Hace poco más de dos años, el iPad vio la luz y en todo este tiempo se ha convertido en el segundo dispositivo de Apple en generación de ingresos por detrás del iPhone. Uno de los principales objetivos con los que fue creada la tablet era el de consumir contenidos. Para ello, la App Store está dotada de cientos de miles de aplicaciones.

Pero esta tienda de aplicaciones no fué desarrollada para el iPad, sino que fué hecha para el iPhone. El primer teléfono de la compañía fué comercializado por primera vez en el 2007 y fue en ese momento cuando se tuvieron que tomar decisiones muy importantes en la sede de Cupertino.

Inicialmente, Steve Jobs no estaba dispuesto a abrir a desarrolladores externos el código iOS del iPhone, necesario para poder crear aplicaciones de terceros, ya que como siempre, ha sido un férreo defensor de la integridad de sus dispositivos, haciendo que Apple fabricase su propio software y hardware, además de restringir el acceso a las "tripas" de los ordenadores y dispositivos. Pero Steve Jobs, después de recibir mucha presión de Art Levinson y Phil Schiller, dejó paso a aplicaciones de terceros y hoy en día, gracias a esta decisión, la App Store ha generado más de $3.000 millones y hace poco se ha descargado la aplicación 25.000 millones.

Todas estas cifras son escalofriantes, pero no se hubiesen producido sino fuese por los consumidores de dispositivos Apple que presentan mayor predisposición a pagar por contenidos como, por ejemplo, revistas y periódicos que se pueden comprar dentro de la aplicación Quiosco. Estos datos quedan de manifiesto después de que se confirmase de forma oficial que los usuarios de iPad gastan una media de $70.000 diarios (solo en USA). Una cifra bastante alta si consideramos que el Quiosco se lanzó hace unos 5 meses.

En definitiva, el éxito de Apple no solo radica en la creación y desarrollo de grandes dispositivos, con una perfecta integración de software y hardware, sino que gracias a su visión comercial, han consguido crear un círculo virtuoso entre dispositivos (iPhone, iPad o iPod), contenidos (música, libros, aplicaciones, etc) y plataformas (iTunes Store y App Store) que lo han propulsado al éxito, convirtiendo a la compañía de Cupertino en una máquina de generar ingresos.

Finalmente, gracias a este ejemplo, queda de manifiesto que la competencia ha beneficiado a Apple, ya que los desarrolladores de aplicaciones externos dan lo mejor de si mismo para crear programas completos que luego son compradas por nosotros, los usuarios. Además, todo esto no sería posible sin el exhustivo control que Apple realiza sobre el contenido que cuelga en su App Store.

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