Una de las obras más especiales de la historia del videojuego llega, con un profundo lavado de cara de la mano de Bluepoint Games, a PlayStation 4. ¿Respeta esta revisión de Shadow of the Colossus el legado del título original?La obra de Fumito Ueda y su equipo es tan prolija como escasa. ICO, Shadow of the Colossus y The Last Guardian son hasta el momento las tres Pero la importancia y el valor de cada una de ellas ha hecho que tan solo un trío de videojuegos y, de hecho, apenas dos (pues entre Shadow of the Colossus y The Last Guardian pasaron nada más y nada menos que 12 años) videojuegos sirvieron para alzarle a lo más alto de la industria a nivel de mérito, respeto y seguimiento.

Y por ello, como ocurre con tantas sagas y videojuegos, y más con aquellos que no tuvieron un gran tirón comercial y un enorme seguimiento en su día, ya vimos sus dos títulos lanzados en PlayStation 2, ICO y Shadow of the Colossus, remasterizados para PlayStation 3. De ahí la sorpresa que supuso el anuncio de un remake, con todas las letras, de su segundo trabajo, la aventura de Wander y Agro. ¿Pero era necesario? ¿Se conseguiría resguardar y seguir transmitiendo la magia original del Team ICO a la hora de reconstruir desde cero la experiencia?

El mérito está, antes de entrar en valoraciones, en ver un trabajo así de minucioso en una época donde las versiones remasterizadas que mejoran ligeramente texturas y resolución están a la orden del día y solo contadas excepciones, como la que nos ocupa, la reciente Crash Bandicoot Trilogy o el Modern Warfare Remastered (título curiosa y extrañamente confuso, tratándose de una versión desarrollada desde cero), realmente suponen un soplo de aire fresco y una puesta al día considerable. Eso por delante, el trabajo de Bluepoint Games vuelve a ser ejemplar a este respecto.

De hecho, tras versiones remozadas de clásicos de Sony como los God of War, los Uncharted o los propios ICO y SotC o ports de calidad como el Titanfall de Xbox 360, este sea posiblemente su mejor y más profuso trabajo. Y sobre eso, más que sobre las mil y una bondades mil veces narradas de una experiencia tan única y especial como íntima como es Shadow of the Colossus, vamos a hablar. ¿Merece la pena volver a la Tierra Prohibida en PlayStation 4?

Lo primero que generó ciertas suspicacias cuando se mostró al mundo este remake fueron algunos cambios en el diseño artístico, propios de un trabajo creado desde cero, con nuevos assets y sobre, evidentemente, un nuevo motor gráfico. Una luna algo más pequeña y menos imponente en la escena de vídeo inicial o unos tonos más potentes y alejados de lo etéreo de la paleta original, levantaron más de una ceja entre los aficionados acérrimos de la obra de Ueda y compañía. Cierto es que hay numerosos cambios de estilo presentes, como el retoque del motion blur (ajustable, por cierto), pero nunca son demasiado disruptivos y, en mi opinión, no rompen con la magia y el recuerdo del original pese a que sí evidencian que estamos ante un Shadow of the Colossus distinto.

Y eso no es necesariamente malo. La obra original del Team ICO o su correspondiente actualización para PS3 van a estar siempre ahí, disponibles para una nueva visita en cualquier momento. Aquí tenemos, a la vez, una experiencia idéntica y un envoltorio contemporáneo. Eso, algo más discutible (aunque, repito, no exageradamente grave) en el apartado artístico, se convierte en algo más que bienvenido en lo puramente jugable: incluyendo dos esquemas de control (con dos variantes cada uno), el que encontramos por defecto es una renovación que lleva el botón de salto a la equis, el de atacar al cuadrado o que, con el círculo, nos permite rodar de una forma algo más cómoda y directa que en la versión original (donde era necesario apretar dos botones al mismo tiempo).

