Cualquier sistema operativo que se precie tiene la capacidad de hacer capturas de pantalla. En unos es más fácil de hacer, en otros menos. En unos tenemos más opciones donde elegir, en otros menos.

El sistema de captura más fácil a mi modo de ver es el de Windows, que con sólo pulsar la tecla Imp Pant tenemos la captura lista en el portapapeles para pegar donde nos venga en gana. El más completo es el sistema que trae Mac OS X, sin duda. Tendremos que aprender previamente los atajos de teclado, pero una vez conozcamos Cmd + Shift + 3 y Cmd + Shift + 4, todo será coser y cantar, además de más eficaz y rápido.

¿Pero qué pasa en los teléfonos móviles? En el iPhone es bastante fácil capturar pantalla. Con sólo pulsar el botón de encendido y la tecla Home a la vez, tendremos nuestra captura realizada en el carrete de la cámara.

Claro, la tarea de capturar pantalla en Android se torna bastante más complicada, pues no está integrada en el Sistema Operativo, sino que tendremos que acceder al SDK de Google para capturar pantalla. Aunque si tenemos rooteado nuestro teléfono es bien fácil de hacer con programas que hacen la función, supongamos que no es así. Estos serían los pasos a seguir:

  1. Instalamos el SDK de Android.
  2. En el teléfono, abrimos Ajustes.
  3. Vamos a Aplicaciones
  4. Pulsamos Development
  5. Activamos USB Debugging
  6. Conectamos el móvil al ordenador vía USB
  7. Cargamos ddms bajo [Android SDK]/tools
  8. En la lista de dispositivos Android conectados, elegimos nuestro móvil.
  9. En el menú Device, elegimos Screen Capture, y listo, ya lo tenemos.

No nos tomemos esto al pie de la letra, tan sólo es una pequeña broma haciendo un guiño a la simplicidad del funcionamiento del iOS vs. Android. Y que conste que yo soy usuario de Android y me ha hecho gracia.

Vía: iPhoneros

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