Nintendo ha cerrado el año de la mejor manera posible. Super Smash Bros. Ultimate es un título que brilla por su gran contenido y las interminables horas de diversión. Personajes, escenarios, música y modalidades disponibles, todo se combina para ofrecer un auténtico museo digital sobre videojuegos. Pese a que no es perfecto, cumple con los elementos suficientes para considerarla como la mejor entrega de la saga.Cada vez es más complicado convencer a Masahiro Sakurai de poner en marcha un nuevo juego de Super Smash Bros. En varias ocasiones ha expresado su deseo de probar con nuevos géneros y alejarse del título que lo catapultó a la fama. Sin embargo, la decisión final no le correspondía a él, sino a la cúpula de Nintendo. Los de Kioto saben que no existe nadie mejor que Sakurai para llevar las riendas de una franquicia tan importante, y no los podemos criticar por esa decisión. El género de pelea nunca se ha prestado para realizar grandes innovaciones, pero el creativo japonés siempre es capaz de proponer una fórmula llamativa, tanto para fans veteranos como para el público nuevo. Con Super Smash Bros. Ultimate sucedió lo mismo, ha encontrado nuevas formas de sorprender sin cambiar las bases que él mismo creó en 1999.

No hay modificación alguna en la jugabilidad de los combates, la razón de ser de Super Smash Bros. Sigue siendo necesario aprender a dominar los movimientos, agarres, combos y ataques especiales de los luchadores para aprovecharlos al máximo. Como ya ocurriera en anteriores entregas, es difícil dominar a todos los personajes y siempre se termina por escoger a unos pocos que se adaptan a nuestros gustos o necesidades. La acción vuelve a ser frenética y constante, con el daño reflejado en un porcentaje tan distintivo. Aunque no se implementa algo revolucionario en este apartado, sí se nota que nuevamente Sakurai y el equipo creativo se enfocaron en perfeccionar las sensaciones de la pelea, no en darles un giro significativo.

Los escenarios vuelven a presentar todo tipo de variantes que pueden cambiar el transcurso de la contienda, desde modificaciones dinámicas hasta objetos que aparecen para dar ventajas u obstaculizar el desarrollo de la competición. Algunos están preparados para no frustrar a los más novatos con las caídas, y otros se vuelven muy complicados por lo sencillo que resulta perder el piso. Todo está servido para que el jugador cumpla con su objetivo: sacar a los contrincantes de la arena y derrotarlos.

El continuismo de los combates no es un punto negativo en Super Smash Bros. Ultimate, ¿por qué cambiar radicalmente un sistema que ha funcionado tan bien durante casi 20 años? No era necesario. Nintendo prefirió dedicar sus esfuerzos en aumentar el contenido: 103 escenarios y 74 personajes, de los cuales sólo 12 guerreros están disponibles en un inicio, aquellos icónicos del Nintendo 64. El resto habrá que desbloquearlos en los diferentes modos de juego o en momentos espontáneos en que surge la oportunidad. Ningún otro título de la franquicia había presumido números semejantes, mucho menos otros títulos de lucha. El trabajo de la compañía consiguiendo licencias ha sido fenomenal, no obstante, es hasta la campaña donde las caras conocidas se multiplican hasta superar el millar.

Es en el modo aventura "El mundo de estrellas perdidas" donde encontramos grandes novedades que se añaden por primera vez a la saga, explotando su potencial de una manera bastante creativa y hasta cierto punto compleja. En la campaña para un jugador son los espíritus quienes se llevan el protagonismo total. Para no complicar la explicación de su funcionamiento, podríamos definirlos como los perks de Super Smash Bros. Ultimate, complementos que otorgan ventajas durante el combate.

Existen dos tipos. Los primarios, que aumentan la potencia de ataque del luchador y sólo puede seleccionarse uno a la vez. Están divididos en cuatro clases: aprendiz, promesa, as o leyenda, cada una de distinto nivel y repercusión en la ofensiva. Por su parte, los espíritus de apoyo ofrecen habilidades u objetos complementarios. En algunas ocasiones es posible utilizar hasta tres de apoyo al mismo tiempo. Esto último dependerá de las ranuras que otorga el espíritu primario. Es así como podrá potenciarse al protagonista para igualar —o superar— al oponente.

Para conseguir más espíritus y subirlos de nivel —algunos con evolución— hay varias opciones. Lo más común es pasar por la campaña, la cual puede extenderse hasta las 12 horas de entretenimiento. Esto ya dependerá del ritmo de cada jugador. A nuestra disposición tenemos un mapa gigantesco lleno de batallas y con algunos jefes finales esperando con jugosas recompensas. Se han olvidado de las cinemáticas, la acción es lo único que importa.

