Si creías que el caso de FTX y Sam Bankman-Fried no podía sumar ribetes todavía más ridículos, estabas equivocado. El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha aceptado modificar las condiciones de la fianza del otrora joven maravilla del mundo cripto para limitar su acceso a las comunicaciones. ¿De qué manera? Impidiéndole utilizar cualquier tipo de móvil con acceso a internet.
Esto significa que, por lo que resta de su fianza, el empresario estará limitado al uso de teléfonos que no sean smartphones y cuyas funciones estén limitadas a las llamadas y al envío o recepción de SMS. Sí, como bien te imaginas, Sam Bankman-Fried deberá usar un móvil peor que el de tus abuelos para evitar volver a prisión.
Por lo pronto, el exCEO de FTX se mantiene bajo arresto domiciliario en la casa de sus padres, en California, tras pagar una fianza de 250 millones de dólares. El impedimento de utilizar smartphones llega tras un acuerdo entre los fiscales a cargo del caso y los abogados defensores de SBF, que ha sido aceptado por el juez Lewis Kaplan.
De esta forma, Sam Bankman-Fried quedará limitado a las opciones más rudimentarias del mundo de las telecomunicaciones, y tendrá que sobrevivir sin acceso a plataformas más modernas. Si la justicia estadounidense detecta que viola las restricciones y vuelve a utilizar un smartphone, será llevado nuevamente tras las rejas hasta el comienzo del juicio pautado para octubre próximo.
Sam Bankman-Fried puede volver a prisión si pone sus manos sobre un smartphone
Impedir que el cofundador de FTX utilice un smartphone no es una decisión que se haya tomado por capricho. Desde su arresto y extradición desde Bahamas, y su posterior fianza millonaria, se conoció que Sam Bankman-Fried utilizó Signal para comunicarse con el principal consejero de la subsidiaria estadounidense del exchange de criptomonedas.
"Realmente me encantaría volver a conectarme y ver si hay una manera de que podamos tener una relación constructiva, usarnos mutuamente como recursos cuando sea posible, o al menos revisar las cosas entre nosotros", le escribió el empresario a través de la app de mensajería encriptada. Situación que los fiscales vieron como un intento de influenciar sobre potenciales testigos en el juicio.
Poco después, se supo que Sam Bankman-Fried se había conectado a internet utilizando una VPN. Esto también encendió las alarmas, puesto que se vio como un posible intento de evadir el monitoreo de las autoridades estadounidenses. Aunque sus abogados luego explicaron que, en realizado, la había utilizado para conectarse a un servicio de streaming internacional para ver el Super Bowl.
Así las cosas, las nuevas disposiciones sobre el uso de tecnología durante su fianza buscan evitar nuevos "malentendidos". Por ello, el exCEO de FTX solo estará habilitado a utilizar móviles tipo flip phone o candy bar, limitados a llamadas y SMS. Sí podrá seguir conectándose a la web a través de un ordenador, aunque solo podrá acceder a sitios habilitados. Entre ellos, aquellos aprobados por los abogados para preparar su defensa, y otros que la justicia no considere de riesgo, como Netflix o Uber Eats.
Restricciones adicionales
Por otra parte, sus padres también están alcanzados por las nuevas disposiciones de su libertad condicional. Por ello, tendrán que presentar declaraciones juradas con los números de serie y las direcciones MAC de sus iPhone y ordenadores de uso personal. Así, el Departamento de Justicia pretende asegurarse de que Sam Bankman-Fried no los utilice.
Como última medida, el cofundador de FTX no podrá comunicarse con empleados o directivos del exchange cripto o de Alameda Research. La única excepción es que lo haga mientras un abogado esté presente y que, lógicamente, se realice solo mediante las vías de comunicación habilitadas.
Sam Bankman-Fried afronta 12 cargos criminales por fraude, conspiración, lavado de dinero y violación de las leyes de financiamiento electoral. Si se lo declara culpable de todas las acusaciones, puede recibir una pena de hasta 155 años en prisión. Su situación legal es realmente compleja, considerando que tres de sus principales socios —Caroline Ellison, Gary Wang y Nishad Singh— se declararon culpables y están colaborando con la justicia.