Desde el primer Nexus, Google supo poner bien alto el listón de lo que un teléfono Android de alta gama debería ser, o al menos algo a lo que el resto de fabricantes deberían intentar parecerse. Casi tres años después y cuatro modelos más tarde, el Nexus 4 es un estandarte de toda esa herencia recibida y un exponente orgulloso de la nueva versión de Android, la 4.2.

Un teléfono que llega para formar parte de la nueva trifecta de Google, acompañado del Nexus 7 y el Nexus 10, por primera vez y afortunadamente con una interfaz unificada en todos ellos. Es también la primera ocasión que LG se pone a los mandos de la familia Nexus, después de HTC y Samsung, y los cambios, tanto a nivel de pulido de hardware como sobre todo a nivel externo en la calidad de construcción se hacen evidentes desde el primer momento en el que lo sostenemos en la mano.

Lanzado a finales de un 2012 que ya acaba, el Nexus 4 llega también con un panorama muy competitivo, con el iPhone mejor que nunca, el Galaxy S III rompiendo récords de venta y Windows Phone 8 envuelto en terminales tan pulidos y apetecibles como el HTC 8X o el Nokia Lumia 920

Con un precio de 299$ o 299€ en su modelo más básico, prácticamente la mitad que el de un smartphone de gama altan convencional, papeletas no le faltan para convertirse en el nuevo Android por excelencia. Muchos aciertos y algunos fallos, así es el nuevo Nexus 4.

Especificaciones técnicas

Parte con una hoja de especificaciones propia de un smartphone de alta gama, que es el hueco en el que el Nexus 4 se mueve pese a ese precio. Monta un procesador de Qualcomm con cuatro núcleos (una mejora sensible con respecto al doble núcleo del Galaxy Nexus) funcionando a 1,5 Ghz. La pantalla son 768x1280 metidos en 4,7 pulgadas con una densidad de 318 píxeles por pulgada y tecnología IPS que se queda cerca en cuanto a especificaciones de la del iPhone 5 por ejemplo, o de la del HTC One X, pero que en la práctica es un poco más apagada y con colores menos saturados.

13 centímetros de alto, casi 7 de alto y 9 de grosor para un teléfono que cuenta con 139 gramos y se siente un poquito más pesado que el resto de terminales de la competencia. La cámara trasera son 8 Megapíxeles y grabación a 1080p, 30 fps, pero constituye como vamos a ver más adelantes uno de los verdaderos puntos flojos del terminal. La cámara frontal son 1,3 Megapíxeles, nos da para hacer videoconferencia por Skype o servicios similares y poco más.

Terminamos con los 2100 mAh de batería, algo por encima de la media pero que en la práctica aportan un rendimiento similar al del 99% del resto de smartphones, y los sorprentes 2GB de RAM, una de las claves para la fluidez con la que el Nexus 4 mueve todo Android.

Diseño

Basta de números y de características técnicas aburridas, pasamos ahora a ver cómo es el trabajo que LG ha hecho con la manufactura del Nexus 4, con su diseño, sus líneas y sobre todo sus acabados.

Y es que una de las principales quejas que siempre han rodeado a Samsung, responsable de los dos últimos teléfonos Nexus, ha sido la calidad de los materiales y el acabado plasticoso que todos sus terminales, sin excepción, siempre tienen.

En el caso que nos ocupa, y ya iba siendo hora, por fin tenemos cristal tanto en la parte frontal como en la parte trasera. Gorilla Glass ultraresistente para la pantalla pero también para el acabado pixelado de la parte posterior. Este acabado es más sutil de lo que Google nos quiere hacer creer (aunque creedme, se agradece muchísimo) y bajo ciertas condiciones de luz queda realmente vistoso. Y sí, los laterales son de plástico, pero gracias a ese borde plateado y al toque cromado que tienen los botones se disimula muy bien.

Habrá, como siempre, quien esté en desacuerdo conmigo, pero después de 7 días el Nexus 4 me parece no sólo el terminal más bonito que ha fabricado Google hasta la fecha sino también uno de los más elegantes y mejor diseñados que podemos encontrar en el panorama Android. Respeta las líneas Nexus que ya tenía, las mejora, y utiliza materiales superiores. A mí con eso me sobra.

Vamos a hablar con más profundidad de la pantalla en el siguiente apartado, pero desde el punto de vista del diseño otro de los detalles apreciables es el aspect ratio de la pantalla. Lejos de ese ratio más alargado que encontrábamos en el Galaxy Nexus, o realmente en casi cualquier otro teléfono, el Nexus 4 tiene una pantalla que crece un poco más a lo ancho, algo que se agradece mucho a la hora de leer o a la hora de navegar por internet aunque no tanto a la hora de ver vídeo o fotos, por ejemplo. No llega, evidentemente, a los límites absurdos del LG View, pero aplicaciones imprescindibles en Android para mí como pueden ser Pocket, Flipboard, o Evernote se aprovechan todas ellas de esa sutil diferencia que en lo personal hacen que con el Nexus 4 no haya vuelta atrás cuando lo comparo con otros terminales similares.

¿Dónde está la trampa? No todo es maravilloso con el Nexus 4. Por ejemplo, al ser la parte trasera de cristal los dedos se quedan marcados con sólo rozarlo. Es también más frágil, y después de unos días de uso aparecen algunos arañazos (de manera sutil pero aun con todo perceptible). El botón de bloqueo está situado en una zona que para mí no es del todo cómoda, demasiado arriba, y para los que utilizamos el teléfono con la mano izquierda hace que sea un poco incómodo llegar con el dedo índice.

En la trasera no hay resalte de ningún tipo en el hueco que deja la cámara, ni siquiera un cambio de material, lo que provoca que las huellas y las marcas de las que hablábamos estropeen a la mínima una fotografía que queramos tomar rápidamente. El altavoz también se sitúa en la parte trasera y con ciertas posturas de la mano se tapa parcialmente empeorando la calidad del sonido.

Por lo demás, y pese a las 4.7 pulgadas es un terminal que se lleva cómodamente en el bolsillo, al mismo nivel que cualquier otro smartphone de hoy en día que no sea un Galaxy Note, básicamente.

Pantalla

Llegamos a uno de los puntos críticos para todo teléfono, uno especialmente sensible después del panel Super AMOLED HD que montaba el Galaxy Nexus, la maldición de las pantallas Pentile que acompaña, o acompañaba, a medio Android y las mejoras introducidas en las pantallas de otros terminales de la competencia como el iPhone 5, que mantiene las características en las que ahora mismo todos se pelean, como la densidad de píxeles, para apostar por mejorar otros parámetros como la saturación del color.

En este caso, y por desgracia, el Nexus 4 se queda más corto de lo que nos gustaría. La pantalla IPS de 4,7 pulgadas a 318 píxeles por pulgada y 768x1280 píxeles de resolución está lejos de ser una mala pantalla pero también lo está de parecerse a la de otros grandes contrincantes. Colores más planos y apagados y un negro que ya no se funde con el marco como ocurría con el Galaxy Nexus o con otros teléfonos como los Lumia. En el Nexus 4 la barra táctil inferior de botones de retorno, inicio y multitarea resalta a peor con respecto al negro impoluto y profundo del borde.

Lo que mejora es el suavizado de fuentes, y esa resolución de pantalla ayuda mucho a que la lectura de textos, ya sean páginas webs, tweets o libros electrónicos sea excelente. Cualquier rincón de la interfaz que sea rico en texto se va a ver muy beneficiado, ayudado de ese aspect ratio más cuadrangular que mencionábamos antes.

El ajuste automático de brillo no es que haya sido nunca ninguna maravilla en ningún Android, y en este caso no hay excepción, pero sí se ve mejorado con respecto a la generación anterior y en general con respecto al de casi cualquier otro terminal con el sistema operativo de Google.

