Lanzaba Forbes el rumor de que Best Buy, una de las cadenas comerciales más estrechamente ligadas a Apple (vendió el iPad desde el mismo día de su lanzamiento) podría terminar adquiriendo un considerable número de tabletas para repartirlas entre sus empleados. Hablamos ni más ni menos que de 1.100 tiendas con una legión de contrataciones a la que surtir.
La inciativa partiría del programa Connected Store, que Best Buy aplicó el pasado año en 27 de sus establecimientos: ceder iPads, iPods Touch y Samsung Galaxy Tabs a sus empleados para que se familiarizasen con la tecnología y pudiesen operar desde dichos terminales.
Esta medida ampliaría el programa en cuestión considerablemente, pudiendo suponer también la adscripción de Best Buy a sistemas de pago como el de GAP, que desde hace tiempo viene usando el iPad con tal propósito. Un iPad por empleado también dará una enorme visibilidad al gadget, algo bastante conveniente para Apple con la feroz competencia que se avecina.
Fuentes cercanas a la cadena niegan sin embargo que todos vayan a recibir un iPad, algo que sólo ocurrirá en las tiendas en que se desarrolle el programa y para con algunos empleados, que podrán usar la tablet para registrar sus entradas y salidas.