Una de las cosas elementales que le falta al navegador de Google, sin dudas son las extensiones, que otros navegadores, como por ejemplo, Firefox o Internet Explorer ofrecen en cantidad y son realmente muy útiles; esta carencia, sin dudas, puede ser una de las principales razones por la que muchos usuarios no escogen este navegador.
Una interesante incorporación a la última versión beta de Google Chrome es el soporte de Greasemonkey, una conocida extensión de Firefox con la que podremos ejecutar scripts de JavaScript para modificar sitios web, ya sea tanto su diseño como sus funcionalidades. Estos scripts deben ir en la carpeta C:Scripts. A pesar de ello sigo extrañando el sin fin de extensiones que me ofrece Firefox.
Vía: GHacks