Así que decir que la pantalla del Nexus 4 es mala es mentir como un bellaco, pero decir que es buena, o mejor dicho, todo lo buena que debería ser, también lo es. Ni buena ni mala, sino algo en el medio que a mí personalmente no me satisface completamente. Expresar algo que sólo se percibe con los ojos, más cuando hablamos de términos como 318 píxeles por pulgada, siempre ha sido complicado, aun contando con fotografías, por lo que la manera más rápida de salir de dudas es tener uno delante. En general, eso sí podemos afirmarlo con calma, sale perdiendo contra la del HTC One X, iPhone 5, Nokia Lumia 920 y el nuevo HTC 8X.

Cámara

Ah, la cámara, bendición para algunos y talón de Aquiles para otros decanta muchas veces la reñida batalla que se libra en las aburridas listas de características técnicas. Es uno de los mejores ejemplos de que un número sobre una hoja de papel de poco sirve. Salvo excepciones como los maravillosos 13 Mpx del Xperia T, la mayoría de los teléfonos de gama alta ahora mismo se mueven en torno a los 8 Mpx y graban vídeo a 1080p y 30 fps, sin embargo basta echar un vistazo a cualquier comparación entre la misma foto tomada en el mismo lugar y al mismo momento para darse cuenta de que las diferencias son abismales ¿Por qué?

En el caso del Nexus 4 resulta complicado decirlo, puede ser porque la pantalla no acompaña mucho en saturación a la hora de ver las fotos (no al resultado final, entiéndase), puede ser porque la nitidez no es nada del otro mundo incluso con buena luminosidad o puede ser porque los bordes no estén todo lo definidos que nos gustaría. El caso es que a la cámara del Nexus le falta ese factor "wow" que sí se ve en el iPhone 5, en el Galaxy S III o en el Lumia 920. Por $300 dólares, eso sí, quisiera yo ver más cámaras como esta. En la galería pueden verse algunos ejemplos de cómo se compora el teléfono en condiciones de baja luminosidad, situaciones en las que en los principales problemas los encontramos en el enfoque, que es un tanto lento.

Y sí, el Google Nexus 4 es un teléfono subvencionado y su precio real ronda los 600 dólares, de hecho así y a ese precio se venderá en los países que no dispongan de Google Play o si lo compramos fuera de este. Pero a fin de cuentas lo que acaba apareciendo en la factura es la mitad de ese número, y los resultados que obtenemos a cambio, sobre todo si lo comparamos con opciones que cuestan mucho más, no son nada desdeñables.

Otros fallos pasan por el enfoque, que no es muy rápido en general o directamente se hace un lío él solo, por los cambios súbitos de iluminación y por la velocidad de captura, que no es mala, pero lejos de ese disparador ultra rápido del que alardea Sony en sus Xperia o Apple en el iPhone 5. Nótese como en muchos lugares de la reseña hablamos de términos que hacen referencia a "no es malo, pero tampoco es bueno", simplemente mediocre.

De las mejoras introducidas en la cámara ya hablaremos en el apartado de sistema operativo pero en general todos los movimientos que Google ha hecho en este aspecto han sido bastante acertados. La interfaz es más limpia, más clara, permite tomar mejores fotos y atinar mejor con el enfoque. La nueva rueda para activar o desactivar flash, el HDR, la exposición y el balance de blancos es lo mejor que se ha visto en una interfaz móvil para una cámara, directamente. En Windows Phone esta interfaz siempre ha sido el punto más flojo, en iOS se accede a través de un menú llamado Opciones que es lento y poco ágil.

Las fotos esféricas y panorámicas no es nada que no hayamos visto en Android antes, sobre todo en forma de aplicaciones de terceros, pero el hecho de que estén presentes de manera nativa y con ese toque Google de usabilidad le suman varios puntos al Nexus 4. Eso sí, las panorámicas tienen un pase aunque la calidad final es mejorables, pero las esféricas, que supuestamente son las que mejor deberían funcionar por su espectacularidad, son un auténtico desastre. Exposiciones que fallan, visualizador incorporado que crashea y resultados muy irregulares son la tónica de la nueva funcion de fotos esféricas, algo que espero que Google mejore en futuras actualizaciones.