Al comienzo de la aventura sólo es posible moverse en zonas limitadas, sin embargo, el propio progreso concede mayor libertad para trasladarse hacia el lugar deseado. Ese sentimiento de libre decisión también se refleja en los enfrentamientos, pues siempre está la alternativa de evitarlos cuando el enemigo es más poderoso. Claro, es aceptable volver en otro momento, cuando nos sentimos listos para confrontar a ese guerrero que se resiste. Pero ojo, porque vencerlo en condiciones adversas concede más y mejores recompensas.

Aquí entra en juego un elemento esencial: la estrategia. No se trata de elegir a los espíritus sin poner atención a las características del rival. Incluso antes de cada lucha muestran sus atributos para poder seleccionar las ventajas adecuadas. De igual forma, está disponible un árbol de habilidades que se van adquiriendo a gusto personal, muy importante para quedar equilibrados con los adversarios. Sí, en primera instancia todo luce como un sistema muy robusto, y posiblemente no pueda ser comprendido por los más pequeños. Por fortuna para ellos, se ofrecen sugerencias de espíritus y la mayoría de las veces son atinadas. En determinado momento aparecerán oponentes demasiado complicados y será necesario emplear los aperitivos, una especie de moneda que permite incrementar rápidamente el nivel de los espíritus, lo suficiente para elevar el poder promedio de nuestro personaje.

Desafortunadamente, esa complejidad no se hereda en la narrativa. Super Smash Bros. nunca se ha distinguido por ofrecer una historia inolvidable a pesar de sus numerosas licencias. No obstante, se echa de menos algo más profundo que pudiera igualar el interés generado por los espíritus. Desde un principio tienes claro cómo terminará todo, no sucede ninguna maniobra sorpresiva en el argumento. Lo anterior produce que la aventura se vuelva repetitiva con el paso de las horas, porque no entrega algo más allá de las constantes batallas. El desafío está muy claro: conseguir todos los espíritus posibles, desbloquear más guerreros y terminar con el caos de Lúmina, el villano de esta entrega.

La misma campaña admite conseguirlos por medio de la invocación, un procedimiento que consiste en intercambiar nuestros espíritus por orbes, mismos que servirán para comprar nuevos espíritus. Es evidente que esta opción fue agregada porque, con el paso del tiempo, los espíritus se acumulan y algunos jamás serán utilizados. Es mejor que sirvan como moneda en lugar de tenerlos acumulando polvo. La verdad es que no se requieren muchos para sobresalir, sólo unos pocos se vuelven indispensables en el trayecto.

Finalmente, otra forma de conseguir esos perks es en el Tablero, una sección donde podemos elegir el ítem deseado y combatir para ganarlo. La particularidad de este apartado radica en que los espíritus se actualizan cada 5 minutos, y una derrota hace perder la oportunidad de conseguirlo hasta otro momento, no hay revancha. Si el reto no fuera suficiente, todavía es obligatorio superar un minijuego que pone a prueba la paciencia del jugador. Más de alguno caerá en desesperación y se quedará con las manos vacías.


En Super Smash Bros. Ultimate están de vuelta los modos de juego que han cautivado durante casi dos décadas. El combate clásico, por ejemplo, ofrece contiendas de hasta 8 personajes, ya sean controlados por personas o por la CPU. La diversión aumenta cuando se establecen reglas personalizadas, estando presente la opción de agregar los espíritus. La Tropa Smash brinda luchas de 3 vs 3 o 5 vs 5 con diferentes variantes. Si de verdad se desea encontrar al mejor jugador, lo más conveniente es recurrir a la modalidad Torneos, donde hasta 32 contrincantes se van eliminando y todo termina en la gran final. El Smash Arcade, uno de los más queridos, también está de regreso, juntando una serie de duelos que están relacionados con la historia del luchador seleccionado. Seguramente en este último la mayoría vivirá sus mejores momentos con el título tras desbloquear nuevos protagonistas.

Para quien deseé explotarla, la sección Smash especial incluye tres modos igual de entretenidos. En Smash variado, por ejemplo, se pueden editar todo tipo de parámetros como la cámara, el tamaño de los contrincantes, la gravedad o velocidad, entre otros. Las opciones de personalización son tan curiosas que es posible crear el caos que siempre soñaste. Por otro lado, en Smash total eliges un número determinado de combates, y en cada uno se utiliza un personaje distinto sin posibilidad de repetirlo. Es ideal para conocer el funcionamiento de otros luchadores. Super muerte súbita depende de tener extremo cuidado en no recibir golpes, pues uno de gran poder podría terminar todo. El daño comienza en 300%.

