Esta película ya la vimos. A nuestras casillas de correo llegó un anuncio de Apple ni bien terminó la presentación de esta tarde (¿hace falta que repita el encanto que han perdido las keynotes sin la presencia de...? No, no hace falta, ya lo saben todos). El título del comunicado fue: "Apple reinventa los libros de texto con la app iBooks 2 para iPad". Reinventa. Una palabra que sonaría presuntuosa y, hasta falaz, en boca de cualquier otra compañía tecnológica; pero que es absolutamente familiar en el contexto Apple.

Pero lo interesante del caso no es que Apple lo diga. Lo interesante es que el resto del mundo le crea (salvo algún fandr... algún negado que todavía ande por allí). La competencia lo cree. Y el mercado también. La escena tech baila al ritmo de los anuncios de Apple. Un sólo ejemplo: ni bien concluyó esta tibia presentación, las acciones de esa empresa se fueron hasta iCloud. E insisto: no hubo iPad 3, iPhone 5, no hubo televisores que arranquen con un solo botón, no hubo ningún otro anuncio más que... ¡libros de textos escolares!

Es una estrategia conocida, ésta, la de la reinvención. De hecho ha sido la mejor jugada en la historia de la empresa que cuenta con tantos logros en su historia reciente, como pasos en falsos en toda su vida. ¿En qué consiste? Muy fácil, y a la vez muy difícil: el hallazgo en el mercado de un objeto "x" (pónganle computadoras personales, reproductor de música, telefonía, aplicaciones para móviles, tablets o e-books), que de alguna manera -en manos de otras empresas- fallaban por "y" (mal enfocados, poco prácticos, deficientes sistemas de distribución) y que gracias a las nuevas tecnologías y al ecosistema Apple pre-existente se relanzaron con una "i" adelante. iMac, iPod, iPhone, iPad. iBooks.

No es tan sencillo reinventar algo. No todos lo pueden hacer. ¿Por qué Apple ha sabido volver a vendernos algo que ya conocíamos pero absolutamente reformulado? ¿Cómo supo crear la necesidad y abrir los nichos de mercado? No hay una sola respuesta. Sólo se me ocurre, aquí y ahora, analizar su manera "holística" de encarar la producción. Ellos controlan todo, incluso, hasta un grado de obsesión que sonrojaría a Melvin de "Mejor imposible". Pero a no confundirse, no es el "ver la tecnología como un todo" la manera con la que lograron todo lo que se propusieron; lograron lo que se propusieron porque ven la tecnología como un todo (es tan sutil esa oración, que si se lee dos o tres veces, hasta se entiende).

A ver, un teléfono no es sólo sus características técnicas. Seamos más precisos aún: un teléfono es su interfaz; su entorno; sus aplicaciones; su sistema de compra y venta de aplicaciones; sus actualizaciones; su manera de atender a los clientes; su manera de atender a los desarrolladores. Un producto es todo eso junto. Si falla algo, las deficiencias recaerán sobre todo lo demás. Ese es el gran mensaje de Apple. El producto comienza en el desarrollador y termina en el usuario. Ya lo dijimos: no se trata de ver cuántos cores se le suman al procesador, sino de ganarse el corazón del tío o la tía que lo va a usar.

El e-book como iBook

Con los e-books intentarán hacer lo mismo. Modificar la manera en que la gente los produce, la forma de presentarlos y por último, la distribución. Tal como informó MacStories, el ecosistema de libros de texto lanzados hoy continuará el modelo de las AppStores y de la iBookstore. La compañía se quedará con 30% de cada venta, reservando el resto para el autor o la editorial.

Aquí viene la parte que a mí en lo personal no me cae muy en gracia, pero que tiene que ver con eso que se denomina "ecosistema cerrado". Según la misma fuente, los libros de texto que estén disponibles en la iBookstore deben ser exclusivos de los productos Apple y no se pueden vender en cualquier plataforma de la competencia. Los creadores de contenido pueden, sin embargo, distribuir sus obras de forma gratuita a través de la web (lo contrario, sería el colmo). Este es un tema para seguir explorando, porque al fin y al cabo se trata de educación no de entretenimiento, y en este sector tan sensible, las restricciones de este tipo asoman hasta reñidas con la ética. Pero insisto, veremos cómo funciona el sistema en el día a día y si se revisan los procedimientos.

Ahora bien, más alla de que Apple lo diga, más allá de que el mercado y hasta la competencia le crea: ¿logrará la empresa más poderosa del mundo reinventar la industria del libro de texto? Si observamos el antecedente de la tienda iTunes y su efecto apabullante sobre el show-bussiness, deberíamos arriesgar que sí. Las dudas asoman si sólo nos guiamos por los resultados de la tienda de libros o de Kiosco, iniciativas que intentaron tomar por asalto dos sectores tradicionales y anquilosados, como las editoriales y los medios gráficos, y cuyo crecimiento no fue tan explosivo como el de los intentos anteriores.

Hay un punto a favor importantísimo para iBooks 2 y sus modernos libros-apps. Se puede repetir perfectamente el escenario del iPod y la tienda de música, ya que los tres grandes de mercado editorial de libros de textos escolares en Estados Unidos (que manejan el 90% de toda la producción), Pearson, McGraw.Hill y Houghton Mifflin, firmaron acuerdos con la empresa de la fruta mordida. Según anunció Schiller, todas ellas han sellado un contrato con Apple para vender los libros que hoy utilizan millones de estudiantes de secundaria a 14,99 dólares (11,6 euros) para su versión de iPad (que cuesta 499 dólares, 386 dólares). El valor de la versión iBook es muy inferior a lo que cuestan en formato papel. Pero por supuesto, recordemos que un iPad no es precisamente un producto barato (desde 386 dólares). ¿Las instituciones educativas impulsarán el uso de libros escolares a los que sólo puede acceder un pequeño segmento de la población? ¿Y qué pasa con el resto del mundo? ¿Otras editoriales repetirán la experiencia? De hacerlo, seguramente será un proceso globalizante mucho más lento que el de otras incursiones de Apple.

Por supuesto, habiendo leído el maravilloso e-book "Our choise" de Al Gore (dicen que fue la publicación que despertó la idea de todo este proyecto), no nos caben dudas de lo impactante que pueden ser estas páginas que combinan texto con animaciones interactivas, diagramas, fotos, vídeos, objetos 3D y mucho más.

Aún con el recuerdo latente de las matemáticas y el denso profesor de Física; hasta dan ganas de volver a la secundaria gracias a los videos mostrados en la keynote con esos iBooks que pueden subrayarse, tomar notas, buscar por contenido, utilizar tarjetas de resumen para estudiar y contar con glosario de definiciones. Y por supuesto, la opción de apretar el botón home y darle al FIFA 12... ¡El sueño de todo estudiante!

Releyendo el último párrafo, sólo puedo decir que no importa tanto si finalmente los sistemas educativos terminan o no adoptando estos textos multimedia. Lo importante para Apple es que millones de chicos querrán estudiar con ellos.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: