Bueno, las de nuestro MacBook, iPhone, iPod o iPad. Hoy en día casi todos nuestros dispositivos utilizan baterías de iones de litio pero seguramente muchos todavía tenemos en la cabeza consejos más apropiados para tecnologías más antiguas, como que debemos llegar a descargar por completo antes de volver a enchufar, o que hay que dejar que el proceso de carga se complete para no perder capacidad.

Ars Technica ha publicado un completo artículo sobre la mejor forma de cuidar las baterías de iones de litio para prolongar su vida útil. Obviamente no nos van a durar para siempre, pero si estamos atentos a unos pocos detalles conseguiremos sacarles todo su jugo.

Una de las peores cosas que le podemos hacer a una batería de iones de litio es vaciarla por completo con frecuencia, al contrario de lo que estábamos acostumbrados hace unos años. Lo mejor es no dejar que el nivel baje mucho más allá del 20% más o menos. Pero tampoco es bueno tenerla siempre al 100%. En vez de dejar el MacBook permanentemente enchufado es mucho mejor ejercitar la batería. Además ya no existe el conocido "efecto memoria" por lo que no pasa nada por gastar sólo un 20, 50 o 70 por ciento de la carga, al contrario, ese sería el mejor modo de trabajar, con descargas suaves pero sin pasarnos, que desconectar el enchufe tan poco tiempo que a la carga apenas le de tiempo a bajar un 2% tampoco es deseable. La única excepción a estas reglas ya os sonará a algunos: para que el sistema tenga bien calibrada la batería y nos informe correctamente del nivel que tiene en cada momento conviene hacer un ciclo completo de carga con periodicidad mensual. En su página de información sobre el cuidado de las baterías Apple incluso nos sugiere programar una tarea periódica en iCal para que no se nos olvide.

El otro gran enemigo es el calor, pero es más difícil de combatir. Nuestros dispositivos se calientan inevitablemente al usarlos, especialmente los portátiles, pero por lo menos podemos intentar evitar calentamientos excesivos y temperaturas extremas en general. Si necesitamos hacer tareas intensivas que hagan trabajar al procesador y al disco duro, bueno... para eso tenemos el ordenador. Pero a lo mejor podemos facilitarle la labor desactivando ese salvapantallas tan chulo pero que pone a cien el ventilador, por ejemplo. Y nunca dejarlos en un coche cerrado al sol.

En resumen, conviene que usemos la batería pero sin forzarla demasiado. Que la carguemos y descarguemos como nos sea más cómodo pero evitando los extremos, ni siempre a tope ni apurando hasta el último electrón. Si queremos ser un poco más cuidadosos con nuestro MacBook podemos recurrir a aplicaciones que nos ayudan a controlar el estado de la batería. Por ejemplo con coconutBattery tendremos a la vista todos los parámetros de funcionamiento, y si queremos algo más completo recomiendo la excelente Watts, que incluye un indicador avanzado, asistente de calibración, recordatorios y consejos para tener una batería sana.

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