El mundo de las cámaras digitales no para de evolucionar. Con la llegada de las compactas el mundo cambió por completo y dejó atrás el viejo formato de films en los que tenías que sacar una captura, ir a revelar, y recién ahí ver cómo había quedado todo. Un proceso lentísimo que cambió por completo. Pero eso también está cambiando y poco a poco el mercado de las compactas está quedando atrás. Esto se debe a que las que traen los móviles son cada vez mejores, cada vez vienen con mejores lentes, mayor calidad y sus capacidades aumentan todos los meses.

El mundo DSLR todavía tiene su mercado porque es algo mucho más profesional pero, poco a poco, están empezando a tomar su lugar y acaparar el mercado las nuevas (y es nuevo en comparación a otras y no porque hayan salido hace poco) EVIL (Electronic Viewfinder Interchangeable Lenses). Estas cámaras, para el que no las conoce, son las que permiten cambiar sus objetivos y llegaron para acaparar el mundo de la fotografía para aficionados. Muchos usuarios que anteriormente utilizaban las mejores compactas o las réflex de gama baja están comenzando a adoptar esta nueva tecnología.

Las EVIL son modelos que se encuentran en el medio de las compactas y las DSLR. ¿Por qué? La diferencia con las DSLR es que no poseen un visor de espejo para ver la imagen que se fotografiará sino que hay una pantalla como las compactas. Pero aunque no tengamos un visor de espejo se puede seguir manteniendo la calidad y podemos intercambiar lentes sin problemas. De esta manera se mantiene el control manual y, al mismo tiempo, se reduce el peso para transportarla y también se permite tomar capturas muy interesantes para los fotógrafos amateurs -y no tanto también-.

Los primeros que llegaron con estas cámaras fueron los de Panasonic y Olympus con las Micro Cuatro Tercios y, poco tiempo después, se unió Samsung. Después llegó Sony y hoy todas las compañías tienen, al menos, uno de estos modelos en su catálogo porque el éxito que están presentando es muy grande.

¿Por qué ese éxito? Es simple. Hace un tiempo escribí una entrada un tanto desarrollada de por qué opino que, con el tiempo, las cámaras compactas desaparecerán. Para resumirlo, se debe a que las cámaras de los smartphones están evolucionando de una manera tal que ya no se puede diferenciar cuándo una captura fue tomada con un teléfono inteligente y cuando con una cámara point and shoot. Por otro lado, las DSLR no desaparecerán, pero sí la gama más baja será desplazada por este nuevo modelo de cámaras EVIL que traen innovación al mercado y una capacidad de mejorar las capturas o diferenciarlas según lo que se necesite gracias a los diferentes lentes que existen hoy en el mercado. No sólo por el precio, sino también porque las DSLR son cámaras que hay que saber usarlas. No es agarrarlas, apuntar y disparar. Esto sí lo permiten las EVIL y los resultados son extremadamente buenos.

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