Los estudios de 4A Games han creado la secuela de uno de los títulos FPS más impactantes de hace unos años. Si Metro 2033 nos sorprendió con su calidad gráfica, sus elementos de survival horror y por supuesto, esa gran historia que hizo nos sintiéramos en los zapatos del personaje dentro de esos oscuros túneles, en Metro: Last Light, continuación de esta historia, no sólo volvemos a las profundidades de la ciudad de Moscú, sino que tendremos muchos nuevos misterios que desvelar y retos que superar.

De regreso a Moscú

Lo que más sorprende de Metro: Last Light, al igual que de su antecesor, es la historia del juego. Estos títulos nacen como adaptación de una novela llamada "Metro 2033" (mismo nombre que llevaba el primer juego, lanzado en el año 2010) escrita por el escrito (ruso, cómo no) Dmitry Glukhovsky, y es aquí donde está la mayor parte de la magia de ambos juegos, la historia es tan sorprendente y se siente tan real, que nos meteremos de lleno en la pantalla, y esto, en un juego que es en parte survival horror, nos puede dar varias sorpresas.

Aunque Last Light se presenta como una segunda parte, no es imposible jugarlo sin haber disfrutado del primero. Sí, al principio del título muchos personajes te hablarán como si ya te conocieran, y te hablarán de cosas que ya pasaron en Metro 2033, pero al cabo de unos 30 minutos o una hora tomarás el hilo y podrás jugar basándote en la nueva historia que te presentan. En el caso de los que jugamos Metro 2033, nos sorprenderemos muchísimo, al ver cómo ha cambiado la sociedad humana en apenas un par de años que pasan en la línea temporal entre un juego y otro.

Nada más al acercarte a cualquier persona conversando con otra conocerás mucho más de la historia del Metro

En resumen (y puedes leer con calma, que tendré mucho cuidado con los spoilers), Metro: Last Light nos lleva a la ciudad de Moscú unos 20 o más años en el futuro, luego de que la tercera guerra mundial acabara con Rusia y quizás el mundo gracias a los efectos de las bombas nucleares. Los sobrevivientes de la capital rusa se han refugiado de la radiación en los túneles del metro y allí han nacido comunidades y facciones con distintos gobiernos radicales, mientras que Artyom, tu personaje, que desde muy niño se encuentra en el subterráneo capitalino, pertenece a un grupo relativamente neutral llamado "Los Rangers", y se ve inmiscuido entre la guerra de clanes.

Los monstruos no son nuestro único enemigo

En el análisis de Metro: Last Light hemos podido comprobar que, si en Metro 2033 los escenarios de túneles y la superficie destruida de Moscú eran increíbles y estaban muy bien diseñados, en este nuevo juego incluso te pueden poner los pelos de punta. Los chicos de 4A Games se han superado, y de ello no me queda duda. La ambientación postapocalíptica del juego es increíble y terrorífica. Me atrevo a decir que es la mejor representación de un juego basado en la vida después del fin del mundo que he visto. Ni siquiera la saga S.T.A.L.K.E.R. (casualmente también basada en Rusia) me ha llenado de tanto temor y tensión al momento de estar en la superficie, mucho menos cuando estaba en los túneles.

Escenas que se repiten tanto como el estar caminando por un túnel de metro abandonado totalmente oscuro con una linterna en la mano a la espera de que cualquier cosa te ataque, te llena de tensión, y esto es increíble.

Metro Last Light analisis 10

En la superficie nos encontramos con monstruos horribles que si nos ven, debemos confrontarlos sí o sí, no hay manera de escabullirnos, mientras que en los túneles (a menos que estén abandonados, donde también nos enfrentaremos a monstruos y cosas horribles producto de la radiación), nuestro enemigo es humano. Y es que Dmitry Glukhovsky nos presenta una realidad muy lamentable de la especie humana: aún en tiempos de crisis, tiempos tan horrible como literalmente "el fin del mundo", siempre habrá sed de poder.

Comunistas, Nazis y capitalistas son las tres facciones que habitan los túneles de Moscú. Cada una cree tener la solución a nuestros problemas, y las guerras entre clanes serán abundantes. Es increíble cómo aún cuando quedan tan pocas personas en el mundo (o al menos en Moscú), aún así se maten las unas a las otras por diferencias tan estúpidas en esta situación como son las tendencias políticas. Pero en el Metro esto es muy normal, y se matan por ello.

Además de enfrentarnos a monstruos y humanos, nos encontramos con el misterio que da vida a la historia, el de "Los Oscuros", una extraña raza que apareció en la superficie luego de la llegada de la radiación y que parece tener la respuesta a nuestros problemas, aunque en realidad los humanos sólo piensan en matarlos.