Como no podía ser de otra forma, el control se ha rehecho desde cero pero, de nuevo, en Bluepoint Games han sabido mantener la esencia original de las curiosas y atípicas, en algunos casos, animaciones de Wander (esa forma de tratabillarse al rodar, por ejemplo) y, en general, el feeling sigue siendo muy parecido, para lo bueno y para lo malo. No lo hice en su día y sigo sin comulgar con esa suerte de IA independiente de Agro, el caballo del protagonista, acostumbrando a dar algún que otro problema o frenarse antes de la cuenta al manejarlo; siempre se ha defendido esto como una decisión de diseño intencionada (como ocurre con Trico en The Last Guardian) pero termina restando más que aportando.

YouTube video

Más allá del profundo lavado de cara técnico y artístico y la puesta al día en lo jugable, este Shadow of the Colossus (que, por cierto, no incluye la palabra remaster o remake en su título) se mantiene inmutable en contenido pero sí incorpora ciertos añadidos de interés para jugadores experimentados y neófitos por igual: se incorpora la posibilidad de acceder a un modo díficil desde la primera partida así como un buen número de desbloqueables (ilustraciones, comparativas entre versiones, etc.) que conseguir, junto a otros secretos ya vistos en el juego original, al completar el título. Eso sí, de forma algo incómoda y poco coherente, completar el videojuego en su máxima dificultad no desbloquea al contenido asociado a las dificultades por debajo.

Otro de los grandes añadidos, imprescindible en prácticamente todo el catálogo exclusivo de Sony, es el de un modo foto que le sienta como anillo al dedo a un videojuego de esta belleza artística e imponencia técnica. Con él llegan las opciones esperadas: libertad prácticamente total para mover la cámara y una jugosa colección de filtros (algunos imitando el estilo artístico del título original) que permiten tomar capturas tan bellas como estas.

Shadow of the Colossus: 10 años en nuestra memoria

Y, como siempre que se habla de remasters o remakes, toca pararse en los píxeles y frames: el trabajo de Bluepoint Games fija los 1080p y 30fps como resolución y tasa de frames en la PlayStation 4 original y se exprime y lleva más allá en la versión Pro de la consola, pudiendo elegir entre 4K y 30 fps o 1080 y unos 60fps que no podrían sentirle mejor a un videojuego como éste; cierto es que recorremos un mapeado notablemente vacío y falto de vida pero lo imponente extensión del mismo y el detalle que se ha invertido en cada rincón, cada textura y cada modelado hacen que sorprenda notablemente el acabado final. Con todo, el trabajo técnico y artístico del estudio tejano es un ejemplo a seguir en la industria, no cabe duda.

Conclusión

Analizando esta obra como trabajo de puesta al día y no como videojuego en sí, pues es algo hecho hasta la saciedad en los últimos doce años, no se puede más que aplaudir el esfuerzo de Bluepoint Games. Ya estaban situados en el mapa de la industria como unos auténticos expertos a la hora de realizar ports, versiones remasterizadas y remake pero este es, sin duda, su mejor trabajo a ese respecto.

Construido desde cero por un equipo de apasionados de la obra de original (eso se nota) nos encontramos ante un Shadow of the Colossus diferente e idéntico al mismo tiempo. La mejora en lo gráfico y técnico es para quitarse el sombrero, reluciendo en su modo foto, y la puesta al día en el control se siente fenomenal. Solo unos cambios artísticos más pronunciados de lo que algunos podrían esperar y pequeños problemas heredados del original empañan un remake impecable y que marca el camino a seguir en este tipo de trabajos.

Pros

  • El trabajo técnico, hecho desde cero, es impecable.
  • Los nuevos esquemas de control sientan fenomenal y son perfectos para el iniciado.
  • Pequeños añadidos como los desbloqueables y el modo foto.
  • El respeto a la magia de la obra original, presente durante casi todo el juego.

Contras

  • Ciertos cambios en el diseño artístico no gustarán a los fanáticos del original.
  • El movimiento de Agro y ciertas animaciones de Wander siguen siendo, a conciencia, algo incómodas.

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