La empresa nipona vuelve a la carga en el segmento móvil de gama alta con el Sony Xperia 1 II, un smartphone tan complicado de catalogar como de entender es su intrincado nombre. La firma intenta, de nuevo, recalar en la retina del consumidor con una apuesta singular que, pese al empeño, continúa dejando por el camino dudas sin resolver.
Si por algo se puede caracterizar la apuesta de Sony con sus smartphones es por lo particular de la misma. Tanto es así, que en ciertas ocasiones pareciera que nadan a contracorriente de lo dictado por el mercado sin un motivo demasiado sólido –aparentemente, al menos– que sirva para justificarlo. Ha sido una constante a lo largo de los años recientes y, de nuevo, lo es con el Sony Xperia 1 II.

Y no es así únicamente por su aspecto, del que ahora hablaremos, sino por la concepción del smartphone en su conjunto. Apostando por reforzar características singulares, las sensaciones que ofrece el Sony Xperia 1 II vuelven a ser mixtas. Una vez más.

Impresiones que pueden ser bien toleradas, quizá, en modelos con menores pretensiones, pero que en un terminal de gama alta que sobrepasa la cifra de los 1.000 euros se hacen cuesta arriba. Máxime cuando la competencia se afana en elevar el listón general con terminales más atractivos, más populares y cuya polivalencia hace complicado destacar a Sony.

Frontal del Sony Xperia 1 II
Imagen: Luis del Barco.

Diseño clásico y contundente

La apuesta que refleja el Sony Xperia 1 II comienza, indudablemente, por su diseño exterior. Uno que viene condicionado, como ya ocurriera en anteriores ocasiones, por el formato en 21:9 de su pantalla. Este resulta ciertamente inusual, y plantea una serie de constricciones inherentes al formato junto a su gran pantalla, de 6,5 pulgadas.

La combinación de ambas cualidades se transforma en un dispositivo en el que será evidentemente complicado acceder a la parte superior del mismo con una sola mano. No obstante, tanto el grosor como el peso facilitan su uso, ambos situándose por debajo de buena parte de los smartphones de gama alta de las principales empresas del sector.

Realizado en una conjugación de metal y cristal, el resultado es agradable a la mano y, pese a sus dimensiones, es manejable. No es, en cualquier caso, el dispositivo más compacto del momento.

Cámara del Sony Xperia 1 II
Imagen: Luis del Barco.

Si la sobriedad es una de las cualidades del Sony Xperia 1 II, esta se traslada a todos los elementos del terminal. Tanto la construcción como la apariencia parten de esa base, poco arriesgada, que no por ser conservadora se aleja de la gama alta. En este sentido, llama la atención un frontal en el que no se esconden los marcos que acotan las zonas superior e inferior. En tiempo de notches y cámaras frontales perforadas en el panel, llama la atención que la tecnológica apueste por esta solución en el que es su buque insignia cuando la altura, como se ha mencionado, es una de las principales constricciones.

En su lateral, además de los habituales botones de encendido y volumen, se encuentra también un botón dedicado para la cámara. En el primero de ellos se integra el lector de huellas dactilares, cuyo funcionamiento, si bien correcto, no es perfecto. No será lo habitual experimentar errores con el mismo, pero tampoco del todo extraño y, en este sentido, se hecha en falta mayor fiabilidad.

Experiencia Xperia

Uno de los puntos fuertes del Sony Xperia 1 II es la experiencia que acompaña al terminal. Por un lado se halla Android 10 acompañado de un ejercicio de limpieza que no acostumbra a verse por parte de fabricantes asentados en territorio asiático. La personalización por parte del fabricante es liviana, con una intromisión en el software que brilla por su ausencia, en el mejor de los sentidos. Se hacen a un lado, en definitiva, los retoques estéticos en pos de conseguir un resultado más cercano a la concepción de Android propuesta por Google.

Con animaciones y transiciones rápidas, acompañado de los archiconocidos gestos de navegación del sistema, la sensación de uso es placentera y carente de contrariedades. Algo a lo que contribuyen los 8 GB de RAM incluidos y el procesador Snapdragon 865, el más potente de cuantos comercializa Qualcomm en la actualidad –amén del Snapdragon 865 Plus–.

Sumados, las posibilidades de encontrar fallos o carencias en el rendimiento se reducen a la mínima expresión. Tanto para ejecutar tareas dispares como para redes sociales o acciones más completas como correr videojuegos, la fricción, como suele ser el caso en este tipo de combinaciones, tiende a ser marginal.

Lateral del Sony Xperia 1 II
Imagen: Luis del Barco.

Copando lo anterior se encuentra el rendimiento del panel. Destaca de manera muy especial la altísima resolución de pantalla y su densidad de píxeles. Sencillamente, se ve muy bien. Complementada con su ratio de aspecto y unos altavoces estéreo en las zonas superior e inferior, se antoja como un equipo especialmente idóneo para disfrutar de series, películas y contenido audiovisual diverso.

Se echa en falta que que los esfuerzos de Sony por aportar diferentes utilidades al terminal hubieran fructificado en algo de real calidad. Encontramos, por ejemplo, la tradicional vibración inteligente, que se adapta a los sonidos reproducidos por el dispositivo; también unos bordes sensibles que despliegan un menú rápido para acceder aplicaciones. Ni la una ni la otra se traducen en una mejora cualitativa en el día a día. Su uso no solo queda relegado a acciones esporádicas, sino que las activaciones accidentales, en el caso de los marcos táctiles, empeora lo obtenido.