El catálogo sublime de modalidades off-line termina con Asalto, en el que un número impresionante de enemigos se interpondrá en el camino, sin importar cuál de las tres categorías sea seleccionada: Asalto contra 100, Asalto de leyendas y Asalto intrépido. ¿Aún no tienes suficiente? Intenta completar los más de 120 desafíos disponibles en Super Smash Bros. Ultimate. No hay por qué preocuparse si pierdes la batalla para desbloquear a un personaje, estarán nuevamente disponible en la sala de aspirantes.

No se puede dejar de lado al Entrenamiento, el lugar adecuado para aprender y perfeccionar los movimientos de cualquier personaje. Hubiera sido maravillo que la vertiente online funcionara adecuadamente, pero el lag y los problemas de conexión han sido recurrentes en los primeros días. Nintendo Switch Online no termina por estar a la altura de una suscripción de pago. Si bien algunas partidas en línea no presentaron problemas, la experiencia positiva fue intermitente. Un juego como este no se puede disfrutar plenamente con esas dificultades.

Teniendo en cuenta las capacidades de hardware de la Nintendo Switch, en el apartado técnico no hay ningún reproche. Cada escenario, personaje o animación están elaborados con gran calidad. Aunque no existe una gran diferencia respecto al título de Wii U, el nivel gráfico luce fenomenal en todo momento, sin importar si se juega en modo portátil o en el televisor. Todo es un espectáculo visual. Las pantallas de carga son mínimas y de corta duración, además muestran consejos muy útiles que valen la pena tener en cuenta.

La banda sonora no se queda atrás. Escuchas decenas de tracks de gran calidad, muchas de ellas adecuadas a lo que sucede en pantalla, sobre todo en el modo aventura. Lo mejor es que se pueden configurar dependiendo el escenario. Y hablando sobre configuración, hay libertad para ajustar el funcionamiento del mando y adaptarlo a nuestras preferencias. En lo personal nunca me he sentido cómodo con la asignación de botones predeterminada, así que esta opción cae como anillo al dedo. Sin duda alguna, Super Smash Bros. Ultimate se disfruta mejor con el Pro Controller en lugar de los Joy-Con, sin embargo, lo más recomendable sigue siendo el control de la GameCube.

Se ha incluido un reproductor musical con más de 800 pistas, 24 horas de música para fans. No sólo se agregaron canciones pertenecientes a franquicias de Nintendo, también las de algunas licencias de terceros que participan en el juego. Puedes usarlo aún cuando la consola está suspendida. En definitiva, Super Smash Bros. Ultimate es un museo digital sobre videojuegos, un auténtico homenaje. Pocas obras en la industria han demostrado tanto detalle y cariño hacia sagas tan emblemáticas. De nuestra parte no queda más que agradecerlo y reconocer un trabajo tan elaborado por parte de todos los involucrados.

Conclusión

Super Smash Bros. Ultimate es el máximo exponente de Masahiro Sakurai, su mejor trabajo hasta la fecha. El título puede ser disfrutado por cualquier persona sin importar su edad, aunque ciertamente, el modo aventura está dirigido a los más veteranos. Es imposible establecer las horas de entretenimiento que es capaz de ofrecer, el contenido es tan inmenso que los años de diversión están asegurados. No sabemos cuánto tiempo transcurrirá hasta ver al sucesor, pero con este título es suficiente para aguantar la espera.

¿Es la mejor entrega de la saga? Sí, sin duda. Nuevamente reitero que nos encontramos ante un auténtico museo digital, uno de los mejores crossovers en la historia de los videojuegos. Por si fuera poco, Nintendo planea aumentar el contenido por medio de DLC, y no debería sorprender si agregan a un personaje inesperado. Con Super Smash Bros. Ultimate cualquier cosa es posible.

Pros

  • El inmenso contenido: personajes, escenarios y modos de juego.
  • Las licencias disponibles.
  • Todo elemento de los combates se siente perfeccionado.
  • Años de rejugabilidad asegurados.
  • Los espíritus y su forma de complementar a los luchadores.
  • El apartado técnico aprovecha las capacidades de la consola.
  • La atención al detalle en cada rincón.
  • El reproductor musical es una biblioteca única para fans.

Contras

  • El modo aventura se vuelve repetitivo con el paso de las horas.
  • La vertiente online presenta diversos problemas que lo hacen injugable.

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