La segunda temporada de The Last of Us está, por fin, a punto de llegar a Max. La exitosa serie de HBO adaptará ahora el comienzo del segundo videojuego de Naughty Dog. Se trata de un proyecto mucho más largo que el primero, por lo que la compañía necesitará varias entregas para poder llevarlo a cabo por completo en formato televisivo. En cualquier caso, es un título que a los fans les gustó tanto o más que el original. Por lo tanto, la expectación por ver cómo continúa la historia de los Joel y Ellie de Pedro Pascal y Bella Ramsey es máxima.

The Last of Us dará en la temporada 2 un salto temporal de cinco años hacia adelante. Tras la matanza de Joel en el hospital de los Luciérnagas para salvar a Ellie, ahora ambos viven una vida tranquila en la comunidad de Jackson. Allí, han establecido sus lazos familiares con Tommy, su mujer y su hijo. Pero también con nuevos amigos como Dina o Jesse. Sin embargo, la relación entre los dos protagonistas es más tensa y distante que nunca. Y todo estallará a raíz de la llegada de un pasado que les acecha.

The Last of Us

La temporada 2 de The Last of Us regresa con un tono más oscuro pero con algo menos de alma y magia que la primera. Bella Ramsey asume sin problemas el protagonismo, rodeada de fichajes de lujo, pero la historia no solo queda incompleta sino que sufre de algunos bajones notables en sus episodios.

Puntuación: 4 de 5.

Menos episódica

Uno de los grandes retos de The Last of Us en su segunda temporada era adaptar un videojuego que cuenta con dos puntos de vista muy diferenciados de una misma historia. En formato televisivo, necesitaban darle un giro a esto. Para ello, han optado por buscar un enfoque especialmente centrado, sobre todo, en Ellie. La protagonistas de la primera entrega volverá a ser quien lleve la voz cantante en esta nueva temporada, en detrimento de un Pedro Pascal más secundario aunque estelar en cada aparición.

Sin embargo, hay un ingrediente que la primera temporada jugó a la perfección y que se echa en falta en esta. La serie de 2023 deslumbró, entre otras cosas, porque habían conseguido adaptar al lenguaje televisivo el juego de una forma impoluta. No se trataba de una historia larga dividida en capítulos. Eran ocho pequeñas historias episódicas que, juntas, conformaban la trama principal.

The Last of Us

Ahora, The Last of Us se ha olvidado en buena medida de esa estructura. Los siete episodios de la temporada 2 son muy lineales y sus subhistorias no están tan fragmentadas. Antes podían diferenciarse a la perfección, por ejemplo, el episodio de Bill y Frank del de Henry y Sam, el de Riley o el del predicador. Cada uno contaba algo distinto. Los nuevos episodios cuentan con una construcción muy distinta que, en realidad, les sienta peor y les hace perder mucha de su magia y de su alma. Por no hablar de que queda incompleta, evidentemente, por lo que muchos espectadores se sentirán frustrados y ansiosos por ver más.

Al centrarse mucho más en la gran historia general, todo el ritmo es bastante más irregular. Por supuesto, sigue siendo The Last of Us, por lo que nunca te aburres. Pero la atención se puede diluir en varios momentos porque, evidentemente, una historia de siete horas no puede mantenerse arriba todo el tiempo. Además, da la sensación de cierta precipitación. Sobre todo en sus primeros capítulos, todo sucede demasiado rápido y apenas hay tiempo para asimilar las cosas. Quienes hayan jugado a los videojuegos notarán especialmente este hecho pues todo va mucho más al bulto, menos al detalle.

The Last of Us

Más oscura

Otro aspecto muy diferenciador de la segunda temporada de The Last of Us con respecto de la primera es su tono más pesimista. Como decimos, Bella Ramsey asume aún más responsabilidad que antes. Y su Ellie ya no tiene 14 años sino 19. Es una persona adulta pero sigue teniendo los impulsos de una adolescente. Su evolución le ha hecho dejar de ver el mundo de una forma tan luminosa y esperanzadora como antes. Así, como ella, toda la serie se vuelve mucho más sombría.

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Los temas que se tratan son ahora bastante más complejos y dolorosos que antes. The Last of Us sigue reflexionando sobre el dolor y sobre el amor, pero desde unos enfoques mucho más complejos. Ahora todo tiene más matices y aristas. Ya nada es tan blanco o negro como antes. Precisamente eso es lo que anticipaba el final de la primera temporada con la decisión de Joel. Y ese es el universo que nos encontraremos a partir de este punto en la serie.

Es también muy interesante ver la evolución de los propios infectados. En la primera temporada se nos presentó a estos zombies como un gran peligro apocalíptico. Pero el tiempo ha pasado y los humanos cada vez han aprendido mejor a lidiar con ellos. Ya no tendría sentido que los protagonistas se enfrentaran a un chasqueador como si fuese la mayor amenaza del planeta. Por eso, era el turno de meterles mejoras. Aprovechando el lore de los videojuegos, The Last of Us presentará más tipos de infectados mucho más peligrosos y letales. Esto deja algunas escenas terroríficas y de una tensión enorme. Un acierto impecable.

The Last of Us

Los nuevos fichajes

Otro añadido que merece la pena destacar son los nuevos fichajes. The Last of Us cuenta con bastantes personajes que no aparecieron en la primera temporada. Algunos son más protagonistas que otros. Pero, por lo general, todos están perfectos en sus papeles. Por ejemplo, a los personajes de dos leyendas como Catherine O'Hara o Jeffrey Wright pocas pegas se les pueden poner más allá de que ojalá tuviesen más tiempo en pantalla.

Pero si hay que destacar a alguien, esa es Isabela Merced, que apunta a convertirse en una de las favoritas de los fans. Su reinterpretación de Dina cuenta con más peso que en el videojuego. Y la joven actriz es todo carisma. Ya el primer episodio es toda una declaración de intenciones. A partir de ahí, no hace más que crecer. Todas las escenas en las que está ganan puntos. No en vano se pelea por ella medio Hollywood, pues ya aparece en franquicias como Transformers, Alien, el Universo Spider-Man de Sony o el nuevo Universo DC de James Gunn.

The Last of Us

También había muchísima incertidumbre con el personaje de Abby. La actriz Kaitlyn Dever asumía el papel en mitad de una oleada de críticas. En el juego, el personaje es una mujer extremadamente musculada y violenta. Pero la intérprete es mucho más pequeña y delgada, similar a Ellie. Por fortuna, esta versión del personaje también funciona a la perfección.

The Last of Us elimina el componente físico de la ecuación para darle aún más peso al psicológico y emocional. Esta Abby es una auténtica furia, un prodigio capaz de mostrarse a la vez muy vulnerable y muy fuerte. Necesitaban a una muy buena actriz que diese la talla y no han errado el tiro. Por último, hay que citar el buen papel de Young Mazino como Jesse, uno de los grandes descubrimientos de la serie.

The Last of Us

En resumen, la segunda temporada de The Last of Us deja algunos puntos a deber, aunque sigue siendo una muy buena serie. Su naturaleza incompleta hace difícil evaluar cómo será la adaptación del segundo videojuego al completo. Por ahora, lo único cierto es que esta entrega carece de la magia y la perfección de la primera. Pero sí que ofrece algunos momentos deslumbrantes, reflexiones muy oscuras y honestas y, sobre todo, fichajes a la altura que enriquecen el proyecto.

The Last of Us temporada 2 se estrena en Max el 14 de abril en España, la noche del 13 de abril en América Latina y EE. UU.