La limitación del retinol en cosmética ya es una realidad. A partir de 2025, los productos con este ingrediente que salgan a la venta en la Unión Europea tendrán que cumplir con unos límites. La fiebre del skincare ha encontrado en los últimos años un filón en este derivado de la vitamina A, que promete mejorar la textura de la piel, disminuir las arrugas o combatir el acné, entre otras muchas virtudes. Todo esto es cierto. De hecho, es uno de los ingredientes cosméticos más respaldados por la evidencia científica. Sin embargo, no debemos olvidar que una sobredosis de ciertas vitaminas puede ser perjudicial para la salud y el retinol no es una excepción.
Por eso, en octubre de 2022 se reunió un comité científico de la Unión Europea para decidir si el uso de retinol podría ser peligroso. Concluyeron que es un ingrediente seguro, pero que sí se deberían limitar las dosis empleadas en cosmética. Los productos de venta libre, sin receta médica, tendrán una limitación de retinol del 0,05% para lociones corporales y del 0,3% para productos para la cara o las manos, tanto si se enjuagan como si no.
Además, todos estos productos deberán añadir a su etiqueta una advertencia sobre el contenido de este derivado de la vitamina A. Todo esto no significa que debamos temer al retinol. Sus virtudes siguen siendo las mismas y las dosis a las que se limitará son totalmente seguras. Incluso si hasta ahora hemos usado dosis mayores no debemos preocuparnos, pues los efectos secundarios serían muy raros. Aun así, vale la pena tener en cuenta los motivos que han llevado a la Unión Europea a tomar esta decisión y, si lo vemos adecuado, reducir nuestro consumo de retinol desde ya, sin esperar a que se convierta en algo obligatorio.
Las maravillosas virtudes de un ingrediente emergente
La cosmética ha cambiado muchísimo en los últimos años. En el pasado no se conocían tantos ingredientes con aplicaciones interesantes. Por eso, la llegada del retinol a este tipo de productos ha sido todo un boom. No ha llegado solo. Junto a él han ascendido en popularidad otras sustancias como la vitamina C, el ácido hialurónico o la niacinamida.
No obstante, el retinol se ha hecho con un hueco muy especial, sobre todo en las rutinas antiedad. Este y otros derivados de la vitamina A, como el retinyl, se unen a unos receptores de las células de la piel, llamados receptores de retinoides. Cuando las moléculas que tienen capacidad de unión en estos receptores encajan en ellos como una llave en una cerradura se generan un gran número de procesos relacionados con la apoptosis y la proliferación celular. Es decir, la muerte de las células dañadas y la aparición de nuevas células sanas.
El retinol tiene un bajo peso molecular, por lo que puede penetrar en las capas más profundas de la piel. Actúa tanto ahí como en la superficie, facilitando la renovación celular, gracias a esos procesos controlados por los receptores de retinoides. Pero, además, controla la producción de grasa, por lo que puede combatir el acné. Por otro lado, a medida que nos hacemos mayores las células de la piel que fabrican colágeno se van dañando, de modo que tenemos menos cantidad de esta sustancia que ayuda a mantener la piel tersa. El retinol protege esas células productoras de colágeno, por lo que también alisa la piel y previene las arrugas. Lo tiene todo.
Con todas estas virtudes, resulta aún más extraña la limitación en el retinol. Pero no debemos olvidar que incluso el agua es dañina si la consumimos en exceso. Los derivados de la vitamina A son otro ejemplo de que la importancia está en la dosis.
¿A qué se debe la limitación en el retinol?
Ya hemos visto que el retinol es un derivado de la vitamina A. Esta se encuentra naturalmente en muchos alimentos como los lácteos, y algunas hortalizas de color verde y anaranjado.
Como el resto de vitaminas, es muy necesaria y beneficiosa para la salud, pero si se exceden ciertas dosis puede causar síntomas como caída del pelo, sequedad de la piel, huesos débiles, náuseas o dolor de cabeza. Es especialmente preocupante el debilitamiento de los huesos, pues pueden producirse fracturas con facilidad. Además, como es una vitamina liposoluble, se almacena en las grasas y no se elimina con la orina como ocurre con la vitamina C y otras vitaminas hidrosolubles.
Debemos tener en cuenta que las personas que usan retinol en cosmética también ingieren vitamina A a través de la dieta o de suplementos. Y es eso precisamente lo que preocupa a los científicos de la Unión Europea. Calculan que aproximadamente un 5% de la población podría correr ciertos riesgos si no se imponen limitaciones al retinol, ya que ingieren altas cantidades de vitamina A.
De hecho, no solo será necesario limitar la concentración de retinol, también habrá que añadir una advertencia en el etiquetado avisando de la presencia de retinol y la necesidad de controlar la vitamina A en la dieta si es necesario.
Cuidado si estás embarazada
Los efectos más graves del exceso de vitamina A se dan en embarazadas, ya que podrían producirse malformaciones en el feto. Por eso, en este grupo de población no deberían usarse productos con retinol, ni siquiera a las concentraciones más bajas.
¿Cuándo entrará en vigor?
La decisión de la Unión Europea se dio a conocer en verano de 2023, pero no ha sido hasta verano de 2023 cuando se ha hecho oficial. Aun así, la limitación del retinol entrarán en vigor en 2025. En noviembre de ese año, no podrán salir de fábrica productos por encima de las dosis exigidas. Después, en mayo de 2027, ya ni siquiera podrán estar a la venta. Por lo tanto, las empresas tienen todo este tiempo para ponerse las pilas e ir modificando las dosis de esta sustancia.
Está más que comprobado que a un 0,3% se pueden experimentar sus efectos. ¿Para qué poner la piel en peligro de irritarse o nuestra salud en riesgo por un exceso de vitamina A?