techcrunch

Anonadado me hayo al leer esta nota de Michael Arrington en su afamado blog TechCrunch, donde cuenta un lamentable suceso que le tocó vivir en el marco del DLD en Munich. Un gilipollas, disculpen la palabra pero es la que mejor define a tan zafio personaje, le escupió en la cara tras no obtener la atención de Michael.

Todo el post está rodeado de amargura, donde reflexiona sobre lo sucedido y cuenta otros casos sufridos por él de acoso y derribo, llegando en una de las ocasiones a verse amenazado de muerte, obligado a contratar seguridad privada por miedo a que las amenazas se convirtieran en hechos y la policía le asegurara que como poco, el susodicho trastornado, era un peligro potencial. Lo peor de todo esto es que no se trata de un caso aislado, de un tiempo a esta parte aquél que tiene cierto peso mediático dentro de la red es atacado sin mesura, ahí tenemos "la moderación" de comentarios en el blog de Enrique Dans (que también comenta el asunto de Michael o de Martín Varsavsky, por estar plagados de insultos, mofas y demás lindezas. ¿Qué narices está pasando en la red?.

Según la opinión de Dans, más ducho en estos temas que un servidor por su nivel de "fama", el fallo está en la permisividad que existe en la red con este tipo de conductas; en muchas ocasiones un insulto es visto como una falta sin importancia, o por lo menos como que no tiene la misma "carga malévola" que en la vida real. Suscribo lo que dice Enrique, un insulto es despreciable en la red y en Kuala Lumpur, es la base para que luego le escupan a uno por la calle.

Ahora bien, la cosa no es tan simple y ojalá con un poco más de dureza por parte de los generadores de contenidos (la mayoría de usuarios de la nueva Internet) esto se frenara, además que el discurso se acerca peligrosamente a los que defienden que la red es algo así como un nido de ratas, pedófilos e hijos putas varios. Siempre que me preguntan sobre estos temas, preguntas que se empeñan en separar de alguna manera la vida y la red, argumento lo mismo: Internet es un reflejo de la sociedad u otro ámbito de la misma. Parece que nos olvidamos que los internautas son personas normales y corrientes, estudiantes, trabajadores, "papás y mamás". Los comentarios donde a uno le llaman de todo menos guapo por expresar opiniones (desgraciadamente ya me ha tocado vivir eso en multitud de ocasiones) son vertidos por "ciudadanos correctos de nuestra sociedad". Cierto es que el medio proporciona cierta protección ante ese tipo de conductas, pero lo que también está claro es que algo falla en general, el ambiente está encrespado en los medios tradicionales y en las calles, colegios y centros de trabajo etc. Por poner algunos ejemplos.

Dicho lo cual, no tengo la solución, ya que como digo para mi la sociedad "internetil" y la real están completamente cohesionadas y cada vez más. Esto no es una isla en medio de ningún sitio. Solo nos queda intentar cada uno en la medida de sus posibilidades, aborrecer y despreciar a ese tipo de personas, no para que desaparezcan de la red (cosa imposible), pero por lo menos sí para construir un entorno donde todo ese tipo de personajes no tengan cabida. No hablo de moderar comentarios, que también, hablo de crear comunidades que aglutinen a todos esos usuarios inteligentes, inquietos, participativos, críticos etc que también habitan la red. En Bitelia lo seguimos intentado con todas las ganas.

Bonus: Inti Acevedo trata el tema en ALT1040 con una estupenda y cachonda clasificación de los diferentes trolls que pululan por la red.

Enlace: Some Things Need To Change

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