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Para bien o para mal, este año ha sido el año de las patentes en el mundo tecnológico. Hasta tal punto que un instrumento de bien se ha convertido en un recurso poco ético, y solamente empleado para hacer daño. ¿Cuál fue la chispa que lo inició todo? ¿Qué batallas importantes se han librado durante el año y con qué resultado? ¿Qué podemos esperar del 2012 a este respecto?

Una nueva esperanza

El tema de las patentes y la demanda por violación de estas no es nuevo de este año. Sin ir más lejos hace aproximadamente doce meses hacíamos un post de recopilación parecido y ya en aquel entonces aparecían Motorola y HTC entre los empresas envueltas en la situación. Sin embargo este año este asunto ha adquirido tintes bélicos o dicho en términos de Steve Jobs "termonucleares" porque se ha aumentado la zona de enfrentamiento, y porque se han visto comprometidas más empresas.

El año empezaba a cocerse con una resolución que animaba a tener esperanza. Parecía que el litigio con Nokia se acababa con la conclusión de que Apple no había infringido ninguna de las innovaciones protegidas puestas sobre la mesa. De hecho, ante la nueva demanda de la finlandesa los de Cupertino llegaban a un acuerdo en junio para poner fin a esta controversia.

¿Paz, tranquilidad? Ni mucho menos. Llegaba julio y Apple comenzaba a ver cómo los dispositivos con Android empezaban a comerle terreno con desarrollos y planteamientos similares a los suyos. Había llegado el momento para que los californianos defendieran su sistema contra las posibles "copias" mediante acusaciones de infracción por doquier. Es más, esta vez no iba a ser igual. Steve Jobs tenía el pensamiento muy claro a este respecto, como pudimos leer luego en su biografía escrita por Walter Isaacson:

Nuestra demanda es para decir: “Google, esto es una maldita copia del iPhone, nos habéis timado por completo”. Es un robo descarado de primer grado. Pondré hasta mi último suspiro si es preciso, y voy a gastar cada centavo de lis 40 mil millones de dólares que tiene Apple en el banco para corregir esta situación. Voy a destruir a Android, porque es un producto robado. Estoy dispuesto a comenzar una guerra termonuclear por este asunto. Están muertos de miedo, porque saben que son culpables. Exceptuando su motor de búsqueda, los productos de Google (Android, Google Docs) son una mierda.

El objetivo por tanto era Android, y en California estaban dispuestos a lo que fuera, sobre todo si podían evitar ventas y bloquear dispositivos. Ahora se intensificaban los desacuerdos legales entre HTC y Apple. La segunda sostenía que la primera había violado algunas patentes y que debía bloquearse las ventas de sus productos. La Comisión investigadora falló preliminarmente a favor de Apple aunque la decisión final sigue en el aire.

Pero el frente mayor en esta guerra se abrió contra Samsung. En este caso el plagio era mucho más evidente y Apple comenzó a hostigar a la coreana por el mundo entero en base a unos diseños similares al iPhone y iPad en su gama Galaxy. Es en ese tiempo cuando se ve como en Cupertino presentan pruebas alteradas para realzar la idea de que con unos pequeños cambios lo que parece un Samsung es en realidad un dispositivo iOS modificado. Finalmente este litigio mundial empieza a dar sus frutos y Samsung es bloqueada cautelarmente en Alemania y Australia.

El imperio contraataca

¿Había vencido Apple? ¿Quedarían las aguas serenas tras estas victorias parciales? Ni mucho menos. Como en la Guerra de las Galaxias, el imperio no tardaría en contraatacar en todos los diversos frentes abiertos. Primero fue HTC, utilizando incluso patentes compradas a Google, luego fue Motorola una vez que se inició su compra por Google y finalmente fue Samsung con su acoso mundial contra el iPhone 4S en vista de una serie de patentes que Apple había infringido. Y es que donde las dan las toman, siempre ha sido así. Y ahora son los productos de Apple los que peligran por ejemplo en Europa.

El nivel de enredo en este tema es tal que ningún entendido en la materia se atreve a explicar pormenorizadamente todos los entresijos de las demandas abiertas. Y es que Apple no lo hizo mal en un principio queriendo proteger lo que es suyo, pero cuando uno mismo también ha tomado "prestadas" otras propiedades de los demás, se queda en evidencia y sin saber qué hacer. Recordamos en este punto que la figura de Steve Jobs aquí tiene mucho que decir. El cofundador de Apple siempre fue una persona preocupada por proteger sus innovaciones.

Tal como podemos ver en el vídeo de presentación del iPhone en 2007 (mirar a partir del minuto 23) habían dedicado mucho tiempo a proteger su desarrollo con un arsenal de patentes que comprendía cosas como los gestos multitáctiles, la pantalla multitouch, la interfaz de usuario, el uso del acelerómetro, la utilización del sensor de proximidad y el sensor de luz ambiente… Es decir no describían ideas abstractas, conceptos generales, que pueden ser aplicados a multitud de aspectos o tecnologías en función de quien las lea, sino que se trataba de descripciones específicas, con imágenes y explicaciones de procesos con todo lujo de detalles.

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Cuando uno dedica tanto tiempo a crear algo en lo que tiene una fe ciega, es lógico que se sienta animado a proteger su trabajo y visión de las cosas hasta el punto que lo ha hecho Steve Jobs.

El retorno del Jedi

Pero el visionario de la manzana ya no está con nosotros. Desde octubre es Tim Cook quien ha asumido el mando de la compañía. ¿Se producirá un cambio en su estrategia? De momento no lo parece, todo indica que el patrón será el mismo en Cupertino. Recordemos que a quienes ha dejado Jobs al mando es a personas de confianza que ya han desplegado por años una visión parecida a la suya. Tanto Tim Cook como el departamento legal sigue siendo el mismo, con el mismo criterio.

Aunque en general pienso que esta guerra no les beneficia a largo plazo a ninguno de los litigantes. Es cierto que se necesita cierta medida de control sobre el plagio y el uso indebido del trabajo de otros, y eso es algo que las patentes han ayudado a mantener. Ninguna empresa invierte millones de dólares en un desarrollo sabiendo que al poco tiempo cualquier otro robará la idea sin invertir la misma cantidad de tiempo y energías en crearla.

En realidad, sobre el papel, el uso de patentes puede ser bueno y justificado, pero usado de manera excesiva da lugar a situaciones absurdas como las que se han generado durante el año. ¿Habrá algo que consiga reestablecer el equilibrio en el universo de patentes o será esta una historia de entregas sin fin? Quizás el año 2012 tenga algo que decir al respecto.

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