Una más contra el greenwashing en Europa. Un proyecto de la Comisión Europea propone prohibir que las marcas coloquen en las etiquetas de sus productos que son sustentables, ecológicos o cualquier referencia en ese sentido. Solo podrán hacerlo las empresas que logren que una organización independiente certifique que, en efecto, cumplen con criterios de sustentabilidad y respeto al medio ambiente.

La propuesta fue presentada ayer por la directiva del organismo. "Queremos, en primer lugar, que los consumidores obtengan información confiable, que sea consistente y verificable", declaró en rueda de prensa Virginijus Sinkevičius, el comisario europeo de medio ambiente. El funcionario resaltó que pretenden evitar que las marcas saquen provecho de la preocupación creciente de sus clientes sobre la emergencia ambiental.

Los expertos de la Comisión estudiaron una muestra de 150 afirmaciones ecológicas en los envases y la publicidad de productos vendidos en Europa en 2020. El 53 % mostraban información "vaga, engañosa o infundada". El 40% hacía declaraciones "totalmente infundadas".

Presentaron algunos ejemplos: "Camiseta hecha de botellas de plástico recicladas", "Embalaje hecho con un 30 % de plástico reciclado", "Protector solar respetuoso con el océano". La iniciativa contra este tipo de prácticas de greenwashing (lavado verde) en Europa necesita ahora la aprobación del Parlamento Europeo y el Consejo para que entre en vigor.

Castigos disuasivos para detener el greenwashing en Europa

Protesta cambio climático
Manifestación contra el cambio climático.

La Comisión también identificó que existen al menos 230 etiquetas diferentes que ofrecen supuestas credenciales ecológicas de un producto. Esto, dijo, genera confusión y desconfianza en las personas. Para resolver esto, el proyecto propone unificar los criterios del etiquetado existente y prohibir nuevos esquemas, a menos que se desarrollen al nivel de la UE.

Las empresas que decidan someterse al proceso de verificación independiente y estampar su etiqueta verde, deben garantizar además que la información sobre su compromiso sustentable sea de fácil acceso. Por ejemplo, usar un código QR o un enlace a un sitio web para que los consumidores puedan estar al tanto de lo que hay detrás de la cadena de producción.

Quienes sigan incurriendo en este tipo de práctica de greenwashing en Europa serán sancionados. El plan sugiere multas monetarias, exclusión de la contratación pública o confiscación de ingresos.

Algunas organizaciones dicen que el proyecto se quedó corto

Protesta contra el greenwashing frente al Parlamento de Europa
Protesta de Greenpeace del año pasado frente al Parlamento Europeo.

Algunos grupos que luchan contra el greenwashing en Europa consideran que el proyecto se quedó corto. Les preocupa que la medida presentada permita que las marcas sigan promocionando sus productos como "CO2 neutrales". Quienes utilizan esta afirmación aseguran que compensan las emisiones de dióxido de carbono que emiten a través de otras vías: plantar árboles, por ejemplo.

"No existe una banana o una botella de agua de plástico 'neutra en CO2'. Las afirmaciones de neutralidad en carbono son greenwashing, puro y simple. Es una cortina de humo", dijo Monique Goyens, del grupo de consumidores BEUC, a la AFP.

"Plantar árboles que tardarán décadas en crecer es mucho más fácil y económico, pero significativamente menos efectivo que reducir las emisiones". Creen que se ha desperdiciado una gran oportunidad.

La medida de la Comisión contra las marcas que practican el greenwashing en Europa viene a reforzar la "Directiva de Derechos de los Consumidores", presentada el año pasado. Esta norma estipula obligaciones para que los fabricantes no incluyan información engañosa sobre el impacto social o medioambiental.

Recibe cada mañana nuestra newsletter. Una guía para entender lo que importa en relación con la tecnología, la ciencia y la cultura digital.

Procesando...
¡Listo! Ya estás suscrito

También en Hipertextual: