Ya han pasado dos días desde la keynote que dio comienzo a la WWDC10 en San Francisco y para un servidor ha llegado el momento de sacar conclusiones y expresar, al igual que algunos de mis compañeros, mi opinión sobre lo sucedido, mi parecer sobre lo presentado.
Desde un principio comenté que no íbamos a ver demasiadas cosas nuevas pues Jobs no es de los que acostumbra recargar con muchos diferentes asuntos sus presentaciones, seguramente con la lógica intención de que unas cosas no resten atención a otras. De modo que sabíamos que la mayor parte del tiempo la iba a acaparar el nuevo iPhone 4 y así fue.
Tal como cualquier show televisivo, todo estaba preparado para ello, y el actor principal, Mr. Jobs, subió al escenario tan animado como de costumbre, con la sonrisa del que sabe que lo que trae bajo el brazo va a gustar, y mucho, a los millones de admiradores y usuarios del mundo.
Sin embargo, no es la primera keynote que presencio, tampoco será la última, por eso puedo decir que algo en esta keynote fue distinta a todas las demás anteriores y no sé si a vosotros os ha sucedido lo mismo. A lo que me refiero es que ya no existen esos nervios visibles del que no sabe si el nuevo producto gustará o no, ya no hay necesidad de justificar acciones ni características (aunque de vez en cuando se haga como con el asunto de la política de aprobación de la App Store, ni siquiera hay que explicar el asunto del iPhone perdido.
La pose relajada y tranquila de Jobs esta vez se vio acompañada de la mirada del que se sabe desde ya ganador de la partida. Es que en cierto modo no había ningún partido en juego, no había nada que ganar, ni siquiera había que conquistar el corazón de los oyentes, por eso lo único que vimos fue a un ganador en su podio.
Voy a intentar aportar motivos para esta idea centrándome en tres asuntos que se trataron en la keynote: iPad, iAd y Facetime. Tras la cantidad de críticas que el iPad recibió al poco de ser presentado, quizás podríamos haber esperado algún tipo de explicación de parte del CEO de Apple: el por qué de la inexistencia de USB, la imposibilidad de reproducir Flash... ¿para qué? ¿Para qué cuando se vende un iPad cada 3 segundos? No tiene sentido, porque el iPad está siendo un éxito y los número dan la razón a las decisiones adoptadas. De hecho, lo único que hizo Jobs en este apartado fue recoger la impresión de usuarios y editores sobre el aparato.
Vayamos con el segundo asunto, iAd. Si bien Jobs hizo uso de sus dotes de marketing para "vendernos la moto" de lo bueno que es su sistema de publicidad, en definitiva la sensación que dejó fue algo así como "esto es lo que vamos a hacer nosotros para incluir publicidad en nuestros dispositivos, tenemos millones de ellos repartidos por el mundo (en usuarios con buen nivel adquisitivo en la mayoría de los casos) y si queréis participar del pastel tenéis que usar nuestro sistema (que por supuesto es el mejor de todos)". Está claro, Apple domina el sector y los que quieran vencer como él tienen que estar en su mismo equipo.
Por último vayamos al tercer asunto que quería comentar, Facetime. ¿Y qué tiene que ver Facetime en todo esto de la posición dominante de Apple? Recordad que Steve mencionó, aunque de manera muy breve, que iba a poner FaceTime a disposición del mundo entero, pues era una tecnología abierta. Es decir, pretende que otras empresas de la industria móvil adopten este desarrollo en sus dispositivos. De esta forma, se aseguran compatibilidad con los gadgets de Apple. De nuevo, nos vuelven a mirar desde el podio: "esto es lo que vamos a usar nosotros, y tened claro que, con tanto iPhone en el mercado será un éxito; de modo que si lo queréis para vuestros terminales ahí está".
Creo que tenemos razones de sobra para afirmar que Apple mira a los competidores desde arriba, y a nosotros nos gusta que así sea. El problema viene si pensamos en las desventajas que esta situación puede traer, tanto para nosotros, como para la industria, e incluso como para el futuro de la misma Apple. Esperemos que tanta victoria no se les suba a la cabeza, sino que sigan usándola como hasta ahora, con inteligencia para ganar dinero ellos, pero para hacernos la vida más fácil a nosotros.