Hoy vamos a hablar de otro de esos grandes desconocidos para muchos en Mac OS X, y que son una gran ayuda para nuestro día a día: las esquinas activas. Curiosamente, una de sus funciones supone una de las tonterías más grandes jamás pensadas en el mundo Mac y cuya respuesta no es fácil para el recién aterrizado: ¿cómo se apaga la pantalla del iMac sin apagar el iMac? Las esquinas activas son la mejor respuesta.

Pero, ¿en qué consisten? Pues es algo tan fácil como programar que el equipo realiza algún tipo de acción preprogramada cuando movemos el puntero del ratón hacia alguna de las esquinas del escritorio. Las acciones son limitadas, pero su uso para nada lo es. Aporta un extra de productividad al sistema muy grande, si aprendemos a sacarle provecho.

¿Cómo lo activamos? Vamos a Preferencias del Sistema, y en la sección Personal pulsamos sobre Exposé y Spaces. Una vez dentro, en la parte de Exposé, en la parte superior, tenemos la configuración.

Por ejemplo, si recordamos la Guía para Switchers de la semana pasada, sobre cortar archivos con el Finder, las esquinas activas pueden facilitarnos la tarea. Es tan sencillo como el hecho que tengamos muchas ventanas activas o no haya suficiente escritorio para tener ambas ventanas de Finder para arrastrar elementos de una a otra. Lo único que hemos de hacer entonces es pulsar sobre el archivo, arrastrarlo a la esquina activa que active el *Exposé" (que en el sistema se llama "Todas las aplicaciones"), o mucho mejor, que active el Exposé selectivo de la aplicación activa en el momento de ir hacia esa esquina (lo que llama "Ventanas de aplicación"). Luego arrastramos a la ventana que deseamos y esperamos que se abra. Para que funcione el truco hemos de ayudarnos de la pulsación de la tecla ALT para que el sistema reconozca que queremos entrar en esta ventana con el contenido. Una vez dentro, si estamos en otro Finder de la misma unidad, soltamos ALT y luego el archivo y habremos cortado y pegado. Si por el contrario queremos copiar, dejamos ALT pulsado y sin soltarlo, aparecerá la flecha verde en el cursor, y al soltar hará una copia y no moverá. Cuando nos acostumbramos a esta dinámica, su productividad es magnífica.

Las opciones a poder elegir son las siguientes:

  • Poner la pantalla en reposo: La forma de apagar el monitor en un iMac, sin necesidad de apagar el sistema y que este siga trabajando. Hemos de tener presente que cualquier movimiento de ratón, trackpad o pulsación de teclado, despertará la pantalla.
  • Iniciar/Desactivar salvapantallas: La opción B, tal vez no queramos que se apague el monitor, pero sí que se active el salvapantallas al momento. Con esta opción simplemente llevamos el ratón a la esquina de la pantalla que queramos y listo.
  • Spaces: Otra forma que nos permite arrastrar contenidos entre aplicaciones que estén incluso en diferentes escritorios a través de Spaces. Activaremos la opción, veremos los escritorios y podremos ir al que queramos.
  • Dashboard: Podemos lanzar el panel de Dashboard con todos sus _widgets_ para acceder al calendario, hora, o cualquier otro que hayamos instalado.
  • Escritorio: Todas las ventanas se quitarán de delante y podremos ver el escritorio. Recordamos que esta opción no es como en Windows que minimiza todas las ventanas. En este caso, Mac OS X digamos que desplaza fuera del campo de visión todas las ventanas, para que podamos ver e interactuar con el escritorio, para luego a nuestro petición (volver con el ratón a la esquina activa del Escritorio) volver a mostrarnos las ventanas y distribución tal cual estaban antes de solicitar que se quitaran.
  • Ventanas de aplicaciones: El Exposé selectivo de aplicaciones. Si estamos en una ventana de Finder y activamos esa esquina, veremos el Exposé sólo de las ventanas del Finder. Si estamos con Safari, sólo las de Safari, etc.
  • Todas las aplicaciones: El Exposé tradicional que muestra todas las ventanas abiertas.

Hemos de tener en cuenta un detalle importante. Las cuatro esquinas activas lo son del escritorio completo. Esto quiere decir que si tenemos el escritorio extendido a más de un monitor, las esquinas activas serán las que representen nuestro conjunto. Además, también hay que tener en cuenta el alineamiento de los dos monitores si hemos cambiado este en las Preferencias del Sistema. Contando mi caso concreto, mi segundo monitor está un poco más abajo que la pantalla del iMac, pero está alineado para que el cursor pase de un monitor a otro en línea recta. Por esto, mi esquina activa superior derecha es del iMac, pero la inferior derecha es la esquina del segundo monitor.

Espero que os sirva de gran ayuda esta Guía, para conocer aún más los pequeños secretos de Mac OS X. Cualquier duda, estoy a vuestra disposición.

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