Escribir, al menos para nosotros, es algo fundamental, pero para los usuarios de Mac, a veces puede ser una odisea. Depende, claro está, de los gustos de cada uno. Personalmente, prefiero los procesadores de texto que son simples, que no empacan demasiadas funcionalidades y me dejan hacer lo que quiero sin tener que estar navegando entre diferentes menús. Cuanto más minimalista, mejor. Hace algunas semanas presentamos una lista con los mejores procesadores de texto para iPad, y hoy haremos lo mismo, pero con los mejores procesadores de texto para Mac que se mantienen simples e intuitivos.

Write 2

Comenzamos nuestra lista de los mejores procesadores de texto para Mac con uno de los más conocidos y reconocidos. Write 2 (que, para los que no tienen las versiones más actualizadas del sistema OS X, también está disponible en su versión anterior) es un procesador de texto adaptado a diferentes necesidades, que más allá de su simplicidad encubre una batería importante de funcionalidades. Para los usuarios de las versiones Lion y Mountain Lion de OS X, es una elección obvia.

La filosofía detrás de Write 2 es que no siempre tenemos que usar Word. Como usuaria de Word para Mac, tengo que estar de acuerdo. Esperar a que cargue el programa, que sin dudas es una opción perfecta para la carga más pesada de escribir, puede ser engorroso si simplemente queremos hacer una anotación rápida. Pero aún si tenemos que escribir párrafos largos, Write 2 puede ser una excelente alternativa, con una interfaz limpia de distracciones.

Si tenemos algún tipo de temores en lo que se refiere a la compatibilidad, podemos abandonarlos: con Write 2 podemos escribir en texto simple, pero también guardar los documentos para que sean compatibles con Word 93, 2003 y 2007, y también en formato OpenOffice. Al estar optimizado para las versiones más recientes de OS X, cuenta con soporte para iCloud, guardado automático, la posibilidad de escribir a pantalla completa, guardar diferentes versiones, hacer una revisión ortográfica, un diccionario incorporado, y optimizado para la pantalla Retina, entre otras funciones interesantes.

Bean

Si bien Write 2 es una herramienta completísima para los que buscan un reemplazo minimalista a Word o Pages, tiene un costo. Si lo que buscamos es todo esto, pero de forma gratuita, entonces una excelente alternativa puede ser Bean, otro de los mejores procesadores de texto para Mac que ponen énfasis en la simplicidad. Es rápido, liviano, y no está atiborrado de funciones. Con esta aplicación podemos hacer de la escritura una actividad eficiente y confortable.

No podemos esperar la misma cantidad de funciones de Bean, pero esto no quiere decir que sea malo. Que levante la mano el primero que, para una tarea sencilla, ha tenido necesidad de usar las complejas funciones de Word. Simplemente, a veces se tienen a mano demasiadas cosas que no se necesitan y terminan siendo una distracción para el trabajo. Con esto en mente, Bean ofrece una interfaz limpia que garantiza nuestra escritura.

La realidad es que Bean sí tiene funcionalidades que pueden ser útiles en el día a día. Por ejemplo, nos permite crear plantillas de diferentes documentos las cuales podemos guardar y volver a usar cuando sean necesarias. También cuenta con compatibilidad con los formatos más populares de procesadores de texto, no solamente de Mac sino también de Windows, y nos permite sumar formato al texto que estemos haciendo. Todo esto, en un programa liviano y gratuito, parece demasiado para pedir pero es una realidad.

Scrivener

Finalizamos nuestra lista de los mejores procesadores de texto para Mac con Scrivener. Para los más literatos, que usan el procesador de texto con aspiraciones artísticas, este programa puede ser la solución a los inconvenientes poco creativos planteados por Word. Scrivener es considerado un verdadero clásico en lo que se refiere a procesadores para Mac, y también tiene una importante batería de funcionalidades sin abandonar la simplicidad a la hora de escribir.

Más que un procesador de textos, Scrivener puede ser considerado como un anotador creativo, donde tenemos oportunidades para estructurar de forma simple y rápida documentos largos y complicados –como por ejemplo, una novela-. Todo esto lo podemos hacer sin perder las funciones básicas de un procesador avanzado, como por ejemplo, la posibilidad de sumar formatos diferentes y contar los caracteres y palabras, entre otras cosas.

La forma en la que se muestran los documentos también es interesante. Tenemos diferentes formas de hacerlo, y de organizar nuestro trabajo, como por ejemplo en un tablero que emula una plancha de corcho, o una lista con colores que se puede organizar de forma personalizada. Pero cuando entramos al procesador en sí, nos encontraremos con una propuesta sencilla e intuitiva, que no nos bombardeará con las diferentes opciones disponibles a todo momento. Quienes tengan que poner más énfasis en su creatividad, podrán hacerlo a través de un procesador como Scrivener.

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