2019 arrancó como un año de profundos cambios en el catálogo de smartphones de Samsung. Tras un retroceso en sus propuestas más contenidas, los de Corea han dado finalmente este año un golpe de timón a estas en su diseño y aspiraciones. También en su precio. Todo comienza en el nuevo Galaxy M20.La línea Galaxy M llegó a comienzos de año como un reemplazo de las líneas más económicas que veíamos en años anteriores, las Galaxy J o Galaxy On. De momento, cuenta con tres modelos presentados, los Galaxy M10, M20 y M30. En esencia, comparten baterías generosas, un diseño centrado en la pantalla y un precio más apretado que nunca al resto de características raspando la suficiencia a nivel experiencia.

Tras haber probado un más ambicioso Galaxy A50, este Galaxy M20 se siente aburridamente familiar. Pero no lo es, en absoluto, si vemos las opciones de años anteriores frente a las que sí hay grandes cambios. Además de porque este M20 llegó incluso algo antes, y marca las pautas a seguir y los pilares fundamentales que van a sostener el catálogo de Samsung.

Sobrevolando este nuevo smartphone, de los más baratos que la marca ha presentado últimamente, vemos que no va tampoco a mínimos. Su pantalla no es OLED, pero es Full HD y cubre buena parte del frontal. Su sensor de huellas no está en la pantalla, pero mantiene memoria suficiente y una enorme batería que prometen experiencia para años. Su cámara también es doble, siendo el segundo sensor un gran angular.Samsung Galaxy M20 sensor

Un diseño familiar

Con el Galaxy M20, Samsung se mantiene alejada de tendencias más vistosas que abundan en gamas más altas. Nada de metal o cristal en su parte trasera, sino que todo queda relegado a un acabado plástico pulido algo resbaladizo. Si algo llama la atención al coger este smartphone y su gigantesca batería no es tanto su peso –de 186 gramos– como un grosor de 8,8 milímetros que para muchos estará justificado. Mi duda con él es si no será demasiado una vez reciba la funda de rigor.

Decía que el diseño es novedoso en Samsung, que elimina finalmente el borde superior –y reduce el inferior– en esta gama, aunque no deja de ser algo que está llegando a todos los teléfonos y gamas. Incluyendo tanto al modesto Huawei P Smart (2019) como al agresivo Redmi Note 7 de Xiaomi. Lo hace apoyándose en el 'notch' que tanto ha criticado la marca, un elemento que si bien ellos no reconocen por ese nombre –Infinity V display, le llaman– es bienvenido igualmente para aumentar el tamaño de la pantalla haciendo incluso encoger el tamaño de los terminales.

Samsung Galaxy M20 notch

Por lo demás, el diseño es más bien aburrido, especialmente en este negro cercano al gris –hay otra versión en "azul Samsung"–. Eso sí, que sea poco innovador no significa que no tenga decisiones muy acertadas para su público. Entre ellas, que cuenta finalmente con conector USB C, dejando atrás el vetusto microUSB que seguían incluyendo hasta hace solo unos meses incluso en gamas algo superiores. O que incluya el conector de auriculares de 3,5 mm –y también un par en la caja, aunque de dudosa presencia–. Eso sí, si buscas el LED de notificaciones, no lo vas a encontrar.

Lo que se reservan para los Galaxy A es el sensor de huellas bajo la pantalla. En este M20 incluyen uno más tradicional situado en su parte trasera. Está situado algo alto, por lo que toca estirar el índice al desbloquearlo, no siendo la más cómoda de las posiciones. Su velocidad o efectividad tampoco es de las mejores del mercado, y tiene una propensión a fallar si tenemos las manos ligeramente húmedas.

