Saints Row IV es un juego de mundo abierto en el que el presidente de los Estados Unidos de América y lider de la pandilla criminal convertida en celebrities "The Third Street Saints" deberá enfrentarse a una fuerza invasora extraterrestre mientras entra y sale de un mundo virtual en el que, gracias a su hacker residente, podrá tener superpoderes y armas completamente ridículas con las que reconquistar la simulación. También es la cuarta entrega de la saga Saints Row y uno de los juegos más locos que he tenido el placer de disfrutar últimamente.

En menos de una hora

En menos de una hora de juego en Saints Row IV nuestro protagonista ataca una célula terrorista, salta sobre un misil nuclear en pleno vuelo y, tras deshabilitarlo con sus manos desnudas y con I don't wanna miss a thing de Aerosmith de fondo, salta en caída libre para caer, a través del techo, perfectamente sentado en el despacho oval de la Casa Blanca. Después de esto y de convertir a la sede presidencial en una especie de club de depravación y drogas, nuestro protagonista, en el papel de presidente de EE.UU., se ve obligado a repeler una invasión alienígena montado sobre una patriótica torreta pintada de barras y estrellas. Lamentablemente, el enfrentamiento contra el líder supremo de los extraterrestres no va tan bien y el jefe de los Saints es derrotado. Despierta en una sit-com setentera que culmina en un tiroteo durante el cual Kinzie, la informática y en general, única persona medio equilibrada de los Saints, informa de que nos encontramos en Matrix con otro nombre. No mucho más tarde, con un poco de magia computacional, contamos con superpoderes y rifles láser. En menos de una hora.

Saints Row IV escala bastante rápido, como habéis podido leer. Entré en este juego esperándome un simulador de gangsters con un mundo abierto y un montón de misiones secundarias por completar y, pese a que no decepcionó en absoluto, no fue exactamente lo que me encontré. Durante los años que Saints Row y Grand Theft Auto han convivido en el mercado, muchos han lanzado comparaciones entre una y otra franquicia, mientras que los propios creadores de ambas sagas han tratado de distanciar la una de la otra. Como GTA V ha dejado claro, este parece ser el punto en el que ambos juegos se encuentran más lejos. Hasta el momento las diferencias residían, sobre todo, en la narrativa y el tono. Esta vez encontramos diferencias mecánicas aunque, por suerte o por desgracia, la mecánica principal del juego sigue siendo la misma: explorar una vasta ciudad llena de actividades principales y secundarias. Puede parecer trivial pero la principal innovación de Saints Row IV es el método que utilizamos para desplazarnos.

Por suerte, Saints Row IV no se queda en el humor, hay un buen juego para respaldarlo

Saints Row IV es una gran parodia, muy similar en estilo a Scary Movie y a la larga hueste de películas a las que el éxito de la primera ha ido dando a luz. El juego parodia a Grand Theft Auto y otros títulos de mundo abierto, pero también diferentes géneros cinematográficos y otros juegos populares. Por suerte no se queda ahí. El humor es un buen recurso con el que enriquecer un videojuego pero no basta para hacerlo grande. Hay tanto que ver en Saints Row IV que seguro que me dejo algo, aunque trataré de pasar por todos los puntos que afectaron mi experiencia con el juego, para bien o para mal.Saints-Row-grandeSaints Row IV es, para ser breves, una locura de juego

Cambiando el juego

Lo más notable de Saints Row IV son las mecánicas de superpoderes y como afectan al resto del juego. Los dos casos más llamativos, aunque no los únicos, son el combate y la exploración. Sobre esta última, decir que todo se vuelve más rápido y sencillo. Desde el momento en que adquirimos la supervelocidad y los supersaltos, los edificios, coches o enemigos dejan de ser un obstáculo para la exploración. Ningún coche en el juego es tan rápido como el super-esprint y, definitivamente, nuestra carrera se maneja mejor que cualquier vehículo. Esto saca a la luz la pregunta ¿De que sirven las opciones de personalización de coches? Lamento decir esto pero, al margen de las misiones específicas de conducción, en el tiempo que pude jugar a Saints Row IV, jamás vi la necesidad de coger prestado un coche, a pesar de lo potente que es el sistema de personalización de vehículos. Por otra parte, la exploración de la ciudad de Steelport utilizando nuestras súper capacidades está muy bien incentivada. Mediante trozos de datos repartidos generosamente por azoteas, tejados y calles, siempre tienes al menos uno a la vista, que te conduce a otro y a otro más. Dado que sirven para mejorar nuestros poderes, tiene sentido recogerlos pero ademas, son tan atractivos que es imposible no apartarse un poco de la ruta a nuestra siguiente misión si uno nos pilla de camino.

