Ayer les contamos cómo instalar xmonad desde Ubuntu 10.04 Lucid Lynx, pero claro está es igual de sencillo hacerlo desde cualquiera de las principales distros como Fedora, Mandriva u openSUSE. Siempre es posible utilizarlo como un entorno de escritorio completo o simplemente como decorador de ventanas, en cuyo caso hay que reemplazar el que utilice por defecto Gnome o KDE. El asunto es que xmonad no cuenta con documentación en español y el primer y mayor problema con el que se encontrará un nuevo usuario es cómo cambiar de lugar una aplicación, cómo redimensionar las ventanas, etc., sobre todo por el hecho de que reemplaza los atajos de teclado de Metacity, a los que el usuario puede estar muy acostumbrado. Así que voy a explicar a continuación algunos de los comandos más típicos y necesarios, siempre con Alt y a veces la tecla Mayúscula más una letra o un número:
- Alt + j y Alt + k: Cambian de aplicación activa. De todos modos, esto puede hacerse también con Alt + Tab o con el ratón.
- Alt + coma y Alt + punto: Aumenta o disminuye las ventanas abiertas del master pane, el sector principal de la pantala
- Alt + Enter: Envía la ventana activa ejecutándose al master pane o panel maestro, es decir que pasa a ser la principal aplicación en pantalla.
- Alt + Mayúsculas + k y Alt + Mayúsculas + j: Cambia de lugar la aplicación con la que se encuentre arriba o abajo.
- Alt + h y Alt + l: Nos permiten redimensionar los paneles.
- Alt + Mayúsculas + c: Cerramos la ventana activa. De todos modos, la inmensa mayoría de aplicaciones GTK se cierran con Ctrl + Q o Ctrl + W, así que en este caso podemos elegir la combinación que nos resulte más cómoda.
- Alt + botón izquierdo del ratón: Hacemos que la aplicación quede flotando por sobre el resto. Este es un punto fuerte de xmonad pues a pesar de ubicar automáticamente las ventanas como un mosaico, nos permite hacer que algunas aplicaciones floten sobre el resto, ideal para programas de video.
- Alt + botón derecho del ratón: Con esta combinación y arrastrando con el ratón podemos redimensionar el tamaño de la aplicación.
- Alt + t: La aplicación que se encuentra flotando vuelve al mosaico.
- Alt + Mayúsculas + 1/9: Envía la aplicación activa a otro workspace, en tanto con:
- Alt + 1/9: Nos movemos a los distintos espacios de trabajo.
De este modo se cuenta con una configuración básica, es cierto, pero teniendo en cuenta que estamos en Gnome, aprendiendo estas combinaciones de teclas es posible manejarse sin problemas, ejecutando aplicaciones desde el menú principal, si bien Gnome Do se integra muy bien y simplfica aún más la búsqueda e inicio de aplicaciones, al mantenernos trabajando con el teclado y dejando todavía más de lado al ratón (las únicas combinaciones que necesitan del uso de ratón en xmonad son las necesarias para activar ventanas flotadoras). Si quieren que una aplicación determinada se inicie siempre automáticamente en modo flotador o a pantalla completa deben ponerse a jugar un poco con las extensiones. Como dije al principio de la entrada, xmonad es tan extensible que por ejemplo hasta podemos modificar el algoritmo con el que se abren las aplicaciones. Hacerlo es muy sencillo y por ejemplo hay una variación que permite que las ventanas se dispongan en pantalla siguiendo la espiral de Fibonacci. Para el comportamiento que mencioné unas líneas más arriba sobre las ventanas, se trata del módulo ManageHelpers, parte de los Hooks o eventos de las extensiones. No es complicado trabajar con ellas pues en la mayoría de los casos hasta se puede tratar simplemente de un burdo copiar y pegar, pero implica quizás familiarizarse un mínimo con el lenguaje como para poder disfrutarlo y saber bien qué se está haciendo.
Afortunadamente, no es necesario y esa es la idea de esta guía. Demostrar que se puede utilizar y sacar todo el jugo a un twn sin ser un experto y dentro de Gnome, en Ubuntu. Se trata de una posibilidad excelente entonces para quienes quieran animarse la terminal y a un entorno ligero pero bastante avanzado sin perder la seguridad que brindan las herramientas de configuración por defecto. Lo dicho al comienzo, lo mejor de los dos mundos.
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