Samsung Galaxy M20 bordes

Su pantalla es generosa, con sus 6,3 pulgadas de formato alargado y en resolución Full HD. Vemos que a esta gama no llega todavía el OLED, sino que se queda a las puertas pues sí llega al modelo inmediatamente superior. El panel es TFT, por lo que sus capacidades son limitadas, especialmente en los tonos más oscuros y al inclinar ligeramente en diagonal. El ajuste del brillo automático es algo agresivo, y parece no responder a la barra de brillo manual, atenuando la pantalla en ocasiones. En este sentido, he llegado a tener que desactivarlo para poder empujar el brillo algo más, ya que la batería –como veremos– lo permite.

Con M de moderación

Samsung Galaxy M20 trasera

Del Galaxy M20 aprecio la tendencia que vemos en Samsung últimamente, probablemente empujada por el abaratamiento del precio de las memorias, de no dar esencialmente lo mínimo para que el teléfono funcione. Esto se ve en sus 4 GB de RAM y sus 64 GB de almacenamiento internos o la ranura para microSD. No ocurre lo mismo, sin embargo, con su procesador. Se trata de un recién presentado Exynos 7904, pero basado en diseños y procesos ya más que asimilados por industria. Este, se resume de la siguiente forma:

- CPU de ocho núcleos. Dos núcleos Cortex A73 a 1,8 GHz, de alto rendimiento, y otros seis A53 a 1,6 GHz, de bajo consumo. Ambos muy capaces pero ya renovados en más de una ocasión.
- GPU Mali G71. Dos de estos núcleos dan vida al Exynos 7904. Eran parte de los procesadores móviles más potentes en 2017, con la diferencia de que Exynos de los Galaxy S8 contaba con 20 de ellos.
- Soporte a LTE Cat 12/13. Hasta 600/150 Mbps de conexión.
- Fabricado en 14 nanómetros, un proceso con varios años a sus espaldas.

En general, componentes que eran decentes hasta hace no mucho, pero en configuraciones que pecan demasiado de falta de ambición. En el Galaxy M20 vemos como este chip se traduce en un rendimiento algo limitado, que cae en las pruebas frente al conocidísimo Snapdragon 660 hasta un 20% en CPU o un 50% según el tipo de gráficos. Esto precipita problemas de cara a los juegos más potentes –como PUBG; Fortnite no es compatible–, que se sienten algo más difíciles de manejar. También por una pantalla menos sensible, por lo que en este sentido oportunidad perdida para aprovechar su enorme batería.

En el uso diario, no se trata del terminal más reactivo de Samsung. Pero funciona sin problemas y la capa de personalización de Samsung ya es una vieja conocida por los usuarios, permitiendo algunas opciones a los usuarios pero sin apabullar como lo hacía hace unos años.

Samsung Galaxy M20 autonomía

Batería de nada menos que 5.000 mAh, que puede llegar a cumplir con los dos días de autonomía en buena parte de los usos. En mi caso, se quedaba a las puertas de cerrar ese segundo día, con una autonomía real –sin machacar las aplicaciones en segundo plano o mutilar las notificaciones– que puede acercarse a las diez horas de pantalla, aunque dependerá fuertemente del uso que le demos. Debido al tamaño, su cargador rápido –de 15W, incluido– no lo es tanto, que se toma hasta dos horas completas para llevar su carga hasta el máximo.

Y esto puede hacer que la batería aguante más años antes de degradarse. Si la cargamos menos veces, le hacemos menos ciclos de carga. Si la seguimos cargando cada día, estos ciclos serán menos profundos, puesto que todavía queda

Los mejores trucos para cuidar la batería de tu móvil

En este apartado, no queríamos dejar de comentar algunos detalles:

- No cuenta con conectividad Wi-Fi en la banda de 5 GHz. Por tanto, este móvil puede limitar tu conexión si vives en una ciudad donde las redes están saturadas y acostumbras a utilizar esa banda, de uso menos extendido. Y sí, se nota bastante.

- El sonido mejora respecto a generaciones anteriores. Suena algo más alto y mejor, aunque normalito para su gama.

- Cuenta con NFC y radio FM. Eso sí, Samsung Pay no es compatible con este smartphone.

