Dell abandona el mercado de la telefonía móvil. Ya no producirá ningún nuevo modelo. Puede que a más de uno esta noticia le deje igual, ya que no tenía demasiados modelos, y ninguno de ellos había conseguido la relevancia necesaria.
Esta noticia en cambio no debería ser una sorpresa. A principios de este año, ya mostró su renuncia a continuar en EEUU la venta de teléfonos inteligentes, en un preámbulo de lo que ha llegado antes de que acabe 2012. Esta decisión se ha expandido, y Dell ya no venderá smartphones en ningún lugar del mundo.
Lo cierto es que Dell llegó temprano a Android, cuando pocas marcas empezaban a apostar por el sistema operativo móvil de Google. También confió en Windows Phone en sus inicios. Pero no ha logrado que sus dispositivos cuajen en un mercado al borde de la saturación. No ayudó sacar productos como el extraño Dell Streak 5, que no tardó en abandonar.
Otra posibilidad es que intentara abarcar demasiado en un sólo terminal, como el Dell Venue Pro, que aunque no pintaba mal, acabó presentándose con un diseño cuestionable, un sistema operativo demasiado embrionario, y el formato barra deslizable, con pantalla táctil y teclado a la vez.
¿Hacia dónde se encamina ahora Dell? Como informan en Forbes, volverán a sus objetivos anteriores para el futuro: tablets con Windows RT o Windows 8. Así termina la historia de un fabricante que ha sido víctima, aparte de sus propios fallos, de apostar por un mercado donde la competencia es feroz, y unos pocos se reparten el negocio.
Además, Jeff Clarke, presidente de Dell, también ha tenido palabras para explicar el abandono de la plataforma Android. Argumenta que mientras que Google o Amazon sí han conseguido rentabilizar su uso enfocándolo a diferentes negocios, a Dell no le ha aportado lo suficiente, y también se apartará de su camino.
No es la primera vez que Dell abandona. Ya lo hizo también cuando dejó de producir netbooks, y en reiteradas ocasiones se ha encaminado hacia el sector empresarial, que siempre les ha resultado más interesante, y donde mejor funcionaban sus ventas. Aunque nunca gusta despedirse de alguien que lo intentó y trató de aportar e innovar, parece un paso inevitable ante el ínfimo porcentaje de ventas que se quedan las marcas pequeñas, alejadas de Samsung, Apple, Sony y compañía.