Uno de los problemas más frecuentes con los que nos encontramos los que solemos salir con la cámara es el medio de transporte que utilizamos ella. Hay muy diversas clases de mochilas, bolsas y fundas para equipos fotográficos pero todas tienen ventajas e inconvenientes. Vamos a tratar de analizar cada uno de los tipos para ayudaros a decidir cual es el medio que mejor se amolda a vuestras necesidades.

Evidentemente y como en casi todo, lo ideal sería poder tener uno de cada, esto es, una funda pequeña, una bolsa de tamaño medio y una mochila grande. Con eso está claro que todas nuestras necesidades estarían cubiertas pero, aunque este complemento no es de los más caros que necesita el fotógrafo, tampoco son lo suficientemente baratos como para que cualquiera se pueda permitir tener varios.

Las diferentes clases de medios de transporte para cámaras son básicamente tres:

  • Fundas: Son las más pequeñas de todas. Nos ofrecen simplemente protección y comodidad. En ellas podemos llevar la cámara con un objetivo pequeño, dos como mucho si dejamos el cuerpo sin ningún objetivo. Aparte de esto suelen disponer de varios compartimentos o bolsillos para tarjetas de memoria, filtros, etc... Son muy livianas y apenas pesan. Son prácticamente como si lleváramos la propia cámara colgada al cuello.

  • Bolsas: Las bolsas las hay de muchos tipos y tamaños. Por lo general suelen ofrecernos un compartimento principal con un espacio para la cámara y varios espacios para objetivos que pueden ir desde 2 en las más pequeñas hasta 5 o 6 en las más grandes. Aparte de esto acostumbran a incluir bolsillos laterales y redecillas o pequeños compartimentos con cierre de velcro para llevar tarjetas de memoria, filtros, el cargador. Incluso algunas incluyen unas abrazaderas exteriores para poder sujetar a ellas un trípode o monópode.

  • Mochilas: Las mochilas nos ofrecen la comodidad de llevar el equipo colgado de los hombros en lugar del cuello lo que repartirá mucho mejor el peso y hará más cómodo el trasporte. Al igual que las bolsas las hay de muy variados tipos y tamaños pero por lo general las más pequeñas vienen preparadas para la cámara y un mínimo de 4 objetivos. También las hay para más y sean como sean todas incorporaran bolsillos y compartimentos adicionales para el resto de accesorios.

Existen algunas bolsas y mochilas profesionales que tienen espacio para muchas más lentes pero estamos suponiendo a un fotógrafo aficionado con unas necesidades de transporte más reducidas. y ahora que ya hemos expuesto que nos ofrece cada uno de los tipo vamos a ver cual es el que mejor se amolda a cada uno.

Como casi siempre, la elección debe ir en función al tipo de fotografía que haces. Esto repercutirá directamente en el tamaño y la cantidad de lentes que uses y eso será lo que al final determinará el espacio que necesites. Este debe ser el principal motivo de elección. No porque tengamos 8 lentes vamos a necesitar una bolsa para 8 lentes. Si aunque tengamos todas esas solemos salir a la calle solamente con 2, lo ideal es comprar una funda o una bolsa pequeña, el resto de objetivos se pueden quedar perfectamente en casa guardados en sus cajas.

Aunque también es cierto que si en algún momento necesitas trasladar tu equipo fotográfico completo te puedes ver en un apuro. Mi recomendación por lo tanto sería la siguiente:

  • Disponer de una funda pequeña: Es la opción realmente más cómoda. Poco peso, fácil y rápido acceso a la cámara y ofrece la protección suficiente contra ambientes corrosivos y golpes, siempre que estos no sean demasiado bruscos. Disponer de una funda de este tipo os incitará a salir a la calle ya que os sentiréis más ligeros y ágiles que llevando una bolsa o una mochila. En sustitución de una funda pequeña, también podéis llevar una bolsa pequeña si aunque solo queráis llevar un par de lentes queréis llevar al menos una, montada en el cuerpo de la cámara. Tan solo notareis algo más de peso aunque eso si, la protección será algo mejor.

  • Disponer de una bolsa o mochila grande: Pero no para salir a hacer fotos, si no cuando necesitéis transportar todo el equipo, cuando vayáis a viajar o a pasar unos días fuera. Además, os servirá para tenerla en casa como almacén para el equipo mientras estemos fuera usando nuestra funda pequeña. Incluso, si queréis salir pero no tenéis muy claro que tipo de fotos vais a hacer, podéis llevárosla junto con la pequeña, y dejar la bolsa o mochila en el coche mientras salís con la funda y si en algún momento necesitáis cambiar de lentes podréis acercaros hasta vuestro vehículo para cogerlas.

Y si por cualquier motivos no os es factible poseer dos fundas lo mejor es que compréis una intermedia, ni demasiado grande, ni demasiado pequeña que se adapte lo mejor posible a la cantidad de lentes y accesorios que siempre necesitéis llevar encima. Meren una mención especial las fundas de la marca Lowepro, por su gran calidad.

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