Sigilo y terror psicológico en los túneles del Metro

Metro: Last Light nos presenta varios tipos de juego que irán muy de la mano a la dificultad elegida al momento de iniciar la historia. En estas 12 a 14 horas de campaña podemos optar por una dificultad "fácil", donde tendremos un sin fin de munición y podremos abrirnos paso a punta de disparos a comunistas, nazis o extraños híbridos lobos mutantes (o lo que sean esas cosas), o una dificultad más difícil (valga la redundancia) cuya principal diferencia la notaremos en la escasez de munición que nos obligará a hacer uso del sigilo y cuidar muy bien esas balas.

Como lo comenté unas líneas atrás, los monstruos son imposibles de esquivar. Si ven a Artyom, pues Artyom tiene que responder a disparos o correr y huir cruzando los dedos de encontrar un refugio antes de ser devorado. En el caso de cuando nos enfrentamos a humanos, podemos hacer uso de la oscuridad para escabullirnos entre nuestros enemigos, matarlos con un cuchillo en silencio o sencillamente pasar de ellos al mejor estilo de Deus Ex o Dishonored.

Metro Last Light analisis 6

Eso sí, y aquí va mi primera crítica para el juego (y no es la única). La inteligencia artificial de los personajes enemigos (NPC) es realmente cuestionable. En algunas ocasiones, apagué un par de bombillas y mientras me mantuve en la oscuridad no me vieron los enemigos, ni siquiera cuando estaba exactamente al frente de uno de ellos, prácticamente bailando en su rostro, antes de eliminarlo. Aún así, el esquivar y escapar sin ser visto se convierte en una parte muy emocionante del juego, y te darás cuenta de su valor, ya que si te ve un solo humano, todos se pondrán alerta y tendrás que eliminarlos a disparos.

Suele ser mejor escabullirse entre enemigos para evitar batallas y ahorrar munición

Por otro lado, además de monstruos, paramilitares radicales y sigilo, nos encontramos con un detalle muy importante: Metro: Last Light juega con tu mente, y eso me encanta. Artyom, por razones que no voy a comentar (es preferible que las descubras jugando), sufre de ciertos recuerdos y alucinaciones que invaden su mente en cualquier momento, y son muy, pero muy terroríficas. ¿Qué es terror psicológico? Terror psicológico es ir caminando por un edificio destruido en la superficie, ver sombras extrañas pasar de repente frente a ti mientras escuchas tus latido y tu respiración agitada bajo la máscara de gas que evita que te mueras por radiación... Y de eso hay mucho en Metro.

Conclusión

Metro: Last Light es un juego que se basa casi en su totalidad en su historia, y esta es envolvente e impresionante. Sí, el juego es bastante lineal, y confieso que me encantaría ver un Metro de mundo abierto al mejor estilo de Fallout (la simple idea me emociona), pero aunque esta vez no lo sea, en su estilo triunfa y nos presenta 12 horas de campaña llenas de emoción, tragedia, tensión, terror y muchas personas hablando ruso y bebiendo vodka.

La nota que le doy luego del completo análisis de Metro: Last Light me hizo dudar en par de ocasiones, ya que si bien comenté de los fallos en NPC y que además a veces hay problemas menores con los gráficos en la versión para PC que jugué (los cuales, al día de escribir esta reseña, ya han sido corregidos en su mayoría mediante actualizaciones), existe una espina en mi zapato con respecto a las opciones del juego, y esta lleva el nombre de: Ranger Mode.

El modo Ranger es la máxima dificultad de ambos juegos Metro, que nos da una mínima cantidad de balas y máximos retos al jugar. Según Deep Silver, encargados de la publicación del juego, esta es "la manera en la que Metro debe ser jugada". ¿Cuál es el problema? El problema es que a menos que hayas comprado el juego antes de su lanzamiento (en reserva), deberás pagar 5 dólares por jugar esta modalidad, y esto, me parece una pequeña patada al público.

Deep Silver ya ha emitido un comunicado oficial diciendo que el separar el modo más difícil del juego y ofrecerlo con 100 balas brillantes (la moneda que se usa en Metro) y un arma del juego es culpa de THQ (antiguo responsable de la saga que se fue a bancarrota y luego Deep Silver compró la franquicia) y el incluir la modalidad Ranger en el juego atrasaría mucho su llegada. Comprensible, quizás, pero cobrar por un modo de juego es una idea que me cuesta aceptar.

De todas formas, la nota del juego e muy merecida y confieso que lo he disfrutado de principio a fin, por lo que recomiendo a cualquiera amante de los juegos FPS que sean más que sencillamente disparar por doquier, le den una oportunidad a Metro: Last Light, y conozcan cómo se comporta la sociedad humana aún después de un apocalípsis, cuando un hombre silencioso parece ser nuestra única solución.

Pros

  • Una historia increíble Ambientación y escenarios espectaculares Buena jugabilidad Un juego obligatorio para quienes jugaron Metro 2033

Contras

  • La inteligencia de los NPC es deficiente en ocasiones Venden el modo más difícil como DLC * Si le temes a la oscuridad, puede que no quieras jugarlo

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