Durante las últimas semanas, Netflix mostró los avances de algunas de las principales producciones que estrenará a lo largo de 2025. Y entre las nuevas temporadas o las conclusiones de sus historias más queridas, destaca una serie en particular. Se trata de la adaptación del cómic El eternauta, una de las obras de ciencia ficción más interesantes del siglo XX y un referente del género en Latinoamérica. Pero, en especial, la obra de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, es una perspectiva peculiar a la distopía que por décadas, ha intrigado a lectores de todo el mundo.

Eso, debido a que más allá de su cualidad de obra insólita y compleja, El eternauta también marca un momento histórico en Argentina. A la vez, en cierta medida, en el resto del continente americano. Publicada entre 1957 y 1959 en la revista Hora Cero Semanal, la historia de un sobreviviente a una catástrofe mundial, marcó el punto más alto de la edad de oro del cómic argentino. Pero posteriormente, y en especial, luego del asesinato de Héctor Germán Oesterheld en medio de la violencia política de Argentina, la obra se volvió un símbolo de libertad. Asimismo, una exploración en clave simbólica acerca de los peligros del totalitarismo y la omnipresencia de la violencia. 

En la actualidad, convertida en pieza de culto, El eternauta llega al catálogo de Netflix el 30 de abril, precedida de la expectación y la curiosidad. También, conservando todo su aire singular sobre la muerte de la civilización y la forma en que un héroe puede hacer la diferencia. Al mismo tiempo y con su innegable tono político al subtexto, se trata de una producción destinada al debate y al cuestionamiento del poder. Uno de los puntos que la obra original llevó a una nueva dimensión y por el cual se hizo especialmente conocida. 

‘El eternauta’ y su visión acerca de un futuro pesimista

Aunque se trata de un relato de ciencia ficción distópica, El eternauta también es una alegoría sobre el poder y la resistencia a la violencia sistemática. Ambientada en un futuro impreciso, narra la historia de una invasión extraterrestre a la Tierra, que trae consigo una tormenta de nieve tóxica. La sustancia aniquila a la mayor parte de la humanidad, dejando a su paso un paisaje desolado destinado a morir también, antes o después.

En medio de un territorio semejante, la resistencia de Buenos Aires sobrevive como puede en medio de los escombros de la ciudad. Uno de ellos, es Juan Salvo, el eternauta titular y a través de él, conocemos no solo la historia de lo que ha ocurrido hasta entonces. También, el panorama de terror que supone enfrentarse a otros supervivientes en una lucha entre facciones antagónicas. De modo, que el relato se bifurca para contar tanto la resistencia desesperada contra un enemigo invisible que controla el mundo, como la vida de sus héroes anónimos. 

No obstante, el punto de vista no es heroico ni tampoco idealizado. Uno de los elementos más interesantes en El eternauta, es su capacidad para profundizar en las miserias y virtudes de sus personajes con habilidad. Mucho más, brindar la oportunidad al lector de sacar sus propias conclusiones acerca de lo que ocurre, tanto con los personajes como con el ataque alienígena. Lo que se hace más complejo a medida que la trama avanza y el mundo descrito por la obra se hace más retorcido y macabro. 

La metaficción en una obra única

Además de lo anterior, buena parte del atractivo de El eternauta es usar un recurso poco común para relatar su historia. Eso, al convertir al escritor Héctor Germán Oesterheld en el testigo de todo lo que el protagonista Juan Salvo debe contar. De hecho, buena parte del argumento se trata del relato de Salvo a un sorprendido Oesterheld. Todo, mientras le escucha y le permite desgranar la violencia del mundo exterior desde un punto de vista personal y subjetivo.

Por lo que la trama comienza en la provincia argentina Vicente López, lugar en la que reside el protagonista junto con su esposa Elena y su hija. En medio de una velada familiar, escuchan la noticia que un evento inexplicable en el océano Pacífico. Pero antes de que puedan reaccionar de cualquier manera o punto de vista, el servicio eléctrico se interrumpe. Al mirar fuera de casa, descubren que una nevada de copos luminiscentes cae sobre la calle, en la que yacen cadáveres en medio de un caos automotor. 

Paso a paso, la trama relata un apocalipsis del que se sabe poco o nada, a través de las experiencias terroríficas de Juan y los que le rodean. De la impactante forma en que descubren que la nieve es letal, hasta comprobar que se encuentran bajo el dominio de una fuerza de ataque alienígena. El eternauta se hace más elaborada y rica en detalles, en un intento por reflexionar sobre el origen de la necesidad de sobrevivir y mantenerse en pie. Incluso en las peores circunstancias. 

Un suceso dramático alrededor de ‘El eternauta’

Desde el momento de su publicación, el cómic se convirtió en un éxito rotundo, que conquistó a lectores de todas las edades. Pero casi por accidente, también se volvió en un símbolo de resistencia y lucha, en medio de la complicada situación política de Argentina. Progresivamente, el mundo asolado por criaturas poderosas capaces de matar a la menor resistencia, parecía un paralelo con los sucesivos gobiernos militares del país. Una lectura que se hizo más evidente durante la década de 1970, con una republicación con mayor sentido del temple subversivo de la historia.

Para entonces, la familia Oesterheld se enfrentaba al régimen imperante e intentaba por todos los medios ofrecer resistencia. El autor se volvió una figura polémica y cada vez más relacionada con actividades relacionadas con la oposición al militarismo. Pero en especial, un símbolo de un ideal político que propugnaba por la libertad y el poder civil. 

Todo lo anterior, ocasionó un despliegue de crueldad sin precedentes contra los Oesterheld. A lo largo de 18 meses, entre los años 1976 y 1977, las cuatro hijas de la familia (dos ellas, embarazadas) y sus respectivos esposos, fueron asesinadas. El autor y su esposa Elsa lograron esconderse, en un intento de salvar la vida. Desde la clandestinidad, Oesterheld continuó publicando obras, hasta que en abril de 1977 que fue capturado y desaparecido en el sistema represivo de la dictadura. La última que vez en que se le vio con vida fue en enero de 1978 en la prisión clandestina del ejército en el Vesubio. Ya por entonces, su obra había sido censurada y lo seguiría estando hasta 1983. 

‘El eternauta’ para una nueva generación

El 30 de abril, Netflix estrenará la adaptación de la obra, producida para la televisión por Bruno Stagnaro y con la supervisión de uno de los nietos de Héctor Oesterheld. Basada en la versión del cómic de 1957, estará protagonizada por Ricardo Darín como Juan Salvo, y contará la misma historia de una invasión alienígena apocalíptica.

Pero más allá de eso, el mismo Darín anunció que la cinta tendrá un trasfondo alegórico y político, que homenajeará a la original. Una decisión que no solo honra la memoria de Oesterheld sino también, su lucha. Lo que hace de la venidera producción una de las más interesantes de Netflix a estrenarse durante el año 2025.