Ya queda menos. Si hasta el iPhone 4 verano equivalía a nuevo smartphone de Apple, desde el año pasado con el 4S este lanzamiento se orienta más al comienzo del otoño. Ya presentados en los meses anteriores los nuevos iPad y la renovación de la gama de portátiles de Apple, es ahora cuando la blogosfera y las redes sociales se convierten en un bullicio de rumores sobre la próxima generación de iPhone. En este post vamos a enumerar los más extendidos y los más viables.

En septiembre

En 2007, la épica keynote del primer iPhone fue en enero, aunque éste acabaría lanzándose al mercado en junio. En junio fue también cuando se presentaron las tres siguientes generaciones: 3G, 3GS, y 4. La quinta, el iPhone 4S, se retrasó hasta el 4 de octubre del año pasado, apenas un día antes del fallecimiento de Steve Jobs. Para el nuevo iPhone, los rumores apuntan a una fecha concreta: el 12 de septiembre. Así, no nos morderíamos tanto las uñas como en 2011, cuando las fechas señaladas como probables iban pasando sin tener ni rastro de una keynote. Esperemos que este año Apple no nos deje tanto tiempo esperándola.

Nomenclatura

En la blogosfera en general, y nosotros los primeros como podéis ver en el título, solemos referirnos a esta sexta generación de iPhone como el iPhone 5, básicamente para evidenciar que hablamos del próximo. No obstante, este nombre es poco probable, ya que el quinto iPhone es el 4S. Además, no tendría mucho sentido llamar 'iPhone 5' sin más al iPhone que estrena iOS 6. Y sobre todo, tenemos el precedente del iPad.

colección iPhone

Cuando se presentó el de tercera generación, no se hizo ninguna referencia a ningún acompañamiento a su nombre, siendo el sucesor del iPad 2. Todos esperábamos ver un rastro de 'iPad 3' o 'iPad HD' (los nombres que más papeletas tenían', hasta que nos dimos de cuenta de que con esta ausencia estaban equiparando su nomenclatura a la de los MacBook Air, los iMac, Apple TV, etc. El nombre del producto, sin añadidos, viendo impasible las nuevas generaciones. ¿Harán lo propio con el iPhone? Personalmente, creo que sí. Y me gustaría.

Nueva pantalla

Si tuviésemos que escoger un 'smartphone insignia' de las más importantes marcas, podríamos sacar el Samsung Galaxy S III (pantalla de 4,8"), el HTC One X (4,7"), el Sony Xperia S (4,3")... y el iPhone 4S (3,5"). Esta diferencia empieza a hacerse inviable, y muy pocos perdonarían que en la segunda mitad de 2012 Apple siguiese encerrada en ese tamaño.

No obstante, parece que tras los fallidos rumores de hace un año, ahora sí que presentarán un iPhone con una pantalla más grande, de entre 3,9 y 4 pulgadas. La proporción no sería la misma que la actual (3:2), sino que pasaría a ser 16:9, ya que la anchura quedaría igual, pero la altura aumentaría considerablemente, tal y como evidencia la escalabilidad hallada en iOS 6. En esta nueva pantalla ganaríamos una hilera más de iconos, si bien hubiera podido aprovecharse para usos quizás más eficientes, como poder añadir al menos un widget al springboard, la fórmula que tan buenos resultados ha dado en Android.

Diseño unibody

La apariencia del iPhone 3GS era prácticamente idéntica a la del 3G, igual que la del 4S lo fue de la del 4. Todo apunta a que por tercera vez volveremos a ver un rediseño importante en el iPhone, empezando por la pantalla pero yendo mucho más allá.

Los prototipos filtrados mediante piezas indican un iPhone con diseño unibody, lo cual explicaría las tres piezas de la parte trasera -la grande central y las dos pequeñas de los extremos-. Puede sonar confuso, pero aquí es muy interesante ojear la opinión del diseñador industrial Don Lehman. Su teoría es que la pieza central metálica vendría a unir los laterales del iPhone con la parte trasera, ya que desde el lanzamiento del iPhone 4S (y el 4 con conexión CDMA) las bandas metálicas laterales no tienen funciones de antena. De esta forma, únicamente las dos bandas superior e inferior en forma de U funcionan como antenas, lo cual posibilita este diseño unibody y explica el diseño del panel trasero. Además, este nuevo aspecto metálico despide al cristal trasero del 4 y el 4S, que a pesar de su vistosidad y elegancia tenía demasiada tendencia a las roturas por caídas accidentales o golpes.

Más delgado

Por lógica, un rediseño en este campo implica un menor grosor, y el margen que tiene Apple con su predecesor, el 4S, es amplio: 9,6 mm. Los principales competidores están notablemente por debajo, con los 8,6 mm. del Galaxy S III o los 7,8 mm. del One S (aunque el de la foto es un X). Los rumores indican que el nuevo iPhone tendrá 7,6 mm. de espesor. De cumplirse, estaría poniendo el listón bastante alto, aunque habrá que esperar a su lanzamiento para ver si cumple. De todas formas, no todo es adelgazar el smartphone, sino también hacerlo de forma adecuada para que no transmita constantemente sensación de fragilidad.

Los rumores sobre las nuevas pantallas que Sharp y LG proporcionarían a Apple hacen un poco más viable este punto, ya que integrarían los sensores táctiles dentro del propio LCD. Además, el punto anterior guarda relación con este, ya que el diseño unibody permitió adelgazar a varios dispositivos de Apple anteriormente, así como hacerlos más fuertes y ligeros.

