Asus es de esas compañías que no tiene un calendario fijo. Presentó su familia Zenfone 4 en septiembre y ahora, pocos meses después, llegan sus sucesores bajo el nombre Zenfone 5. Después de un Zenfone 4 cuya dirección nos gustó pero que se encasillaba más en lo que cabía esperar en 2016 a nivel de diseño, el Asus Zenfone 5 es un cambio que aglutina todas las tendencias del mercado: eliminación de bordes con notch, doble cámara con modo retrato, sonido estéreo con doble altavoz, desbloqueo facial e inteligencia artificial, mucha inteligencia artificial.

Se trata de un terminal de gama media que muchos pueden encasillar en la gama media alta, pero que antes que eso tiene que demostrar que su cámara y rendimiento, los aspectos que quitaron esa condición al Zenfone 4, están a la altura. El Asus Zenfone 5 llega con un cuerpo de cristal qu con una pantalla IPS Full HD+ de 6.2 pulgadas, aunque gracias a su proporción 19:9 no se siente excesivamente grande.

Cubre todo el espacio de color DCI-P3 y tiene un brillo de 500 nits. Logra una ratio de pantalla sobre el frontal del 90%, gracias al uso de un notch o ceja como el del iPhone X. Pese a lo similar del diseño, la parte inferior de la pantalla no acompaña, pues en lugar de pantalla como en el terminal de Apple, vemos un borde como el de los Galaxy S9.

Pasando a detalles más técnicos ASUS ha optado por el Snapdragon 636, un chip que ofrece un 40% más de potencia que su predecesor, el Snapdragon 630. Está, pues, en una liga distinta de todos los terminales que siguen llegando con el Snapdragon 625. Sin destacar mucho, la eficiencia energética del chip debería ayudar a garantizar buena autonomía, gracias a una batería de 3300 mAh.

Llega acompañado de 4 GB ó 6 GB de RAM que, en conjunto, deberían ofrecer una experiencia más que satisfactoria. Mientras lo probamos la sensación no fue de fluidez, pero los empleados de Asus comentaron lo verde de su estado. Respecto al almacenamiento interno, Asus sólo da una opción, 64 GB que a día de hoy son el sweet spot para no tener ninguna clase de problema. Además, se pueden ampliar mediante un slot para tarjetas microSD que también vale para una segunda SIM.

El sonido estéreo está resuelto con un jack de 3.5 milímetros y dos altavoces, uno de llamadas mucho más grande y potente que en anteriores generaciones, y el principal, ubicado en la parte inferior. Debo decir que su potencia me impresionó comparando con un Samsung Galaxy S8 y un Google Pixel 2 XL. Está por ver qué tal en cuanto a calidad, pero han hecho un gran trabajo en este sentido y el Asus Zenfone 5 puede ser una buena elección para aquellos que no quieran altavoces externos para escuchar música o podcasts en casa.

Las cámaras del Asus Zenfone 4 me decepcionaron mucho para tratarse de un terminal de 500€ en lanzamiento, y por lo que he podido probar, diría que el sistema fotográfico del Asus Zenfone 5 está muy por encima en todos los sentidos, hardware y software. La cámara principal cuenta con un sensor IMX 363 de 12 megapíxeles, una distancia focal de 24 milímetros y una apertura de f/1.8. Gracias a un tamaño de píxel de 1.4 micrómetros debería rendir bien en baja luz, ya que el terminal cuenta con estabilizador óptico.

En la segunda encontramos una lente gran angular de 120º sobre un sensor de 8 megapíxeles. El modo retrato antes desastroso y sólo aplicable a personas, ahora está mucho más refinado, aunque todavía presenta algún fallo. Según Asus, la elección de gran angular sobre zoom óptico se debe a usar una lente más luminosa, la principal, para los retratos, y así poder tomar estos en baja luz. En la parte delantera vemos una cámara de 8 MP con apertura f/2.0.

Y llega el aspecto más repetido por Asus, el uso de la inteligencia artificial a lo largo de todo el sistema, Android 8 Oreo con ZenUI 5.0, que sigue lavando poco a poco su cara y ya no presenta apps duplicadas, optando por las de Google. Vemos uso de inteligencia artificial en la gestión de color en pantalla, en el sonido, en el control de la carga, en la cámara y en rendimiento. Nada de lo que vimos en este sentido nos ha impresionado de momento, como tampoco lo ha hecho ningún otro fabricante wn modelos de gama alta.

El Zenfone 5 ha demostrado que reconoce objetos e imágenes, pero la aplicación práctica de esto es escasa, por mucho que se pueda mejorar la imagen final. Como ya hemos dicho, reconocer un pato no resuelve ningún reto pendiente de la telefonía. En cualquier caso, el Snapdragon 636 cuenta con el DSP Hexagon 680 (el mismo del Snapdragon 820 y 821), por lo que sus capacidades en este sentido son más que decentes, y técnicamente nada es humo.

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