HTC hace un inciso otoñal en su gama One para presentar el One A9, un terminal especial con el que pretende corregir curso. A veces, uno piensa que lo que hace un terminal único empieza y acaba en el diseño, que el éxito se basa meramente en bondades etéreas del marketing. Aún así, todo es pasajero.Mucho se ha dicho del HTC One A9 desde que se empezaran a filtrar fotografías y renders: Se parece a mucho al iPhone 6, llega tarde para HTC, es muy caro y no va a encontrar un sitio cómodo en los escaparates de los operadores...

Todas ellas ciertas, y sin embargo, muchos llevan años —¡años!— con la cantinela que "si el iPhone tuviera Android y microSD... me lo compraba". Y si mi Renault Scenic tuviera puertas de gaviota no sería mi Scenic, sería la Winnebago de Spaceballs. El caso es que, debemos aceptar las cosas como son, porque a lo mejor nuestros deseos se hacen realidad, y nos quedamos con el corazón roto. Esto es el HTC One A9.

Antes de llegar a ninguna conclusión sobre el terminal, vamos a analizarlo, a ver si así y por qué mi corazón se siente así.

Yo te creo, Jack Tong

Decía Jack Tong, un directivo de HTC que fue Apple la que copió a HTC, y no al revés. Y te creo, Jack.

Creo que cuando Apple estaba empezando con los prototipos del iPhone 6 en producción —no es como si diseñar iPhones llevara años previamente, salen de un día para otro— y vio como los trazos de goma para las antenas que cortan la parte trasera en tres dijo: ¡ESPERA! Esta cosa tan fea la voy a copiar. "Quiero que la parte más fea y repudiada por los usuarios del iPhone sea como el One M7", dijo Jony Ive, entre sudores, por el sorpasso tecnológico que acababa de sufrir desde Taiwan.

Yo te creo Jack Tong, estás seguro a mi lado, dame un abrazo.

Y esta será la última vez que mencione la "palabra que empieza por i" en el análisis. Lo prometo.

Fotografía: Ariana Escobar
Fotografía: Ariana Escobar

Lo que me gusta del HTC One A9

Fotografía: Ariana Escobar
Fotografía: Ariana Escobar

Es como cierto teléfono, pero con microSD y Android 6.0. Y eso es ciertamente fantástico, en serio. Los coges en la mano y los 143 gramos de peso te parecen mucho menos. Lo tocas, sientes que el acabado está genial. Es un terminal firme y vigoroso.

El terminal me encanta, no sé si es porque es una copia de un gran diseño, pero no puedo dejar de mirarlo. Mi enhorabuena a Jack Tong.

Me gusta que el botón de encendido tenga una trama rugosa para poder identificarlo rápidamente con la yema de mi dedo y no confundirlo con el volumen. También me gusta la posición de los botones laterales y que sea sencillo cambiar la SIM y la SD. — Parece de broma que tenga que resaltar esto en un terminal de 2015, pero hay fabricantes que aún tienen dificultades con lo más básico.

A día de hoy es difícil hacer un sensor de huellas mal, y HTC ha puesto uno que me recuerda al del OnePlus 2, bastante bueno en general. Rápido y certero.

Fotografía: Ariana Escobar
Fotografía: Ariana Escobar

Me encanta que tenga Android M. Fuera de los Nexus es el primer terminal con 6.0 que seguramente toque el mercado ahora que Motorola está en los laureles. — No voy a adentrarme dentro de las bondades de Android M, pero lo más importante es que HTC se compromete a tener actualizaciones 15 días después de los Nexus, y esto es un gran, gran, gran, gran, gran plus para todos.

Hablando de Android M, una de sus principales ventajas era cifrado completo del teléfono, algo que viene activado por defecto en el HTC One A9.

Esto te hará tardar un poco más en arrancar el teléfono al tener que descifrarlo con la clave, pero en general convierte el terminal en un aparato mucho más seguro, y puede ser desactivado cuando quieras.

A nivel rendimiento, el teléfono va francamente bien. Sense, la capa sobre Android de HTC, es ligera y se puede hacer casi desaparecer por completo con unos simples toques si eso te importa.

