Acaba de llegar a las oficinas de Hipertextual el último teléfono insignia de Sony, el Xperia S, presentado durante el Mobile World Congress de este año y cuya principal reseña radica en el hecho de que es el primero que abandona la línea Ericsson para ser el primer adentramiento de Sony en solitario en el mercado de los smartphones.

Otras características importantes son el uso efectivo y activo, no como mera característica añadida, del NFC mediante las Smart Tags o la posibilidad de conectarlo a la televisión con el cable HDMI incluido para poder disfrutar de todo el contenido del teléfono en la pantalla grande.

El diseño es otra de las características en las que la compañía ha hecho más hincapié a la hora de promocionarlo y de situarlo y hay que reconocer que han hecho un buen trabajo. Disponible en dos colores, blanco y negro, las líneas son elegantes y la barra transparente de la parte inferior le de muchísima personalidad. La barra se ilumina y sirve de referencia para los tres botones Android, que no están ubicados sobre la propia barra sino en la parte inmediatamente superior y son capacitivos, totalmente táctiles.

En la parte trasera encontramos la cámara, que de momento nos ha dejado un buen sabor de boca, a desarrollar en más profundidad en nuestro Labs y aparte el flash y el altavoz. En la parte delantera encontramos la cámara frontal para videollmadas. A pesar de no tener demasiado tamaño el altavoz, unido a una tecnología específica de Sony xLoud para mejorar el sonido que en nuestras pruebas ha aportado unos resultados bastante sorprendentes.

Es un teléfono que se siente consistente en la mano y con un peso adecuado, que da gusto sostener y bien fabricado, no tiene batería intercambiable y para introducir la microSIM basta con deslizar la tapa hacia arriba. En los lados encontramos la salida HDMI, el botón dedicado para la cámara, los botones de volumen y la entrada USB, que sirve tanto para cargarlo como para la transferencia de datos. en la parte superior encontramos la entrada de audio (propietaria, por desgracia, no vale cualquier conjunto de auriculares) y el botón de bloqueo desbloqueo.

En cuanto al interior, el sabor de Android que incorpora ha sido una de las mayores decepciones. Deja bastante claro que se podrá actualizar a Ice Cream Sandwich en un futuro próximo pero de momento, y aún sin tener noticias de esa actualización, ese Android 2.3 Gingerbread nos sabe a poco.

Incorpora algunos widgets muy interesante y el tema que viene por defecto de personalización es bastante vistoso a la vez que complementa adecuadamente el resto del teléfono.

En nuestro Celularis Labs, que está a punto de salir, analizaremos a fondo todos los detalles del nuevo Xperia S. Un teléfono muy a tener en cuenta y que de no ser por ese 2.3 puede plantar cara con comodidad al resto de terminales de alta gama Android, Galaxy Nexus y Galaxy SII incluidos. ¿Qué apartados os gustaría que tratásemos más específicamente en la reseña? ¡Dejad vuestras opiniones en los comentarios!

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