Hay tazas y tazas, y estoy seguro que si le regalara esta a mis amigos fotógrafos, pasarían a amarme por el resto de sus vidas.
Lamentablemente, al menos por ahora, no podré regalarle esta taza a nadie porque es sólo un concepto (y muy bueno). Probablemente habrá algún inversor que quiera soltar algunos billetes para hacer realidad esta interesante idea.