Del nuevo teléfono de Apple se viene hablando hace ya mucho tiempo. Todos hacen alusión al smartphone más esperado del mundo y nueva información aparece relacionada a la pantalla que podría llegar a integrar. Hace unas semanas se habló de la incorporación de una pantalla in-cell por parte de la quinta versión del iPhone y hoy surgió más información que, al menos según la gente del The Wall Street Journal, lo confirma.
Según revela el prestigioso diario las pantallas en cuestión ya estarían siendo manufacturadas masivamente. ¿Qué significa esto? Que si bien muchas veces una empresa fabrica tecnologías para integrarlas en sus dispositivos de prueba, hacerlo de manera masiva solo podría confirmar la utilización de la misma. Lo interesante de todo esto es que, con esta tecnología, haría que el nuevo teléfono sea más fino que el 4 y el 4S.
Según apuntan los rumores la empresa que estaría a cargo de la producción de los mismos sería Sharp y LG quienes, bajo el nombre de Japan Display Inc., estarían llevando adelante todo. Estos paneles integran sensores táctiles dentro del propio LCD. Por este motivo se elimina la utilización separada de los componentes y, así, se genera que la pantalla sea más fina. Sea como sea, no es lo único en lo que nos beneficiará a los usuarios. También se aumenta con ello la calidad de la imagen y, al mismo tiempo, reducir los costes de producción ya que se eliminan proveedores y se concentra todo en el fabricante de la pantalla. WIN-WIN por donde se lo mire, señores.
Si bien está claro que esto no es más que un rumor, y como siempre decimos a ellos hay que tomarlos con pinzas y nunca darlos por confirmados, se estima que el nuevo teléfono puede tener 1.4 milímetros menos de grosor que las últimas dos versiones. Todo si se confirma la utilización de esta pantalla con tecnología in-cell.