Adobe Lightroom 4: Módulo Imprimir (II)

Ayer hice un repaso del módulo Imprimir de Adobe Lightroom 4, del que han cambiado pocas cosas respecto a la versión anterior, pero muy interesantes desde el punto de vista de la gestión de color. Y eso es lo que vamos a ver hoy, para conseguir la mejor copia posible sin pasar por Adobe Photoshop.

Todo lo que vimos ayer lo vamos a guardar más adelante como una Plantilla del usuario para no tener que repetir todo el proceso la próxima vez que queramos hacer un regalo de estas características. Pero nos falta lo más importante, que es conseguir que los colores que vemos en nuestro monitor sean los mismos que los de la copia final, o al menos los esperados, que es para lo que sirve realmente la gestión de color. No se trata de conseguir los mismos tonos sino una representación final lógica.

En la pestaña Trabajo de impresión, en Gestión de color, es más cómodo para trabajar sin problemas (o darle menos problemas al programa) seleccionar Perfil>Gestionado por la impresora. Podríamos elegir el perfil, en el caso de que los tuviéramos gracias a un calibrador, o nos lo hubieran pasado en el laboratorio. En caso contrario, lo mejor es la primera opción. En el botón Ajustar página, donde al principio elegimos el formato y la impresora, es donde ajustaremos los parámetros necesarios con el controlador de la impresora que tengamos en casa.
Una vez hemos pasado por todas las pestañas y hemos conseguido el aspecto que queremos para nuestra copia en papel tenemos que volver al módulo Revelar para continuar con la gestión de color. Esto en un primer momento parece una incongruencia, pero una vez que lo piensas es muy lógico, pues si hay que hacer algún cambio para imprimir lo que queremos, éste es el mejor lugar.
Para poder trabajar con esta nueva función de Lr, es muy importante tener un buen monitor en casa y correctamente calibrado. Es muy llamativo cómo la gente se gasta el dinero en cámaras y objetivos y se queda con el monitor que le regalan junto con el ordenador o se conforman con la pantalla del portátil. Es uno de los elementos más importantes de la fotografía digital, pero sin duda el más olvidado. No tiene sentido, por ejemplo, comprarse una réflex y disparar en RAW para ver el resultado en un portátil.
En el módulo Revelar marcamos la casilla Pruebas de pantalla. Los primeros cambios saltan a la vista. El fondo de la interfaz se vuelve blanco y la pestaña Histograma se transforma en la pestaña Pruebas en pantalla. Si ahora hacemos cualquier cambio, saltará un aviso que nos preguntará si queremos crear una copia virtual. Daremos en Crear copia de la prueba. Y ahora, para que podamos ver bien la simulación, hacemos clic en el botón Alterna entre las vistas Antes y Después, para poder ver ambas copias, la original y la copia a tratar.
La pestaña Prueba en pantalla cambia los indicadores de negro y blanco de los extremos del histograma por Aviso de gama del monitor (en azul) y Aviso de gama de destino (en rojo). Todo nuestro trabajo consistirá en conseguir que la simulación de la copia quede lo más parecido al original, tocando las pestaña Curva de tonos, HSL/Color/Blanco y negro... hasta conseguir una buena versión en pantalla, que tendrá que estar calibrada y perfilada correctamente, y ser de buena calidad (cara) para que esta prueba tenga algún sentido.
Cuando consigamos una simulación convincente, lo que no significa que tenga que quedar exacto, podemos volver a la pestaña Imprimir, ajustar el Enfoque de impresión (ya comenté que en copias pequeñas no es necesario con un archivo de una cámara actual) y mandamos a imprimir. Aunque prefiero enviar el documento ya terminado en jpeg con el botón Imprimir a archivo... que nos permitirá guardar la fotografía en una carpeta para entregarla más tarde en el laboratorio.
Si todos los ajustes que hemos realizado nos gustan, podemos ir a la pestaña Navegador de plantillas, hacer clic en el icono + y guardarlos como una Plantilla de usuario. Podremos imprimir una copia en una abrir y cerrar de ojos.