Si alguien está pensando en comprar el Nexus 4 por la cámara, es mejor que vaya considerando otras opciones. Si alguien, aún conscicente de sus limitaciones, prefiere compensar esa carencia con el precio del Nexus 4, aquí hay alguien que lo entiende perfectamente. Después de todo, "no es la mejor cámara" nunca fue sinónimo de "es una mala cámara", simplemente... ya sabéis.

Android 4.2

Una de las últimas perlas de la corona que nos queda por desgranar en el análisis del Nexus 4 es la nueva versión de Android que Google aprovechó para lanzar acompañada del nuevo teléfono. En ALT1040 la definieron como "la mayor de todas las actualizaciones menores" que ha recibido nunca Android, y es cierto. Mejoras en la cámara, multiusuario (sólo para Nexus 7 y Nexus 10), teclado swype, Google Now... nada pero que nada mal.

El salto a Jelly Bean fue un salto en pos de la fluidez en lugar de incluir nuevas características, una decisión a mi parecer acertada y que en el caso del Nexus 4, teléfono veloz y fluido donde los haya como veremos en el apartado del rendimiento, se refuerza. Está claro que esos 2GB de RAM y un procesador de cuatro núcleos no entorpecen precisamente pero por primera vez, acostumbrado a la fluidez de otros sistemas, no tengo en absoluto ninguna queja, o muy pocas, sobre cómo mueve un teléfono Android el sistema, sin importar el número de aplicaciones que tengamos abiertas o las tareas que estemos ejecutando, simplemente funciona.

Sobre las fotos esféricas ya hemos hablado, multiusuario sólo estará presente para tablets y el teclado tipo swype... bueno, digamos que no funciona mal pero a mí nunca me llegaron a convencer este tipo de teclados y el que vendrá a partir de ahora nativo con Android no ha conseguido cambiar esa opinión. Si te gustaban hasta ahora te encantará este, si no, es otra función prescindible más.

Si abrimos el centro de notificaciones en la esquina superior derecha ahora encontramos un nuevo menú que nos permite acceder a todos esos ajustes rápidos que antes siempre estaban colocados en el clásico widget para muchos usuarios. Incorpora alguna función más extra, como nuestro avatar o ver de manera precisa, con porcentaje, el nivel de batería. En general se comporta como un acceso directo a las opciones más frecuentes de WiFi, Bluetooth, Brillo y Modo Avión.

En un contexto donde despúes de Siri todo el mundo se está lanzando a sacar sus propios asistentes virtuales por voz, Google Voice Search y Google Now son dos de las grandes bazas del Nexus 4. Voice Search es más limitado que Siri, aunque mucho más potente bajo el capó, pero funciona de manera más rápida, la voz sintética es más humana y los resultados son más contextuales y mejor orientados. Está claro que los 14 años que lleva Google en eso de las búsquedas no le hacen daño precisamente pero en otros aspectos como la interfaz o la cantidad de opciones disponibles, Voice Search se queda un poco atrás.

Google Now es lo más parecido a un asistente pasivo siempre atento y responsable, muy a lo secretaria solícita. Ya habíamos podido verlo en Jelly Bean pero en Android 4.2 se ha mejorado y se han añadido más tarjetas. Está siempre accesible desde el menú de inicio (también en la pantalla de bloqueo) y desde el Galaxy Nexus que utilizaba con la anterior versión es una de mis características favoritas de Android con mucha diferencia.

Podríamos alargar la reseña a proporciones bíblicas si entrásemos a analizar como se comportan todos los detalles de Android en el Nexus 4 pero en general, dentro de las características propias y personales de Android que levantan tantas pasiones como odios, la experiencia de usuario es muy grata. Para mí hubo un tiempo en el que esa experiencia de usuario fue el principal punto en contra de Android y aunque ha habido un largo camino entre medias, es innegable que Google, sin terminar de cuadrar el círculo del todo, ha hecho un buen trabajo.

