Monolith Soft concluye el fenomenal año de estreno de Nintendo Switch con otro de sus mastodónticos RPG. ¿Está Xenoblade Chronicles 2 a la altura de las entregas de Wii y Wii U? El año de Nintendo Switch está siendo sorprendentemente bueno. Tras unos años irregulares a nivel cualitativo y, sobre todo, cuantitativo en lo que a Wii U y su catálogo se refiere, el primer año de la nueva consola de la compañía está siendo todo un ejemplo de cómo aterrizar en el mercado a nivel de software. Y es que no siempre (por no decir casi nunca) se ven obras de la talla de The Legend of Zelda: Breath of the Wild y Super Mario Odyssey en un mismo año. Ni, además, son acompañados de otros juegos como Mario Kart 8 Deluxe, ARMS, Splatoon 2 o Mario + Rabbids: Kingdom Battle.

Por si fuera poco el cuajar uno de los mejores catálogos de exclusivos de la generación en tan solo nueve meses, Monolith Soft aún tenía un as en la manga: Xenoblade Chronicles 2. En un año donde hemos visto juegos venidos de Japón de la talla de Persona 5, Nier Automata o los mencionados títulos de Nintendo EASD, este mastodóntico J-RPG pone la guinda. Y lo hace, aviso para cualquier interesado, teniendo muy en cuenta que son muchos los que no disfrutaron del primer Xenoblade Chronicles (pese a compartir nombre, la conexión con Xenoblade Chronicles X es mucho más remota) y, pese a parecer una secuela directa, hablamos de un título en el que cualquiera podrá entrar sin miedo.

De hecho, se le notan al estudio las ganas y la intención de llegar a cualquier jugador, experimentado o no, cuando uno da sus primeros pasos en el colosal mundo de Xenoblade Chronicles 2. Quizá eso mismo, su exagerada y paulatina explicación e introducción de mecánicas pueda desesperar a cualquier jugador con una noción mínima de lo que suele ser un RPG pero, poco a poco, el juego va soltando su mano y el sentimiento de libertad crece y crece. Ahora bien, hablamos de un título de tales dimensiones que, aún rozando la veintena de horas, tendremos la sensación de seguir aprendiendo y siendo guiados en según qué aspectos.

Así, sus primeras dos o tres horas funcionan a modo de introducción: se nos presenta a Rex, un buceador de nubes, que dedica su vida a recolectar distintos tesoros y se preocupa por enviar dinero a su familia, al que se le encarga una misteriosa pero aparentemente lucrativa misión. Aceptándola sin mucha cavilación, comenzará su camino junto a tres misteriosos pilotos y sus respectivos Blades. Así, primero en un amplio mercado y luego en una pequeña mazmorra, iremos aprendiendo lo básico para nuestra aventura. Poco después, empezará lo interesante y, tras el primero de los muchos giros inesperados, terminaremos convirtiéndonos en uno de los combativos pilotos a los que tanto admira Rex.

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A raíz de ello, el juego empezará a desplegar sus mecánicas más interesantes. Como piloto, iremos acompañados de los mencionados Blades, criaturas (humanas, animales o de otro tipo) que nos acompañarán y serán el principal ingrediente del sistema de combates del título. Xenoblade Chronicles 2 implementa una mecánica semejante a la de las dos entregas anteriores, mezclando el movimiento y las decisiones en tiempo real con acciones y elementos más propios del combate por turnos. Es una propuesta interesante, que va desplegándose opciones y creciendo en complejidad, que encandilará a todo aquel jugador que prefiera la predominancia táctica.

El resultado es un sistema de combate que recuerda mucho a la mayoría de MMO del mercado, mezclando el movimiento y posicionamiento de nuestro personaje con la toma de decisiones en lo que a habilidades, ya físicas o especiales, se refiere. Y estas habilidades o artes especiales vienen dadas por los mencionados Blades, que cuentan con distintos daños y debilidades elementales, un árbol de habilidades particular y un enfoque concreto, ya sea la curación, el apoyo o el daño mágico. Con estos Blades, conseguibles mediante misiones o a través de cristales, una suerte de gashapon, se consigue un toque de recolección que, en mi caso, he agradecido bastante pese que, a la postre, una vez encontrados Blades únicos, será difícil que rotemos demasiado nuestra plantilla de hasta tres ayudantes. Además, muchos de estos personajes "coleccionables" únicos tienen sus propias motivaciones y líneas de diálogo para formar parte de nuestro grupo.

Ahora bien, igual que Xenoblade Chronicles 2 es un juego que supone un punto y aparte en la franquicia para atraer a neófitos en la franquicia, también es cierto que sigue siendo un J-RPG realmente abrumador. Sí, la introducción de sus mecánicas y sistemas es progresiva para no agobiar al jugador pero, después de invertidas diez o veinte horas, tendremos que tener en cuenta y gestionar múltiples árboles de habilidades, el Afinigrama de los personajes principales, un sistema de inventario relativamente complejo, etc. Además, pese a que hace un mejor trabajo a la hora de explicar que sus predecesores, Monolith Soft no sabe encontrar el punto adecuado y mezcla tutoriales sumamente básicos y que cortan el ya de por sí pausado ritmo del juego con una sensación habitual, ya bien avanzado el juego, de falta de ellos.

Y es que las dimensiones del título, en cada uno de sus aspectos y sus mecánicas, son de tal magnitud que me hicieron pensar más de una vez en cómo Monolith Soft puede haber cuajado dos proyectos de la envergadura de Xenoblade Chronicles X y este XC2 con tan poco tiempo entre uno y otro. Y es que no es baladí que lo definiéramos como colosal: Xenoblade Chronicles 2 se desarrollada, sencilla y directamente, a lomos de colosos o titanes, unas ancestrales criaturas sobre las que se erigieron las distintas ciudades y zonas habitadas que recorreremos a lo largo de la aventura.

A nivel de world building, el trabajo del estudio vuelve a ser excelente y las sensaciones al recorrer su mundo son maravillosas: artísticamente es una delicia y la variedad de zonas, criaturas, enemigos o aliados es más que notable. Además, se nota que en esta ocasión Tetsuya Takahashi, CEO de la compañía y antiguo desarrollador implicado en títulos como Final Fantasy V o Chrono Trigger, ha metido mano en el lado narrativo y argumental y, como mencionábamos más arriba, nos topamos ante una historia más interesante que las previas peor que sigue con un ritmo algo irregular. En ella se tratan el paso del tiempo, la pérdida, el amor y, siempre, mezclando distintos tonos, desde lo más dramático a lo más humorístico o ligero.

Juega a favor de esta mayor expresividad el polémico cambio en el diseño artístico, dejando a un lado el enfoque algo más realista del título de Wii U y optando por acercarse a la estética anime. Algo que impregna, como decimos, tanto lo visual como el tono narrativo y que termina siendo todo un acierto. Es una pena que, como cualquier anime exitoso y longevo, Xenoblade Chronicles 2 también adolezca de lo popularmente conocido como relleno: terminar el videojuego nos puede llevar unas 80 horas pero varias etapas del modo historia se sienten algo pesadas y poco interesantes. El verdadero problema, sea como fuere, se lo lleva un contenido secundario que, en su mayoría, parece venido de cualquier MMO de la década de los 2000 y sus conocidas fetch quests o, lo que es lo mismo, la tan típica misión de ir a un punto X a recolectar un objeto Y o matar un enemigo Z. Un relleno que, a largo plazo, podrá ser un sopor para los más completistas.

Por último, toca hablar del lado técnico y artístico. Recalcamos que en lo visual, XC2 es un auténtico lujo y el sueño de todo aficionado a los mundos fantásticos y, además, eso lo complementa la que es una de las mejores bandas sonoras de lo que va de año e incluso de generación. Además, si hablamos del modo TV, el título rinde mejor de lo que cabría esperar, teniendo en cuenta dimensiones y hardware en el que corre; es cierto que habrá secciones en las que notemos bajones en el rendimiento pero, sobre todo, esto se acentúa en modo portátil, siendo uno de los títulos de Switch con diferencias más palpables entre uno y otro.

Conclusión

Monolith Soft le pone el broche de oro a un año que, esperemos no lo sea, parece inigualable para Nintendo. Se nota el esfuerzo del estudio por corregir y redirigir el rumbo allí donde más se flaqueó en la última entrega de la saga y, en gran parte, se consigue. Xenoblade Chronicles 2 sigue siendo un juego abrumador con una cantidad ingente de contenido pero esta vez, pese a ciertas imperfecciones, hace más y mejor por acoger al iniciado.

La historia que se nos cuenta se sigue, casi siempre, con interés, el mundo de Alrest es un espectáculo por los cuatro costados (una pena que el rendimiento portátil sea mediocre), la banda sonora es magnífica y el combate, aunque pueda hacerse extraño para algunos, termina siendo más que satisfactorio. Tan solo cierta desgana a la hora de explicar según qué mecánicas, la absurda cantidad de puro relleno en forma de objetivos secundarios y un ritmo algo irregular afean un J-RPG más que notable.

Pros

  • La mecánica de pilotos y Blades hace que el combate sea muy interesante.
  • El mundo y todo lo que le rodea. El world building de Monolith Soft es maravilloso.
  • La banda sonora es excepcional.

Contras

  • Las misiones secundarias son, en la mayoría de los casos, puro relleno.
  • En ocasiones, el juego abusa de los tutoriales. En otras, se echan de menos.
  • El modo portátil presenta un rendimiento muy mejorable.

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