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Los superpoderes afectan enormemente al juego, desde el combate a la exploración

En cuanto al combate, alcanza rápidamente el punto en el que los combates obligatorios, sean por objetivos principales de la campaña o por misiones secundarias, se vuelven repetitivos, mientras que los disturbios que provocamos y que atraen la atención de enemigos son cada vez más divertidos. Una de las mejoras que podemos adquirir para nuestro personaje nos permite eliminar a la mayoría de enemigos instantáneamente utilizando un ataque físico mientras cargamos con supervelocidad hacia ellos. Esto, combinado con la capacidad de congelar enemigos o deshabilitarlos de otras maneras, hace que el combate se vuelva un paseo. Todos los combates que no provocamos intencionalmente se solucionan en una sucesión de animaciones de ejecución espectaculares que se vuelven repetitivas después de verlas unas cien veces. Las armas, salvando quizás las más extravagantes, carecen de la potencia para hacer desaparecer a nuestros enemigos a la velocidad a la que los superpoderes terminan el trabajo. Son los combates que buscamos de manera activa los que de verdad son disfrutables. Probar armas nuevas, despedazar una multitud de alienígenas con una katana láser o el ridículo pero efectivo "inflato-gun" cobran sentido cuando peleamos por pelear, en lugar de para alcanzar el siguiente objetivo.

En cuanto a las actividades paralelas, algunas han sido introducidas y diseñadas para hacer uso de los superpoderes. Todas las demás, por lo que he visto, están fuertemente influidas por la presencia de dichos poderes. Es especialmente absurdo el caso de las actividades de "estafa de seguro", durante las cuales debemos acumular dinero a base de estrellarnos contra coches y rebotar contra el asfalto. Las actividades de combate presentan, sobre todo más adelante, hordas masivas de enemigos para oponerse a nuestro nuevo estatus de "fuerza de la naturaleza" y las de destrucción indiscriminada nos dejan probar las armas más locas y exageradas del juego un poco antes de tenerlas.

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Por desgracia, el minijuego de hackeo que se utiliza para desbloquear establecimientos donde comprar ropa es muy pobre en comparación con cualquier otra cosa que puedes hacer en el juego, incluido mirar el paisaje, y saca al jugador un poco de la experiencia. Teniendo en cuenta que Saints Row emplea mecánicas de "una sola vez" como un nivel de scroll lateral al más puro estilo Streets of Rage o el combate contra la lata de refresco gigante, es una lastima que no se les ocurriese nada mejor para abrir las tiendas.

Personajes y personalización

Antes de comenzar la historia, pero después de "Zero Saints Thirty", la primera misión del juego, podemos personalizar nuestro avatar. Las opciones son inmensas y van de lo más tradicionalmente Saints hasta lo más ridículo, permitiéndonos, incluso, ponernos piel de diamante o rubí. Una vez accedemos a la simulación y empezamos a hackear la entrada de tiendas de ropa, podemos elegir un look más serio o una multitud de disfraces. Yo opté por una cazadora de cuero, unos pantalones genéricos y una máscara de lobo feroz. Parecía lo más apropiado. También podemos personalizar nuestro aspecto en las tiendas de cirugía, por si se nos pasó la oportunidad de lucir esa seductora piel de rubí de la que he hablado anteriormente.

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Saints Row IV nos presenta los miedos más profundos de sus protagonistas en clave de humorEl reparto de Saints Row IV es de lo más variopinto. Los personajes como Pierce Washington aceptan el absurdo de lo que ocurre a su alrededor y lo cabalgan orgullosos. Otros van desde seriedad absoluta con un toque de sociópata a lo radicalmente amargo, haciendo que las salidas de nuestro protagonista parezcan aun más ridículas. Cada miembro de los "Saints" tiene su propia personalidad, siendo mi favorita personal Kinzie Kensington. Todos los personajes con los que convivimos en nuestra nave (a excepción de uno) tienen su opción de "romance", básicamente sexo. Afortunadamente, Saints Row IV no muestra la propia escena, pero te puedes hacer a la idea de lo que pasa gracias a los dialogos que preceden a la acción en si. Concuerdan bastante bien con la relación que nuestro protagonista tiene con el miembro de la cuadrilla en cuestión y, por supuesto, son pequeñas perlas de humor.

