Seguro que muchos de los que nos siguen en Bitelia son también usuarios de la gran red de microblogging que cautiva a multitud de personas hoy en día, sí os hablamos de Twitter. ¿Es una red social? Por supuesto pero los que lo usamos a diario nos hemos dado cuenta de que es algo más que eso, es una forma de estar informado, de conocer nuevas cosas, de aumentar en definitiva nuestras productividad.

Claro está, eso no significa que no tengamos nuestro pequeño ego y nos agrade ver que también lo que escribimos gusta a otros, de ese modo no solo recibimos, además aportamos algo al servicio. De hecho, si lleváis algún tiempo en esta red os habréis dado cuenta de que algunos mensajes gustan más que otros, son marcados como favoritos más que otros, son retweeteados y comentados más que otros.

¿Cuál es el secreto? ¿Qué es lo que hace que un tweet de ahora sea comentado y otro de hace un tiempo no? Ahondemos en esta respuesta con cuatro consejos para que nuestros tweets sean más leídos. Por supuesto, estos tips provienen de nuestra propia experiencia, lo cual no significa que sea una verdad absoluta, y nos encatará conocer vuestra opinión en los comentarios. Vamos allá.

Sintetiza

Quizás la primera de las sugerencias sea también la más evidente. Twitter viene limitado a 140 caracteres por mensaje y esto supone un inconveniente que hay que convertir en nuestra arma, un punto a favor. Solo será así si somos capaces de sintetizar ideas de una forma que sea entretenida y sin que la idea que se pretende expresar pierda sentido o contenido.

¿Cómo se puede hacer esto de una forma sistemática? Un servidor vuestro intenta pensar en titulares, de hecho es una de las utilidades de Twitter, proveer titulares de noticias. ¿Por qué no hacemos nostros lo mismo? Procuremos pensar en cómo expresar nuestra idea como si fuera un titular y después de escribirla volvamos a leer, quizás nos demos cuenta de que algunas partes de la oración no están en el lugar correcto, perdiendo el sentido que pretendíamos.

Entonces, si analizamos lo anterior, nos daremos cuenta de que no es una buena práctica dividir los mensajes en varias partes, en diferentes tweets. Tomemos en cuenta que los que nos siguen también siguen a otros, otros muchos, de modo que probablemente desde la primera parte hasta la segunda haya por medio diversos tweets más que no invitan a seguir nuestra argumentación. Es más, también pensemos que muchos se conectan de vez en cuando a la red. ¿Qué sucede si llegas al timeline y te encuentras la segunda o tercera parte de un mensaje más largo? Sencillamente no lo leerás a menos que su contenido te interese especialmente.

Por cierto, no confundamos sintetizar con escribir en formato SMS, pues se trata de una práctica bastante desagradable que no tiene cabida en Twitter. No queremos que nuestro seguidor se tenga que esforzar en averiguar nuestro propio vocabulario abreviado pues nuestro cerebro está preparado desde pequeños para entender el lenguaje escrito que nos enseñaron, hagamos uso de él recurriendo a nuestro ingenio para decir mucho en pocas palabras.

Sé interesante para un público determinado

¿Otra obviedad? No, no es ninguna obviedad. Aquí ocurre lo mismo que con un blog, ¿cuántas veces no se nos ha dicho que intentemos personalizar el blog para dirigirnos a un sector específico de la población digital? Es la mejor manera de hacer que el blog sea leído. En Twitter ocurre lo mismo.

De nuevo pongámonos en el lugar de nuestros seguidores, seguramente estén ahí porque hubo algo que los estimuló a comenzar a leer nuestros tweets. Si los tweets que le interesaron estaban centrados en software, por ejemplo, es probable que sea eso lo que quiera seguir descubriendo, a la vez que sazonamos nuestros mensajes con algunas pequeñas incursiones en otros campos, pero con mucho más cuidado.

Nuestros followers nos han empezado a seguir porque nosotros los atrajimos primero. Es decir, la primera parte de la acción la iniciamos nosotros y no debemos perder eso de vista. Por lo tanto, piensa en tu público concreto, ¿qué tipo de seguidor pretendo conseguir? ¿Un seguidor al que le guste Android? Entonces hablemos sobre eso siempre que podamos.