Viene con un Snapdragon 617, que hace que el teléfono vuele en casi todas las operaciones menos en los juegos 3D más exigentes. Y aunque he estado probando la versión con 3 GB de RAM y 32 GB de almacenamiento, HTC One A9 también está disponible en una con 2 GB y 16 GB respectivamente, que no debería notarse mucho en rendimiento.

Con el almacenamiento adaptable de Android M, las tarjetas micro SD sirven para mucho más, y los 16 GB de espacio serán menos problema si pones una micro SD de gran capacidad y rápida.

Lo que no me gusta

Fotografía: Ariana Escobar
Fotografía: Ariana Escobar

La posición del sensor en el marco inferior no ha sido aprovechada para poner botones capacitivos laterales, al contrario que lo que hace Samsung, por ejemplo. De esta forma toda la parte inferior está limitada al sensor y el logo de HTC, que no sé qué añade ahí, y queda vacía en su mayor parte.

Hablando del logo de HTC, está donde en la serie "One M" van los altavoces inferiores, esta vez lo han pasado a un altavoz inferior que se escucha más bajo, pero no mucho más. Pero vaya, esperemos que el próximo HTC One M10 siga con ellos en la parte frontal.

Aunque incluye la tecnología de carga rápida QuickCharge 2 —pero no inalámbrica–, la batería de 2.150 mAh me ha hecho quedarme queriendo más al final del día, y teniendo que activar muy pronto para mi gusto el modo de ahorro de batería.

Comparativas odiosas — Fotografía: Ariana Escobar
Comparativas odiosas — Fotografía: Ariana Escobar

Es otra muestra de la lucha actual entre diseño y grosor —7,26 mm—, y tamaño y duración de la batería, otro caso que HTC ha elegido la ruta tradicional de recortar en batería.

La cámara está bien, pero tiene los mismos problemas que tenía el OnePlus 2 y con un chip mucho más lento que el del OnePlus, las fotos en HDR tardan mucho en ser procesadas, y aunque la calidad está bien, no llega al nivel de las de un Z5, iPhone 6/6s o Galaxy S6 o Note 5 — Eso sí, es bastante mejor que la del HTC One M9, y sospecho que indica el camino para próximos terminales de la compañía.

A pesar de mis dudas, me he decidido a poner las fotos de la cámara en la categoría del no me gusta. Por el agravio comparativo con otros teléfonos con precio similar. Ya lejos quedaron las palabras de los Ultrapixels —ahora relegados a la cámara frontal de 5 Megapíxeles— y HTC parece estar mejorando este aspecto, pero aún queda camino.

Conclusión

HTC se hace de querer con un gran software y un buen diseño. Sinceramente se ha quedado a un par de pinceladas de ser un terminal excepcional, o con una bajada de precio para que ocupara un buen lugar en la gama media con ansias de gama alta.

Si eliges el HTC One A9 no te va a defraudar, pero a ese precio hay terminales mejores en el mercado internacional. ¿Quizá HTC juegue con los precios a la baja en breve? No lo sabemos.

¿Moverá HTC esta línea de diseño a su gama 'M' con el HTC One M10? Ojalá. Con un procesador top de gama como el próximo Snapdragon 820 y un sensor de imágenes superior HTC tendría todo para poder hacer frente a Samsung en 2016.

Para mí un móvil bien construido y con buenas actualizaciones de un software rapidísimo, además de microSD, se anteponen a una cámara que no es tope de gama, batería que podría mejorar.

Pros

  • Diseño:* será todo lo polémico que sea, pero me encanta. Software:* Sense ha retrocedido y tenemos un Android casi "puro". Y la promesa de actualizar en 15 días me parece clave. microSD:* sigue siendo clave tenerlo, y más en terminales de 16 GB

Contras

  • Precio:* necesita ser mucho más bajo para ser competitivo. Batería:* se queda corta, aunque no excesivamente Botonera:* queda mal aprovechado el marco inferior sin botones capacitivos al lado del sensor de huellas. Cámara frontal:* No enfoca bien. La cámara principal está bien, pero podría mejorar

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