Nuevo procesador

Es otro de los movimientos lógicos en un smartphone que se renueva anualmente. El iPad de tercera generación carga el A5X, aunque los rumores previos a su lanzamiento creían que equiparía un procesador A6. El próximo iPhone tiene todos los números para equipar el mismo A5X, siguiendo el rastro de los dos anteriores iPhone que cogían de los iPad ya presentados su procesador. También surgiría la posibilidad de encontrarnos con uno nuevo (¿A6?).

NFC

Uno de mis puntos favoritos, y que me encantaría que Apple implementara para ayudar a expandir esta tecnología, como ya comenté hace unas semanas, por lo que no me voy a expandir demasiado aquí. Un chip NFC en el próximo iPhone, junto otros terminales Android que ya lo han incorporado, sería como pedir a gritos a entidades bancarias y plataformas de pagos móviles que hagan crecer esta tecnología. No obstante, y como comenté en la entrada enlazada anteriormente, las patentes de Apple sobre el NFC indican que tienen planes que van muchos más allá de los pagos.

NanoSIM

Dos años después de que el iPhone 4 fuese el primero en necesitar una MicroSIM, Apple vuelve a cambiar de estándar para obtener un poco más de espacio en su smartphone. Casi con total seguridad veremos la NanoSIM en el nuevo iPhone, con unas medidas aún más reducidas.

Tecnología LTE (4G)

Ya estrenada en el iPad de 2012, el cual permite velocidades de bajada mediante internet móvil de hasta 20 Mb/s. Aunque en Europa esto nos deje, de momento, indiferentes, los norteamericanos sí podrán notar y mucho esta mejora en la velocidad. El nuevo iPhone tiene todos los números para incorporarla, empezando por la presión de la competencia. De hacerlo, tendríamos (o tendrían los norteamericanos, mejor dicho) una conexión tan rápida o más con los datos del iPhone que en casa con ADSL.

Mejores cámaras

La calidad alcanzada con la óptica del 4S debería de seguir mejorando para acabar de asentarse, si no lo ha hecho ya, como un sustituto completo de las cámaras compactas. Quizás un flash más potente (o duplicado, aunque no entraría en los prototipos que recorren la red) mejoraría la toma de imágenes nocturnas, tanto por la luminosidad como por la reducción del ruido. Aunque con los ocho actuales ya son menos importantes que su óptica, podría alcanzar los diez o doce megapíxeles.

La cámara que debería mejorar notablemente es la delantera, que sigue siendo VGA. Lo que parece claro a tenor de los prototipos es que cambiará su localización lateral para ubicarse en el centro, sobre el auricular. Un cambio similar al de las cámaras iSight de los Mac (ahora FaceTime) cuando pasó de VGA a 1 Megapíxel. Como apunte extra, parece definitivo que Apple, de momento, no tiene interés en el 3D.

Batería

Aguantar todo lo expuesto hasta ahora, especialmente el uso de la red 4G, o una pantalla más grande, hace necesario un aumento de la capacidad de la batería para, al menos, equiparar la duración a la vista hasta ahora. El tamaño de la pantalla aumenta el consumo, sí, pero al mismo tiempo agranda el teléfono, lo cual hace que el espacio para la batería sea mayor. Aparte, las mejoras técnicas (como la vista en el iPad, que aumentó los mAh al doble en prácticamente el mismo espacio) también aumentarían la vida de ésta. En otras palabras, los esfuerzos en el campo de la energía de estos dispositivos van encaminados a mantener la duración actual a pesar de la inclusión de novedades, más que a aumentarla. Las patentes para la aún utópica batería de dos semanas siguen sin notarse en el mercado.

Nuevo dock

El omnipresente en Apple conector de 30 pines tiene, a tenor de los rumores, su fecha de muerte anunciada. Éstos apuntan a un dock mucho más pequeño, las diferentes versiones apuestan por uno de 8, 9 o 16 pines. Este cambio generaría un problema de retrocompatibilidad con multitud de accesorios (cargadores, adaptadores, estaciones de sonido, bases de carga...). Se especula con la distribución de adaptadores por parte de Apple, aunque por motivos físicos no sería compatible con cualquier accesorio.

Jack reubicado

El conector para auriculares ha cambiado de lugar. Si durante los cinco modelos anteriores ha estado en la parte izquierda del borde superior, ahora lo estará en el inferior, siempre de acuerdo a los rumores y prototipos más rumoreados. Uno de los cambios menores pero que notaremos en nuestro día a día una vez lo tengamos, quien lo vaya a tener. Los dueños de un iPod Touch no necesitarán familiarizarse demasiado a este cambio, el suyo tiene el jack también en la banda inferior pero en el otro extremo.

¿Éxito de ventas?

Suena ya manido hablar de un futuro iPhone como de un éxito de ventas, pero vistos los precedentes, y la expectación generada alrededor de éste, no parece que en esta ocasión vaya a cambiar la tendencia. Algunos analistas han reparado en que de media, cada iPhone vende más que todos los anteriores juntos, y creen que el sexto modelo podría conseguirlo, para lo cual harían falta unas 170 millones de unidades vendidas. Una auténtica barbaridad en un contexto de recesión económica mundial.

No obstante, en el caso de España podrían contar con una ventaja. Hace dos años comenzó a venderse el iPhone 4, el primero que estaba disponible con las tres grandes operadoras (Movistar, Vodafone y Orange) y no sólo con la primera. Han pasado veinticuatro meses, exactamente el mismo compromiso de permanencia que pedían en muchos casos. Esto significa que es ahora cuando los clientes pueden marcharse a otra para tratar de conseguir el nuevo iPhone en condiciones similares a las de 2010. Y conocida la fidelidad a la marca que consigue el iPhone, no sería de extrañar ver un repunte de ventas a partir de septiembre.

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