Suele decirse que el color de los gatos es un buen indicador de su personalidad. Sobre todo hay bastante consenso con respecto a los naranjas, que supuestamente son más amigables, pero a su vez más activos y traviesos. Todo esto es algo que llama la atención de los científicos por dos motivos. Por un lado, por tener una idea más concreta sobre la genética de estos animales. Y, por otro, porque puede ayudar a los trabajadores de refugios a seleccionar los mejores amigos humanos para sus gatos, teniendo un factor más a tener en cuenta sobre su personalidad.

Por eso, hay muchos estudios científicos que intentan esclarecer si la relación entre el color de los gatos y su personalidad es un mito o una realidad. Cabe destacar que la mayoría de estudios de este tipo se basan en datos autoinformados por los propietarios de estas mascotas. Eso puede llevar a un sesgo de confirmación bastante grande en caso de que dichas personas se dejen llevar por los estereotipos.

Es por esto que, más allá de los estudios estadísticos basados en encuestas, son muy interesantes los que analizan la genética de los gatos. Sobre todo los que se centran en los felinos naranjas, por ser los que parecen generar un mayor consenso sobre su personalidad. 

La personalidad detrás del color de los gatos

Generalmente, el consenso extraído de estas preguntas que se basan en encuestas señala a los gatos grises y blancos como tímidos y a los naranjas como más amigables. Además, las gatas de tres colores suelen describirse como más intolerantes con humanos y otros gatos. 

Esto, como ya hemos visto, puede ser el resultado de un sesgo de confirmación o una profecía autocumplida. Ambos son conceptos que se usan en psicología para describir nuestra percepción sobre una idea concreta. En el caso del sesgo de confirmación, hace referencia a que solo prestaremos atención a una cuestión cuando cumpla con la idea que tenemos preconcebida de ella. Por ejemplo, se suele decir que a veces cuando piensas en una persona, de repente te suena el teléfono y es ella, aunque haga mucho tiempo que no la ves. Puede que esto nos ocurra una vez, pero también habrá millones de veces que pensemos en alguien y no nos suene el teléfono. Ese millón de veces nos pasará desapercibido, pero prestaremos mucha atención a la única ocasión en la que se cumple esa idea previa.

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Lo que pensemos sobre nuestros gatos a veces es una cuestión de sesgos. Crédito: Adam Kuylenstierna en Unsplash

En cuanto a la profecía autocumplida, pasa algo similar. A veces ocurre que pensamos tanto en algo que provocamos que sea así. Por ejemplo, si pensamos constantemente que vamos a suspender un examen, quizás nuestra mente nos juegue una mala pasada y lo hagamos peor de lo que lo habríamos hecho en otro momento. Suspendimos, pero no porque hubiese una profecía, sino porque no nos hemos podido centrar en hacerlo mejor.

¿Qué tiene que ver todo esto con el color de los gatos? En realidad sí hay cierta relación. Puede que alguien tenga un gato naranja que a veces sea amigable, pero a veces tímido. Puesto que tienen fama de amigables, esa persona se centrará sobre todo en los momentos en los que el gato es más amigable y sea eso lo que conteste en las encuestas. Por otro lado, hay estudios que demuestran que los humanos pueden influir en la personalidad de sus gatos. Esto llevaría a que, si estamos predispuestos a que el gato sea de la forma que le corresponde a su color, lo acabemos provocando inconscientemente.

gato naranja
Los gatos naranjas tienen mucha fama de amigables. Crédito: Michael Sum (Unsplash)

Cuestiones fisiológicas y genéticas

El color de los gatos, igual que el de la piel y el pelo de los humanos, depende de la presencia de ciertos pigmentos en sus células. Existen varios, pero el más abundante suele ser la melanina.

La vía de síntesis para que este pigmento se fabrique en las células de los gatos contiene algunos pasos en común con la que lleva a la síntesis de neurotransmisores como la dopamina. Por eso, se cree que el color de los gatos más oscuros, con más melanina, podría estar relacionado también con una mayor presencia de dopamina. Esta les lleva a ser más amables, pero hasta cierto punto, pues un exceso de este neurotransmisor puede alterar el comportamiento.

Por otro lado, los dos gatos cuyos colores se asocian más fuertemente con un tipo de personalidad tienen una peculiaridad genética. Los gatos naranjas son machos habitualmente y los tricolores prácticamente siempre hembras.

El color de los gatos en los genes

Para comprender por qué el color depende tanto del sexo, debemos entender cómo se heredan los colores. En realidad, solo hay tres colores posibles para estos animales: el negro, el blanco y el naranja. Todo lo demás son combinaciones de ambos.

El negro y el naranja están ligados al cromosoma X, mientras que el blanco no está ligado al sexo. Se encuentra en el gen white, fuera de los cromosomas sexuales. 

gatos tricolor
Los gatos tricolor son siempre hembras. Crédito: Zenith4237 (Wikimedia Commons)

Por eso, una hembra puede ser tricolor, pero un macho no. Esto se debe a que la hembra puede tener un X naranja, un X negro y, además, el blanco en un cromosoma no sexual. Recordemos que los cromosomas sexuales de las hembras son XX. En cambio, como los de los machos son XY, como mucho podrán ser naranjas y blancos, negros y blancos, o totalmente naranjas, negros o blancos.

En cuanto al naranja, para que una hembra sea naranja debe darse la casualidad de que sus dos cromosomas X sean naranjas. Los machos, en cambio, con tener una sola X naranja ya tienen suficiente.

Aunque hace falta más investigación al respecto, hay estudios que concluyen que los machos son más amigables. Por eso, tendría sentido que los gatos naranjas tengan esta personalidad. En cambio, las hembras serían más tímidas y ariscas, de ahí que sea esta la personalidad que se confiere a los gatos de tres colores.

En resumen, no hay nada claro, pero sí que hay cierta evidencia científica por la que puede que la relación entre el color de los gatos y la personalidad no sea un mito. Lo que está claro es que, sea cual sea el color, todos quieren dominar el mundo, así que será mucho mejor que estemos siempre de su parte. 

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