Finalmente ha sido confirmado un rumor que desde hace algunas semanas estaba sonando en los diferentes medios de información. Dell, hacía oficial el hecho de que volvía a privatizarse, por una cantidad de unos 24.400 millones de dólares que invirtieron algunos accionistas, entre ellos su Presidente Michael Dell, para hacerse con la totalidad de las acciones de la compañía y pasar a ser una empresa de capital privado, saliendo así definitivamente del mercado NASDAQ, y habiéndose ubicado cada una de las acciones de la empresa en unos 13.70 dólares, una cifra bastante baja tomando en cuenta la increíble historia de esta empresa. Pero más allá del significado financiero y bursátil que supone esta estrategia, también crea el nuevo futuro de Dell, donde la evolución e innovación son lo primero, especialmente en el mercado que la ha convertido lo que alguna vez fue, y espera volver a ser.

No podemos olvidar que estamos hablando del tercer mayor fabricante de ordenadores en el mundo, solamente por debajo de HP y Lenovo, y hace poco más de una década tenía un valor total superior a los 100 mil millones de dólares, mientras que actualmente se ubica en poco menos de 25 mil millones de dólares, una cuarta parte del que fuera su valor.

La caída de esta empresa se ha producido gracias al auge del mercado móvil, en donde Dell no ha apostado lo suficiente, por lo que la innovación es una tarea necesaria para la nueva junta directiva, presidida por Michael Dell, en esta nueva aventura en la que se embarcan para el resurgir de la marca. ¿Qué traerá el futuro de Dell? Y lo que es más importante, ¿qué diferencia hace para la empresa y el usuario el hecho de que ahora sea una compañía de capital privado?

Estrategia a largo plazo

El principal factor que afecta los planes de una compañía tan grande como lo es Dell (y también a cualquier compañía) es la presión que pueden ejercer los inversionistas luego de cada reporte trimestral de ingresos, gasto y balance de pérdidas y ganancias.

La gran ventaja que supone para el fabricante de computadores el haberse hecho privada se basa en que podrán trabajar con una menor presión y optar por una estrategia a largo plazo. La escasa popularidad que tienen sus productos a nivel comercial y para el público en general (en esto no incluyo el mercado corporativo y de servidores) no es algo que vaya a ser solucionado fácil, ni con poco dinero. Si el futuro de Dell va a ser bueno, antes es necesario construir unas bases sólidas e invertir dinero en I+D, en vistas de poco a poco ir recuperando cuota de mercado e impacto en el público casual, ese que está enamorado de los productos móviles.

Un gran error por parte de Michael Dell, Presidente de la empresa desde hace ya varios años y que llegó a la casa prometiendo "cambios e innovación" pero que realmente hasta ahora no lo ha hecho, es el no haber puesto el empeño merecido en el mercado móvil, que si bien muchos podrían pensar que ya está abarrotado de productos, si se sabe manejar y plantearse un mercado provechoso para la casa, puede ser lo que necesita la empresa. Y para esto, necesita un fiel compañero, uno que apueste por él, especialmente en el ámbito del software.

Un nuevo mejor amigo

Si bien Michael Dell y la firma Silver Lake han sido los mayores inversores para esta privatización de la empresa, han recibido un préstamo de un buen samaritano, Microsoft, por nada menos que 2.000 millones de dólares para completar la transacción, con un motivo claro: Te apoyamos y esperamos tu apuesta en nosotros.

Desde la ciudad de Redmond, imperio de Steve Ballmer, aseguran:

"Microsoft ha realizado un préstamo por 2.000 millones de dólares con motivo de la privatización de Dell por parte de un grupo donde está incluido su actual Presidente. [...] Nosotros vemos esta inversión como la apuesta y compromiso por el éxito del ecosistema de PC".

Esto nos deja muy claro que Microsoft da la mano a Dell, esperando que esta le devuelva el favor con desarrollo, especialmente en el mundo del PC y también dirigiéndose al mundo móvil, donde podemos estar casi seguros que en algún tiempo prudente veremos nacer más tabletas y smartphones funcionando con sistemas operativos Windows 8, Windows RT y Windows Phone.

¿El usuario debe preocuparse?

Si bien por ahora no parezca que vaya a haber ningún cambio radical en la empresa, tomando en cuenta que aún falta un tiempo considerable para que este acuerdo se haga efectivo, estamos hablando de una compañía que se va a reinventar, con el fin de su resurgir en el mundo de la computación.

En este ámbito podríamos, principalmente, preocuparnos por el futuro de algunas de las líneas de productos de la casa que sencillamente no han estado en su mejor momento, como Alienware, adquirida por Dell hace algunos años y que ha caído en cuota de mercado frente a otras alternativas como las ASUS ROG. Pero especialmente, gracias a este acuerdo con Microsoft, me preocupa mucho el futuro de la línea de ordenadores Dell funcionando con Ubuntu (Linux), que apenas había debutado en el mercado.

Más allá de esto, los rumores de que Dell dejará de enfocarse principalmente en hardware para basarse en el desarrollo de Cloud Computing podrían ser motivo de preocupación para todas esas (tantas) empresas que usan ordenadores y servidores Dell.

Sea como sea, el período de transición que dentro de poco tiempo comenzará a vivir Dell podría ser algo que afecte al consumidor, y por ello muchos podrían comenzar a buscar alternativas. De hecho, desde HP se aprovechan de este momento asegurando que: "Creemos que en este momento los usuarios de Dell comenzarán a buscar alternativas, y planeamos aprovecharnos de ello". Competencia en su más crudo estado.

Realmente espero ver el resurgir de esta gran empresa, tan importante en el mercado de los ordenadores, para lo cual será clave la colaboración con Microsoft. Podemos estar seguros que desde hoy mismo comienza a trabajar en un mejor futuro.

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