Rendimiento, Batería y Conectividad

Google ha paseado por medio Internet las bondades de fluidez del Nexus 4, así que es un punto en el que hemos sacado la lupa fina para analizarlo al detalle. Con 1.5 Ghz en cuatro núcleos, 2 GB de RAM y el resto de bondades con las que cuenta el terminal, si el teléfono hubiese tenido el mínimo problema de lag o rendimiento tendríamos que perseguir a los responsables por medio mundo con un látigo de siete colas. Afortunadamente, no es el caso.

El Nexus 4 se come lo que le eches, desde juegos de última generación en el móvil como Dead Trigger o Shadowgun a vídeos en alta resolución, varias aplicaciones abiertas y cualquier tipo de tarea que queramos realizar. Todo se mueve rápido y sin problemas exactamente como cabría esperar. Puede que el Nexus 4 tenga problemas en otros aspectos, el rendimiento, desde luego, no es uno de ellos.

Pero ¿Qué ocurre con la batería? Una pantalla así, cuatro bestias pardas en forma de núcleos a las que alimentar y todo el plantel de aplicaciones de Android 4.2 no tienen que ser fáciles de contentar. La respuesta es 2100 mAh, un número alto para los estándares que se traduce en un no hay nada nuevo bajo el sol: misma duración de siempre, mismas características de siempre y mismo rendimiento de siempre.

Ahora es cuando toca hablar de los distintos perfiles de usuario. La medición de lo que le dura a cada uno la batería y de cómo de rápido o no siempre ha sido un tema complicado, más que nada porque tiene una alta carga de percepción subjetiva. Básicamente, si ahora mismo eres usuario de un teléfono de gama alta, no esperaría mucha mejoría, más bien los mismos resultados a los que estás acostumbrado. Si es un gama media o un teléfono más viejo es probable que lo notes y que lo agradezcas sobre todo por la flexibilidad que aporta. Y sí es un teléfono con mala batería, el Nexus 4 te parecerá una bendición, pero de nuevo también te lo parecería casi cualquier teléfono de la competencia.

Terminamos con la conectividad. En algunos países como España nos da igual porque todavía no lo tenemos disponible, pero en otros como México donde Telcel está comenzando a implantarlo próximamente el LTE se va a convertir en una función imprescindible. Una función de la que el Nexus 4 va a cojear porque no dispone, por algún extraño motivo Google no decidió incluirlo en la ficha de características y asumimos, salvo giro inesperado de timón y posterior actualización de hardware, que no veremos LTE en un Nexus hasta la siguiente iteración del dispositivo. Y no, no se me olvida el NFC, pero es que de momento sirve para tan poco que básicamente y para el común de los mortales es como si no existiese. Eso sí, incluirlo lo incluye, interesante de cara a un futuro.

Conclusión

8/10

El Nexus 4 no es un teléfono perfecto, pero se hace querer. No es tampoco el mesías redentor llegado para poner en ridículo al resto de terminales Android de otros fabricanes, ni siquiera lo es para la competencia. Es un teléfono de gama alta con unos pros y unos contras que arriba suscribo, con un precio que sacará de dudas a más de muchos y con la ventaja de llevar el sello de papá Google en su interior.

La pregunta es ¿Es el mejor teléfono Android que puedo comprar ahora mismo? Le siguen de cerca muchos, especialmente el Xperia T, pero si tenemos que ser estrictos en mi opinión, sí, es el mejor teléfono con Android que puedes comprar ahora mismo. No tiene la mejor cámara, ni tiene LTE, a algunas partes del diseño yo le habría dado un par de pensadas de más y la pantalla podría beneficiarse de un poquito más de contraste y saturación pero para todo lo demás el Nexus 4 cumple con creces.

Una prueba de que a Android no le hacen falta funciones exclusivísimas, ni NFC, ni que se apague cuando dejas de mirarlo ni tecnologías complicadas que acaban en "Beam", en "Plus" y en "Touch", le hacen falta unos niveles de usabilidad como la copa de un pino y una experiencia de usuario tan agradable, tan fluida y tan conseguida como la del Nexus 4. Y con eso, querido lector, ya está todo el pescado vendido.

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