Cuida el avatar

Lo primero que atrae la atención en el timeline es el avatar, antes que el propio tweet. Si queremos que nuestros mensajes sean leídos es importante que el icono que nos representa llame la atención entre tantas celdas. Si representamos a una empresa, un blog o una marca esto es mucho más sencillo, pero si somos simples usuarios esto significa que deberíamos generar un avatar diferente al resto.

¿Cómo son la mayoría de avatares? Caras, caras y más caras. Esto otorga al timeline un claro monotono color carne acompañado de ropa que en muchas ocasiones también recurre a colores generalizados. ¿Por qué no usar un avatar que utilice unos pocos colores destacables, que no sean comunes como el naranja, el rojo o el verde? Cualquier app móvil nos permite editar una fotografía personal con este objetivo, sino podemos recurrir al típico Photoshop o parecidos.

Atención a los tiempos

Puede parecer una nimiedad, porque en las redes sociales uno puede decir lo que quiera a la hora que quiera. Pero igual que, en persona, no diríamos algo a nuestra pareja cuando no está presente, tampoco se nos leerá en horas en que nuestros seguidores no están. Es cierto que siempre pueden bajar en el timeline hasta vernos, pero el afán por estar al día con lo último disuadirá a muchos de hacerlo.

Entonces, el consejo aquí es tuitear especialmente cuando más followers estén conectados. En un reciente estudio, compartido por TNW, se mostró que las mejores horas en los Estados Unidos eran las comprendidas entre el mediodía y las 6 de la tarde, pues es el tiempo en que la mayor parte de la población está conectada. Si bien el país norteamericano sufre el inconveniente de estar dividido en numerosas franjas horarias, el 80% por ciento de la población vive en el este y el centro, con lo que este público objetivo será el que predominará a la hora de escribir mensajes en la red.

¿Cómo trasladamos esto a nuestra situación específica? Si publicamos en español nuestro objetivo no debería limitarse a los seguidores de nuestro propio país, sino también a las demás naciones hispanohablantes, lo que hace el problema de la diferencia horaria aún más apreciable. En general, cuando llega la tarde a España, por ejemplo, es la mañana en México y el mediodía en Argentina y Chile (por mencionar algunos).

Debemos estar conscientes de ello en función de la nacionalidad de nuestros seguidores. Si la mayoría es de nuestro propio país porque además es nuestro público objetivo (hablamos de la política o sociedad local por ejemplo) entonces no hay mucho que añadir, ¿pero quién niega la relación con usuarios de otros lugares si nuestra temática e intereses también puede atraerles?

Si esto nos importa entonces puede ser que, si somos mexicanos y tuiteamos muy tarde, el usuario de España no lea el tweet, y si somos usuarios de España y tuiteamos demasiado pronto, el usuario de México tampoco lo leerá. Usemos este razonamiento para intentar concluir qué horas serán las más productivas en función de nuestra localización, sabiendo además que los mediodías y las tardes son las franjas horarias en las que suele haber más personas conectadas a la red.

En el caso de que este punto sea un problema para nosotros, debido en parte a nuestro propio horario laboral u otros obstáculos, quizás podamos pensar en programar algunos tweets a través de alguno de los servicios gratuitos que posibilitan esta práctica: Tweue, HootSuite, Buffer, Tweriod o TweetDeck. De todos modos, cualquier tipo de acción en este sentido debe usarse con buen juicio, pues debido al mundo en constante cambio en el que vivimos, a nadie le gusta leer noticias o mensajes que ya han sido modificados por otros que poseen más información con más detalles sobre el particular.

Por último, y aún dentro de este último punto, cuando se habla de prestar atención a los tiempos también conviene hacer referencia a la frecuencia de tweeteo, pues igual que es desaconsejable una frecuencia alta, también lo es publicar solo de vez en cuando. ¿Dónde está el equilibrio? Según el estudio comentado, entre uno y cuatro tweets por hora suele ser la cantidad más aceptada y que mayores lecturas generará.

Con esto terminamos el artículo sobre los cuatro consejos para que nuestros tweets sean leídos. Por supuesto, y tal como se suele decir, "cada maestrillo tiene su librillo" con lo que la propia experimentación puede enriquecer estas sugerencias que deberemos adaptar a nuestras propias necesidades y circunstancias. De hecho, nos encantaría saber qué os parecen los consejos y qué otros añadiríais a través de los comentarios. Gracias por adelantado.

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