En ocasiones puede ser útil conceder el acceso remoto a nuestro Mac o bien obtener el mismo de otro. Hay muchas opciones para controlar un Mac remotamente, algunas de ellas muy interesantes como Jaadu, que tiene una estupenda (aunque algo cara) aplicación para iOS, o LogMeIn, que probablemente sea una de las opciones más populares.

Sin embargo, después de estar usando varios y probando las opciones móviles para iPhone y para iPad, una destacó por encima de todas: TeamViewer. Su principal punto a favor es que establecer una conexión rápida con otra persona es muy sencillo, simplemente le damos nuestro identificador, que siempre es el mismo, nuestra contraseña, que cambia aleatoriamente cada vez que se inicia el programa y la otra persona está lista para ver y controlar nuestro Mac, ya sea desde otro Mac, Windows, Linux o desde un dispositivo iOS: iPhone, iPod Touch y iPad.

Aparte de ello también podemos configurar el cliente para poder acceder al equipo en cualquier momento de manera desatendida, sin necesidad de confirmación por parte de la otra persona. Esto es útil por ejemplo si lo que queremos es acceder a un ordenador o una serie de ordenadores en cualquier momento sin necesidad de estar dependiendo de que nos faciliten la contraseña.

En todo momento, tanto por el lado de las aplicaciones como por el lado del cliente de escritorio podemos ajustar si lo que queremos es darle prioridad a la calidad de la imagen o a la fluidez, así como establecer que se ajuste automáticamente según nuestra conexión. Con las pruebas que he estado realizando mediante 3G, aunque evidentemente depende de la calidad y la señal de la conexión, el rendimiento ha sido bastante bueno, pudiendo realizar sin mayor problema, por ejemplo, tareas tan cotidianas como poner un torrent a descargar o transferir un archivo.

Y es que otro de los grandes enfoques de las aplicaciones móviles, y uno de los motivos por los que tanto me ha convencido es ese, el poder recuperar en un nuestro dispositivo móvil un archivo que está en nuestro Mac en casa cuando nosotros lo necesitamos en el trabajo. Hay evidentemente opciones mucho más cómodas como Dropbox, pero puede ser que el archivo en cuestión no lo hayamos compartido o que no tengamos acceso a el mismo por el motivo que sea. Las aplicaciones llevan un apartado especial donde podemos acceder exclusivamente al sistema de archivos para leer los que estén en nuestro Mac o bien para copiar alguno allí, como una imagen o un documento adjunto.

Como mencionaba al principio, opciones no faltan, pero sólo por el rendimiento y por lo fácil que resulta decirle a cualquier persona de cualquier nivel tecnológico que lo baje y lo configure merece la pena.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: