Las Epson XP750 y XP850 son dos multifunción, tan de moda en los últimos años. Son los equipos "todo en uno" que permiten escanear, fotocopiar e imprimir (y algo tan obsoleto como mandar una fax, ). Estos nuevos modelos de Epson tienen una clara orientación fotográfica si nos fijamos en las nuevas tintas que emplean para la impresión. Pero veamos con detalle ambos modelos.
Estos nuevos modelos son más pequeños que sus predecesores (un 40%), algo que se agradece, sobre todo si tenemos poco espacio en nuestra casa. Parece mentira que en tan poco espacio hayan sido capaces de meter tantas cosas. Estos equipos han ido subiendo de calidad de generación en generación, y ya no tienen nada que ver con lo que fueron en su origen.
Ambas máquinas, de elegantes lineas, con las esquinas recortadas, son totalmente negras con detalles cromados. Tienen una gran pantalla táctil de 8,8 cm de diagonal que permite ver las fotografías sin necesidad de conectarse a un ordenador, gracias, entre otras cosas, al lector de tarjetas que incorporan. Su seña de identidad es la conexión wifi que permite, entre otras cosas, imprimir las fotografías del teléfono móvil sin problemas. Podemos estar en la otra punta del mundo y mandar una imagen de nuestras vacaciones a imprimir para que esté lista cuando llegues. Eso sí, como no tengan papel o se atasquen...
Su arranque es muy sencillo. Como siempre, es importante leerse el manual antes. Pero si eres de esas personas que evitan este paso fundamental, no te olvides de retirar absolutamente todas las pegatinas y protectores que trae. Me han contado historias en los servicios técnicos que dan miedo... Después hay que enchufarlos a la red y en unos siete minutos están listos para trabajar. Ahora sólo queda conectarlos al ordenador vía wifi o a través de un cable USB (que por cierto no trae de serie, lo que creo que es un serio contratiempo o una confianza absoluta en su sistema inalámbrico).
En cuanto conectamos el ordenador a estos equipos, el sistema operativo los reconoce enseguida y baja automáticamente los drivers para poder utilizarlos. Me ha sorprendido la rapidez de todo el proceso. Algo que sinceramente se agradece y que permite olvidar las pesadillas que muchos hemos tenido en situaciones similares.
El escáner de la XP750 tiene una resolución de 2400x4800 ppp y el de la XP850 4800x4800 ppp. Son muy rápidos. Para que os hagáis una idea, a 1200 ppp tardan 8,3 msg/línea. Un escáner no sirve solo para digitalizar libros y revistas. Ya sabéis que un buen truco para conseguir grandes ampliaciones es imprimir una fotografía al máximo tamaño sin interpolar y luego escanear ese original a 4800 ppp, por ejemplo. Imaginaos las ampliaciones que podéis conseguir de vuestras fotos hechas con un móvil. Y no traen un accesorio para escanear transparencias. Ya tiene Epson modelos muy buenos que lo hacen a la perfección, como el V750.
La velocidad de copiado es también muy alta en ambos modelos, hasta 32 páginas/minuto tanto en blanco y negro como en color. Si lo que queremos es sacar una fotografía, los tiempos son también increíbles. Tenía preparado un cronómetro para contar los minutos que tardaban en hacer una copia fotográfica en un DinA4 y lo he utilizado para medir segundos. Y encima con muy buena calidad. Lo que es realmente aconsejable es comprar un buen papel para conseguir los mejores resultados. Y por supuesto, aplicar la gestión del color. No tiene sentido imprimir en casa sin haber calibrado todos los dispositivos. Las fotos salen bien con los ajustes de fábrica, pero la calibración consigue siempre resultados espectaculares. Si yo fuera fabricante de este tipo de equipos, los vendería siempre con un curso de gestión de color y un calibrador.
La calidad de las imágenes fotográficas se consigue gracias a los 180 inyectores para el negro y los 180 para el color, que permiten obtener gotas de tinta de distinto tamaño con una resolución de impresión de 5760x1440. Y también gracias a las nuevas tintas Epson Claria Photo HD INK, que vienen en 6 cartuchos separados: Negro, Cían, Amarillo, Magenta, Cían claro y Magenta claro. El rendimiento de estos cartuchos es muy bueno. Para las pruebas habré tirado unas 15 copias por impresora, y los cartuchos siguen llenos.
Aunque el resultado de la impresión me ha llamado la atención, está claro que no son impresoras profesionales. Para fotografías familiares o para una exposición sin pretensiones, o para un trabajo universitario, son unos equipos inmejorables. Pero no recomiendo su uso para cosas más importantes. En las últimas copias he tenido problemas de líneas, como si un inyector se hubiera bloqueado. Nada importante, pero no sería admisible para una fotografía de concurso, por ejemplo. Seguro que con papeles de calidad e insisto, un calibrado profesional, los resultados mejorarán muchísimo.
Una de las dudas que me entran con las impresoras caseras es el coste por copia. En un buen laboratorio, las fotografías familiares a 10x15cm las podemos pagar a 0,15 €. Utilizar estas máquinas, para estos menesteres exclusivamente, sólo compensa si hacemos muchas copias a la semana. Y en un entorno aficionado es muy difícil hacer tantas.
Conclusión
Ambos modelos son muy robustos y no son para estar moviéndolos de un lado para otro. Una de las cosas que he observado es que necesitan colocarse sobre una superficie muy estable, pues las vibraciones que provocan durante el funcionamiento son muy notorias.
Creo que son equipos muy prácticos y cómodos, y en aquellas casas con estudiantes y aficionados a la fotografía son fundamentales. Hacen todo bien y ocupan poco, pero no son equipos con pretensiones.
La únicas diferencias entre ambos modelos son que la XP850 tiene fax, una resolución mayor de escaneado, mayor tamaño y peso (la XP750 7,3 kg, y la XP850 8,7 kg). Elegir entre un modelo u otro es bastante sencillo.