La compañía Kodak ha confirmado la venta de la totalidad de sus patentes a doce compañías diferentes por el monto total de 525 millones de dólares, llegando a menos de su precio inicial de 2.6 mil millones, pero mucho más que la oferta inicial de 250. La noticia de esta venta estaba casi anunciada, después de severos problemas financieros que llevaron a la compañía a la bancarrota. Desde hace meses que se rumorea la venta de la colección de patentes: Kodak simplemente estaba buscando el mejor resultado para la venta.

De las 12 compañías que compraron las patentes de Kodak, podemos nombrar a Apple, Google y Microsoft, entre otras, que ya habían demostrado mucho interés en adquirir, sino las patentes, la misma compañía. Técnicamente, todas las compañías que respaldaron la oferta de Intellectual Ventures y RPX Corporation recibirán derechos a la propiedad intelectual de Kodak. Entre estas compañías, se cuentan las que ya mencionamos. Si bien Kodak esperaba obtener un monto de 2.6 mil millones, finalmente se tuvieron que contentar con un cuarto de esa suma, 525 millones de dólares.

¿Qué hay detrás de la venta de las patentes? Después de la bancarrota, Kodak tiene la difícil tarea de reinventarse como compañía. A pesar de ser una de las empresas pioneras de la fotografía digital, Kodak nunca pudo adaptarse a las necesidades del mercado y terminó quedando rezagada. Mientras que otras compañías como Fuji u Olympus pudieron sacar al mercado productos exitosos, Kodak nunca pudo salir del mercado de las películas. Y lentamente, la rentabilidad fue decayendo hasta transformarla en una empresa insostenible.

Para este 2013, la idea es transformar a Kodak en un proveedor de servicios más que en una compañía orientada a los clientes. En cuanto a las películas, muchos sospechan que Lomography podría estar pronto a hacerse cargo de esta división, aunque todavía no fue confirmado nada al respecto. Sin embargo, habrá que aguardar para saber eventualmente cuál será el plan a seguir de Kodak, que viene zozobrando desde hace años. En estos momentos, Kodak se encuentra reestructurando la empresa, lo que para nosotros se traduce en despidos y cambios importantes.

La noticia es dolorosa porque literalmente vemos cómo Kodak está clavando su propio ataúd. Estamos hablando de una empresa cuyo CEO, en el año 2006, supo predecir el boom de la fotografía digital pero no supo cómo aprovecharlo. En enero de este año, la empresa solicitó la quiebra voluntaria en una movida que muchos sospecharon estaba destinada a darle más liquidez. Durante un tiempo, se esforzaron en insistir que el negocio de las películas todavía era rentable, mientras que por otro lado discontinuaban muchísimas líneas de film y dejaban de fabricar cámaras digitales. Hasta se vieron obligados a vender su servicio de imágenes online. En agosto de este año, anunciaron la subasta de su división de fotografía química, que desembocó en los eventos de ayer.

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