Existen solo dos cosas que pueden alterar el humor de cualquier fotógrafo: Ya hemos hablado varias veces acerca del polvo en el sensor y hemos recomendado distintos accesorios para erradicar el polvo en general. Es normal encontrarse algo de tierra por sobre nuestros queridos aparatos y, si bien suelen causarnos dolores de cabeza, con un poco de paciencia y tiempo se lo puede solucionar. Pero hay un enemigo peor, que se presenta y se niega a retirarse: los hot pixels.

Los hot pixels (en español se llaman "pixeles atascados") son trata de pixeles que en cierto momento comienzan a fallar y se quedan trabados en un color determinado, ya sea rojo, verde o azul. Este pixel defectuoso, al intentar captar la luz que llega a través de la lente, simplemente falla y solo logra procesar la información del color en el cual se encuentra atascado. Un hot pixel se manifiesta como un simple pixel de color constante, a lo largo de todas las fotos y sin variar de posición.

La mayoría de los fabricantes tienen una política muy dura con respecto a esto: si tu cámara esta en garantía y se presenta este problema en la imagen, esta debe cumplir un mínimo determinado de hot pixels para que consideren el cambio o reposición por una cámara nueva. Los hot pixels, según los fabricantes, son considerados fallas mínimas e imperceptibles que no están cubiertos por la garantía, excepto, cuando son de una cantidad considerable. Cada fabricante tiene un numero determinado y nadie tiene la certeza de cuantos son.

Personalmente los encuentro muy molestos. Por ejemplo, al ver una sucesión de fotos, me resulta irritante ver ese maldito punto de color en el mismo lugar una y otra y otra vez. El programa de procesado Lightroom los elimina directamente sin intervención del usuario, por lo cual se simplifica el asunto, pero al tratarse de vídeo DSLR, al menos que yo conozca no hay solución fácil y rápida.

Varias veces me he encontrado con este problema en mis cámaras y después de investigar un poco, encontré una solución un tanto extraña, pero que ha funcionado todas las veces que lo intente. El proceso simplemente consiste en invocar la limpieza manual del sensor. La mayoría de las cámaras DSLR del mercado tienen una función de limpieza automática, que se ejecuta cada vez que se la prende, y otra manual, que lo único que hace es levantar las cortinas del disparador y exponer el sensor para que le usuario pueda limpiarlo. Con solo invocar este proceso, y dejar la cámara en esta posición un minuto, es decir, simplemente con las cortinas levantadas, lo soluciona. Es bastante raro e increíble, pero lo he probado y ha funcionado. Desconozco que acción tendrá esto sobre los hot pixels, pero les certifico que funciona. Ni siquiera es necesario retirar la lente o la tapa del cuerpo, con dejar la cámara en esta función un minuto alcanza.

Si lo intentas y funciona, ¡cuéntanos tus resultados en la sección de los comentarios!

Foto: Matt Crawford

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