Como ya vimos en su día Noruega, o el señor encargado de ejercer como defensor del pueblo noruego, Torgeir Waterhouse, no se lleva muy bien con el DRM implementado por Apple (Fairplay, juego limpio), que no elegido por Apple sino que es, digamos, un encarguito de las compañías discográficas.
Ayer Steve Jobs tomó una decisión sin precedentes y mandó una carta al mundo entero en la que habla largo y tendido acerca del tema y da su opinión personal dejando muy claro que si por él fuera no habría DRM en la iTunes Store.
Hoy, el mismo defensor del pueblo noruego del que hemos hablado antes se ha dado por aludido y ha respondido al comunicado de Jobs. En la misma se muestra satisfecho con el pensamiento del de Cupertino y aclara que debido a la posición claramente dominante de los mismos son los responsables de mantener la conversación con las discográficas si quieren llevar a buen puerto el conflicto del DRM.
El segundo punto de ataque es más complicado. El conjunto iPod + iTunes hace dificil la convivencia con otros reproductores siempre que exista el Fairplay en la música descargada, a lo que Steve Jobs dijo que hay otras compañías (léase Microsoft y Sony por ejemplo) que tampoco permiten la reproducción en otro sistema que no sea el suyo propio. Como parece que la manzana esta de moda, desde Noruega responden que eso no exime a Apple de la "falta", pero no dicen nada del resto de "infractores".
La idea de la música libre, que no gratis (aunque se traduzcan ambas como "free" en inglés) no es una utopía y parece la jugada fundamental en la estrategia de futuro de las tiendas de música por internet, de forma semejante a como ha ocurrido en el mundo analógico/digital anteriormente, el modelo de negocio debe cambiar y adaptarse a los tiempos que corren, no seguir anclados en el pasado cuando las grandes empresas de la música podían poner candados lógicos con más pena que gloria. Sólo falta que se sumen el resto de países que se pusieron en contra sumándose a los noruegos...