El caso de Sprint y el teléfono perdido

Wayne Dobson es un jubilado de 59 años que vive en Las Vegas y que, según Sprint, tiene tu teléfono perdido en la ciudad del pecado. Pero, como ya han podido comprobar varias personas que han acudido a su casa en busca de sus terminales extraviados, no es así, sino que se debe a un fallo, aunque la compañía todavía no ha sido capaz de identificarlo.

Según relató Dobosn a Las Vegas Review Journal, todo comenzó, que él sepa, cuando en 2011 llamaron a su puerta en mitad de la noche. Al abrir encontró una joven pareja que le demandaba que les devolviese su teléfono perdido. Confundido, les aseguró que no sabía de qué le hablaban y, finalmente, ambas partes de este peculiar conflicto llamaron a la policía para tratar, sin éxito, de esclarecerlo.

Algo más tarde se encontró con una mujer mayor que le rogó que le diese su móvil, pues era el único sitio en el que tenía las fotos de sus nietos. En esta ocasión fue él quien le pidió que llamase a la policía mientras él se ponía en contacto con el proveedor de esta señora, Sprint. El mismo, como descubriría más adelante, que en el resto de visitas inesperadas.

En ese momento recibió la primera explicación, de mano de un técnico de la compañía. Al parecer, la localización que proporciona la empresa no es exacta, sino un lugar aproximado donde empezar la búsqueda del teléfono perdido. Y, por algún extraño motivo, su casa aparece como localización predeterminada en esa zona. Sin embargo, el problema no fue solucionado.

Desde ese momento recibió más de estas visitas. "Es muy difícil decir 'yo no tengo tu teléfono' de otra forma que no sea 'yo no tengo tu teléfono'", lamenta. Y más cuando la persona que cree que Dobson esconde su teléfono perdido tiene, literalmente, la 'prueba' de que se encuentra allí. Todo ello hizo que terminase por colocar un cartel en la puerta de su casa en el que explica la situación.

Pero eso no es lo peor: en dos ocasiones apareció la policía tras recibir una llamada en la que se denunciaba una disputa doméstica. Lo que ocurrió en ambos casos fue que la llamada se cortó antes de que se pudiese proporcionar una dirección, por lo que el cuerpo de seguridad trató de localizar la llamada y, debido a este sorprendente problema, estimó que era la casa del sufrido ciudadano.

Al menos, la policía ya es consciente de la situación, así que lo tendrá en cuenta cuando reciba una llamada que apunte al hogar de Dobson, aunque no dejará de acudir a menos que pueda confirmar que no hay ningún problema.

Por su parte, Sprint está tratando de solucionar el fallo, aunque no han confirmado que sean los culpables del mismo. No obstante, varios expertos creen que lo más probable es que sea un problema con el software que traduce la señal en coordenadas geográficas.

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