Los robots cada vez son más usados por los seres humanos para cuestiones que no tienen nada que ver con temas relacionados a la tecnología que, como es lógico, era para lo que eran utilizados hace pocos años. Hace un tiempo que pudimos ver a uno dirigiendo una orquesta u otros limpiando nuestros hogares y ahora el coreógrafo Thomas Freundlich los convirtió en agraciados bailarines.
En su último espectáculo, llamado Human Interface que se está realizando en Helsinki, involucra no solo bailarines convencionales sino también robots industriales. Los movimientos de las máquinas están programados y Freundlich decidió realizar este show porque los movimientos son “tan sobrehumanos que pareciera que tuvieran vida”.
De hecho no es la primera vez que tiene esta idea y si bien no fue preparado para un show completo en el 2008 realizó una danza que llamó Actuator donde decidió incluir robots y donde bailó él mismo.