- Nada de One UI, la nueva interfaz de Samsung se echa en falta. En su lugar, cuenta con Samsung Experience 9.5 sobre Android 8.1, una versión algo antigua a estas alturas.

- Aplicaciones preinstaladas, como Facebook o las típicas de Microsoft, por las que nadie ha preguntado y se incluyen sin posibilidad de desinstalar.

Ineludible segunda cámara

Samsung Galaxy M20 cámaras

Algo que venimos viendo ya un par de generaciones es que la cámara, uno de los mayores puntos de venta de los smartphones, tiene que llamar la atención al comprador. Para ello, prácticamente todos los fabricantes y en todas las gamas posibles cuentan con una segunda cámara que haga algún tipo de juego a la primera. Samsung, en general, mantiene una lente súper gran angular, con mayor ángulo de visión.

Deshaciéndose de un tercer sensor, de profundidad, que sí vemos en nos quedamos con una cámara principal de 13 MP y apertura f/1,9, junto a un gran angular con el detalle justo en 5 MP y f/2,2. Su cámara frontal tampoco escala a las resoluciones de fantasía que vemos en otros terminales, quedándose en unos correctos 8 MP. De nuevo, nos quedamos sin One UI y su aplicación de cámara rediseñada y más a mano, que marca la diferencia con esta.

20190421_124812.md.jpg Angular principal

20190421_124816.md.jpg Súper gran angular

Es fácil ver que la cámara principal es de mayor calidad que el súper gran angular, que arroja fotos algo más desenfocadas que el sensor principal. Es habitual, además, que haya alguna diferencia en la calibración del color entre los dos sensores.

20190421_124853.md.jpg Súper gran angular

En cualquier caso, tener un sensor con 120 grados de visión es útil en muchas situaciones donde el espacio es limitado y queremos captar una toma más amplia sin pararnos a hacer una panorámica. Es útil para reflejar de forma mucho más inmersiva ciertas situaciones, así como para paisajes o fotografía arquitectónica.

20190423_205726.md.jpg Angular principal

20190423_205729.md.jpg Súper gran angular

Pero las cámaras del Galaxy M20 sufren cuando cae la luz. Como vemos, es especialmente el súper gran angular el que se encuentra con mayores problemas a la hora de mantener un detalle decente y aprovechable.

*Recuerda que puedes acceder a las fotos en su resolución original pinchando en cada una de ellas, o todas a través de esta galería.*

En general, las cámaras de este smartphone saben a poco, a la vista de las capacidades de algunos competidores en este rango de precios. En cualquier caso, pueden ser suficientes si la mayoría de imágenes que tomas son a plena luz del día, y cuenta con un modo manual e incluso un modo retrato que puede hacer el apaño.

Samsung Galaxy M20 logo

Conclusión

Samsung se ha puesto las pilas en sus ofertas más económicas, y prueba de ello es el producto que consiguen perfilar con el Galaxy M20 y por 229 euros. Esto es especialmente cierto si lo comparamos con propuestas anteriores, más incompletas en múltiples aspectos. Todavía no lo ha hecho, pero apunta maneras de cara a móvil redondo para los menos exigentes cuando se asiente algo su precio, o a través de operadoras.

Destaca no tanto por su rendimiento –que es algo justo– como por su capacidad para durar, tanto con sus memorias y a largo plazo como con su enorme batería y lo que significa diariamente. Este último es el mayor argumento de venta en una mercado en el que el mayor reclamo para muchos es una autonomía prácticamente inagotable en un día de uso.

Sin embargo, sus cámaras no brillan por sus capacidades a pesar de contar con dos, un apartado de conectividad también algo limitado o una ausencia de lo mejor que sabe hacer Samsung en software dejan a esta apuesta algo fría.

Pros

  • Batería inmensa, autonomía real.
  • Pantalla más grande, cuerpo similar.
  • Memoria para durar.

Contras

  • Algo corto en rendimiento.
  • No hay Wi
  • Fi en 5 GHz.
  • Se echa de menos One UI.

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