib-2

Una vez finalizada la calibración, se nos preguntará si queremos que el nuevo perfil esté disponible para todos los usuarios y se nos solicitará que le asignemos un nombre. A continuación se nos ofrecerá un resumen de los ajustes definidos para el nuevo perfil de calibración.

Los perfiles pueden gestionarse desde la misma pestaña Color dentro del panel de control de Pantallas en las Preferencias del Sistema, desde donde podremos activar o eliminar los diferentes perfiles.

Recuerda que el sistema de calibración que ofrece Apple de forma nativa no está pensada para un uso profesional, tan sólo es un sistema adaptado a la percepción del rendimiento de la pantalla desde los ojos del usuario.

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