Alguna vez que otra he oído hablar maravillas de LinkedIn y del resto de redes profesionales. No niego que tengan potencial y que sean un nuevo medio con el que hacer networking profesional, acercar la oferta y la demanda o, incluso, un lugar en el que encontrar nuevas oportunidades profesionales. Sin embargo, sacarle el máximo partido a Linkedin requiere su dedicación, es como sembrar y cuidar la cosecha antes de recolectarla, necesita su tiempo y sus cuidados. No podemos, simplemente, crear nuestro perfil y esperar que se produzca un milagro.

Si la clave está en sembrar y recoger, podríamos decir que sembrar comienza por la creación nuestro perfil en LinkedIn. Dedicarle tiempo a la creación de nuestro perfil es importante, es la base sobre la que se sustentará nuestro networking profesional en la red, es la base de nuestra credibilidad online. Y digo credibilidad, porque no es raro encontrar perfiles algo hinchados en los que se relatan la vida, obra y milagros de auténticos superhéroes, y no digo que no existan los superhéroes, el problema está cuando ves el perfil de alguien que conoces o con quien trabajas y encuentras el relato de un personaje salido de un guión "made in Hollywood". El perfil es el primer paso para que la gente confíe en ti, para que tus opiniones puedan ejercer cierta influencia o para que puedas recomendar tu empresa o tus servicios a otros.

Intentemos conectar con la gente, y no sólo engordando el número de contactos, con la gente, al fin y al cabo, de eso se trata, de personas que conectan con otras personas, pero sin perder de vista el horizonte de los negocios y el mundo profesional. Usemos una foto adecuada, no engordemos nuestro curriculum más de la cuenta, tendamos lazos con otros colaboradores y escribámosles recomendaciones (o que nos las escriban a nosotros), en resumen, que se vea cierto movimiento en nuestro perfil que lo haga atractivo e interesante.

Y si de conectar se trata el juego, nuestro siguiente paso no es únicamente el de agregar a nuestros compañeros de trabajo o compañeros de estudios; no digo que no se haga, pero si realmente queremos expandir nuestro horizonte profesional, tendremos que realizar una inmersión en lo desconocido... Podríamos empezar con los grupos que existen en LinkedIn, grupos de discusión en los que entrar en contacto con otros profesionales con intereses comunes a los nuestros o necesidades que quizás nuestra empresa pueda satisfacer. LinkedIn puede ser un nicho importante de futuros clientes para nuestro negocio o de empresas con las que establecer lazos de colaboración. Crear redes de colaboración aumenta las oportunidades de negocio, LinkedIn puede ser un paso, pero no es una caja mágica en la que entramos y nuestras ventas aumentan, la magia debemos ponerla nosotros moviéndonos por la red e interactuando con otras personas.

Al igual que un departamento comercial debe salir a buscar y conservar su cartera de clientes, debemos aplicar criterios similares para maximizar nuestra experiencia en LinkedIn o en otras redes sociales profesionales. Fíjate unos objetivos, sé tú mismo, interactúa con la gente pero sin empezar a vender tu producto desde el primer momento, sigue a gente, interactúa con el resto, aporta cosas pero también escucha lo que se dice. Una oferta de empleo no va a llegar a nosotros así como así, puede que exista algún caso pero no es habitual, debemos mover nuestro curriculum, es decir, nuestro perfil. Debemos ser visibles, pero no por tener un curriculum sospechosamente demasiado bueno, eso puede ser una carta de presentación pero efímera, tenemos que crear una reputación en la red, participando en foros de discusión, interactuando con otros usuarios, publicando reseñas a nuestro blog, en definitiva, siendo activos y dedicándole cierto tiempo.

Los usuarios activos consiguen que sus perfiles sean visitados, por tanto, existe mayor probabilidad que la web de su empresa sea visitada o que otros usuarios contacten contigo porque comiencen a ver tu conocimiento experto en determinada materia que es de interés común. Nuestra credibilidad y reputación online serán indicadores de nuestros conocimientos y experiencia.

LinkedIn no es un oráculo mágico que te consigue un empleo mejor, es un medio para hacer valer tu perfil y que sea más visible, oportunidades que debemos aprovechar para crearnos una reputación online que nos ayude, con el tiempo, a conseguir y mejorar nuestro estatus profesional.

Foto: CFO Strategist

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