La batería resulta suficiente, pese a que se queda en los 4.000 mAh. Acostumbrados a ver ya en dispositivos de grandes dimensiones piezas que se elevan por encima de los 5.000 mAh, que el Sony Xperia 1 II se defienda con holgura integrando la citada capacidad es de apreciar.

Cámara: ¿cuál de todas?

El plato fuerte del Sony Xperia 1 II llega, o debería llegar, con la cámara. Su propio nombre ya es toda una referencia a los equipos fotográficos de la compañía, sentando precedentes. Sensación que se incrementa al iniciar el terminal y ver que, junto a la usual app de al cámara, se encuentran –además de otras no solicitadas, como Tidal o Facebook– otras dos destinadas a la captura audiovisual.

App de cámara del Sony Xperia 1 II
Imagen: Luis del Barco.

Se trata de Photo Pro y Cinema Pro, enfocadas en la toma de fotos y captura de vídeos. La diferenciación es clara, y se aprecia aún más al abrir las dos últimas: estas se encuentran enfocadas en el público profesional que quiera obtener en el móvil una experiencia más cercana a los equipos Sony.

Una idea que sobre la teoría puede ser atrayente, pero que en la práctica no termina de cuadrar. La culpa de ello la tiene la propia aplicación de cámara, que resulta simple y compleja a partes iguales, si es que eso tiene sentido. Simple; por no encontrarse en ella todas las opciones que uno acostumbra a hallar en un terminal –no dispone de modo noche, por ejemplo–; y compleja, porque se muestran presentadas de forma algo confusa –con modo retrato separado para las cámaras trasera y frontal, entre otras, y no claramente identificado–.

La apuesta del Sony Xperia 1 II en este apartado se compone de lo siguiente:

- Cámara frontal: 8 MP f/2.0

- Cámara trasera:

12 MP f/1.7: principal
12 MP f/2.4: telefoto (óptico 3x)
12 MP f/2.2: gran angular

Nuevamente, evaluar la propuesta del smartphone resulta complejo por los diferentes planteamientos. En términos generales, las imágenes obtenidas a plena luz del día a través del sensor principal son ricas en detalle, contraste y tonalidad, pero con la clara ausencia de un modo HDR que trabaje de forma contundente en modo automático a través de la app de cámara habitual. Conseguir que este trabaje será solo posible a través de la poco intuitiva Photo Pro, condicionando las tomas.

DSC_0033.jpg Cámara principal

DSC_0043.jpg Cámara principal, macro

DSC_0052.jpg Retrato

El telefoto y el gran angular se combinan de buen grado para ofrecer un equilibrio de color y calidad de disparo. Su uso en automático, otra vez, supone perder algunas cualidades por el camino. En un amplio número de situaciones no será un problema, pues el optimizado de escenas de Sony es capaz de realizar una correcta interpretación de lo que se está capturando. En otras, continúa echándose en falta una mayor solidez.

Un caso patente, por ejemplo, es la citada ausencia del modo de disparo para situaciones nocturnas. Si bien el terminal es capaz de reconocer que se encuentra ante un escenario donde la luminosidad es insuficiente y obrará en consecuencia –tardando más en realizar la toma para captar más información–, el resultado es menos contundente que el de sus competidores, algo que se hace especialmente patente cuando uno deja de utilizar el sensor principal.

DSC_0061.jpg Nocturna interior, cámara principal

DSC_0060.jpg Nocturna exterior, cámara principal

DSC_PRT_20200727221752438.jpg Nocturna exterior, cámara frontal

*Puedes ver estas y otras imágenes a tamaño completo en este álbum*.

Problemáticas adicionales plantea también la cámara frontal, cuya calidad de desempeño es, en líneas gruesas, baja. A plena luz del día y bajo las correctas condiciones lumínicas en términos de contraste, uno podrá lograr resultados dentro de la corrección que se espera. Todo aquello que se salga de esta norma, jugará fuera de los límites que enmarca esta lente.

Conclusión

El Sony Xperia 1 II es, sin ningún género de duda, uno de los smartphones más completos de la tecnológica. Es capaz de ofrecer un cómputo de sensaciones notablemente buenas en términos generales, siendo un dispositivo que desprende esa calidad y sensación premium en su uso diario. No es para menos, con un precio que se sitúa de manera directa en el rango más alto del mercado.

La ausencia de mejores capacidades en el apartado fotográfico, no obstante, resulta imposible de vadear en un momento en el que, precisamente estas, se encuentran en el foco de todos los fabricantes. Competir entre los terminales de gama alta actuales solo es posible montando una de las mejores cámaras del año, y el Sony Xperia 1 II está lejos de conseguirlo.

Al cóctel final hay que añadirle también sus dimensiones y formato, que reducen su atractivo para buena parte del público. Una apuesta singular, en definitiva, por parte de la casa nipona, que continúa sin ser capaz de dar un golpe sobre la mesa que reubique a Sony en el mercado de la industria móvil.

Pros

  • Pantalla OLED de gran resolución
  • Software sin aditivos
  • Altavoces estéreo

Contras

  • Lector de huellas mejorable
  • App de Cámara insuficiente
  • Cámara inconsistente

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