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Quizás en un nivel más profundo, Saints Row IV nos da una visión más introspectiva de como funciona la psique de nuestros queridos pandilleros. Durante la campaña debemos rescatar a cada miembro de su pequeña prisión privada dentro de la simulación: un espacio donde viven su peor miedo. Si bien este hecho nos puede pasar por encima en primera instancia y es un detalle breve, nos permite conocer al elenco de los "Saints" a un nivel muy personal. Con esto dicho, ha llegado la hora de hablar de nuevo de los superpoderes. Por un lado, la mayoría de los aliados que podemos reclutar pueden adquirir superpoderes, cada uno en su propio estilo. Por otra parte, el ridículo desequilibrio de poder entre nuestro personaje y sus enemigos hace que, durante la mejor parte del tiempo, no necesitemos llamar aliados nunca, dejándolos obsoletos salvo para las misiones de lealtad en las que aparecen automáticamente. Lo cual nos lleva al motivo recurrente de Saints Row IV: Está, pero no hace falta.

Detalles

Saints Row IV tiene su buena dosis de bugs. Durante el tiempo que lo jugué, no me encontré ninguno que rompiese el juego, aunque si hay algunos ejemplos flotando por internet. Aunque entiendo que, en un juego tan grande y con tantas posibilidades, es normal que haya errores, aquellos que impiden la experiencia de juego tienen que bajar la nota. Por otro lado, hay algunos fallos verdaderamente graciosos que casi contribuyen a la ambientación del juego. Después de todo, estamos en Matrix ¿No? Algo que muchos han mencionado es que la ciudad de Steelport esta sumida en una noche permanente que solo puede ser convertida en día tras acabar el juego. No me parece un fallo demasiado grave, pero si toda la gente que conozco y que ha terminado el juego me lo ha mencionado, supongo que si es relevante para la mayoría de la gente.

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Lo más importante a tener en cuanta entrando a Saints Row IV es no tomárselo demasiado en serio. Si compras este juego pensando "Excelente, GTA 4.5" vas a llevarte una total decepción. Si intentas personalizar tu personaje para que se parezca a ti o a tu personaje de ficción favorito, te vas a quedar con las ganas. Si lo que quieres es una exageradísima fantasía de poder en la que causar el caos y la destrucción más absoluta, ser imparable y disparar armas sin sentido vestido de conejo rosa, Saints Row IV es tu juego. Es el máximo exponente de "Haz lo que quieras, rompe lo que quieras, mata lo que quieras". Yo descubrí que el valor de este juego, para mi, no estaba en la campaña ni en las misiones secundarias. Cuando Monster Hunter, League of Legends o Dark Souls se pongan demasiado intensos y frustrantes, ahí estará Saints Row IV para desestresarme disparando dubstep a todo cuanto entre en mi radio de visión, saltando, volando y pisando gente desde alturas inmensas, pilotando un robot asesino o creando agujeros negros en medio de una multitud.

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Por último, el modo multijugador es un grado adicional de locura. Se pueden completar misiones y desbloquear objetivos e incluso hay actividades paralelas que requieren estar en una partida multijugador pero, de nuevo, lo más divertido de jugar a Saints Row IV con un amigo es que el desorden y la destrucción se duplican. Las carreras imporvisadas, dispararse el uno al otro y lanzar coches con telekinesis a ver quien llega más lejos son solo algunas de las cosas que, espontáneamente ocurren. Es una lástima que no soporte juego cooperativo local.

Conclusión

Saints Row IV es un juego notable por su factor de diversión. La historia puede ser demasiado ridícula, puede tener fallos, puede ser demasiado fácil para algunos gustos pero lo que sí garantiza es que pasarás un buen rato reduciendo la ciudad y a sus habitantes, humanos y aliens, a cenizas. Especialmente si lo haces con un amigo. Los diálogos están cargados de un humor bruto y exagerado que te sacará una sonrisa y, definitivamente, es menos ofensivo que su predecesor, con menos referencias sexuales y menos vocabulario malsonante. Te importe o no, es mucho más elegante.

Juégalo si:

Te apetece desconectar tu cerebro y destrozar una ciudad GTA se toma todo demasiado en serio para ser plato de tu gusto * Buscas un juego largo en el que conseguir el 100% te lleve tiempo

No lo juegues si:

Contenido sexual, violencia gratuita o drogas te ofenden Opinas que es una "copia" de GTA Buscas un juego desafiante que te mantenga al borde del asiento

Tres motivos aleatorios para comprarlo

Disparar dubstep es algo que no se puede hacer en casi ningún otro juego La escena de romance con Kinzie El profesor Genki te lo ordena

Pros

  • Increiblemente divertido y desestresante

Contras

  • Algunos fallos críticos, muchos aspectos del juego quedan obsoletos antes incluso de ser utilizados

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